República Dominican se encuentra ante una situación crítica en materia salubrista, un alza abrumadora de los contagios de covid-19, limitaciones operativas en los centros públicos y privados que realizan las pruebas moleculares PCR y ante un pronóstico desolador de escasez de reactivos a nivel internacional para este tipo de test diagnóstico. A esto debemos sumarle la desigualdad que vive nuestro pueblo, la crisis económica, las pauperrimas condiciones de saneamiento en nuestros barrios y su alta densidad poblacional, el difícil acceso al agua potable y la carencia educacional en cuanto a hábitos de bioseguridad e higiene de nuestra gente. El panorama se hace desolador. Trancar a la gente en toques de queda y estados de emergencia puede ser un parche ante un escape que requiere que el nuevo gobierno tome acciones creativas e innovadoras que ataque el problema de raíz.
Debo confesar que lo que voy a exponer en este mensaje ya fue ventilado por canales directos a las nuevas autoridades, así que no se podrá alegar que nadie les hizo estas observaciones.
Los países que han tenido éxito en contener la pandemia han sido los países que aparte de la disciplina han tratado de adelantarse a la misma proyectando los diferentes escenarios que se pueden presentar y preparándose para las peores coyunturas, por lo que si queremos ir viendo luz al final del túnel, tenemos que ir preparándonos para un escenario de colapso total de los hospitales y la escasez de reactivos para la prueba molecular (pcr) que ya viene dandose en algunos países. Ahorrar reactivos explorando métodos que ya se están usando como el “polling” permite que no se desperdicien al hacer la prueba PCR.
Hacer diligencias proactivas por adquirir reservas de reactivos no es mala idea en estos momentos.
También, cambiar la lógica en la forma en que hacemos los diagnósticos, tratando los casos sospechosos de sintomatologías leves como posibles positivos, nos lleva a una visión preventiva en donde nos permita hacer la prueba a los casos que de emergencia la necesiten y a las poblaciones más vulnerables ya sea por condiciones preexistentes de salud, porque son personal de primera respuesta, y adultos mayores, entre otros.
Hay países que han innovado con tecnología haciendo encuestas digitales tipo censos que permiten a los estados verificar por simple sintomatología donde están estas expresiones del covid de manera geográfica y hacer intervenciones focalizadas y diversos controles sanitarios que hacen más efectivas la acciones y políticas públicas de saneamiento.
Pero todo esto puede estar cojo y ser un esfuerzo vano sino se gesta desde el gobierno central y todas las instituciones públicas y privadas una campaña educativas de prevención del covid. Si una institución X permite que a sus afuera haya aglomeraciones es porque esa institución está fallando en sus protocolos. Y debe existir una conciencia en todos/as de que hoy más que nunca nos salvamos juntos/as o no hundimos todos/as.
El nuevo gobierno no debe esperar asumir para ir agotando tareas imprescindibles como:
Se hace urgente delegar en una comisión que valla desde ya preparando un plan nacional de vacunación con diversas aplicaciones dependiendo de diferentes escenarios, esto para cuando tengamos una vacuna, no tener que estar corriendo a accionar un plan improvisado (tenemos que irnos alante ante los diversos escenarios) eso garantizará un mejor inicio de la reactivación económica.
En este tenor también hay que elaborar una estrategia para lograr que las diversas farmacéuticas internacionales que están en investigación vacunas contra el Covid incluyan el país para las terceras etapas de pruebas para garantizar que un grupo selecto y representativo de la demografía dominicana esté en esos ensayos y nos garanticen que ante las nuevas vacunas nuestra cepa sea investigada en estos esfuerzos de búsqueda de una salida ante la pandemia.
También, el nuevo gobierno debe ver cómo negocia con diversas farmacéuticas algunos acuerdos de compras a futuro y reservas de estas posibles vacunas, para estar entre los primeros compradores de esa vacuna, hay que recordar que la demanda será astronómica y los que puedan picar alante serán los más beneficiados de tener la cura a tiempo, por lo qué hay que ver cómo lograr que se ponga la RD en los primeros puestos de lista en la venta de la vacuna.
Es cuanto, mi pequeña reflexion que espero no sea una voz más que clama en el desierto, sino un impulso más a tomar acciones proactivas en favor de nuestro país.
Con afecto
Att.
Alex Mundaray
18 de julio de 2020. Santo Domingo
