FAO lanza programa de nutrición para islas en desarrollo pese a limitaciones
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ROMA.- La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó hoy un programa mundial para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional en las islas pobres del planeta pese a las limitaciones que enfrentan.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, señaló en un acto que "el cambio climático afecta a todo lo que se planea hacer en los pequeños países insulares en desarrollo", los cuales han sido consultados acerca del nuevo programa.
El plan tiene como objetivos reforzar la seguridad alimentaria y nutricional, mejorar la sostenibilidad y la resiliencia ante el cambio climático y fomentar la participación de las comunidades locales en estos lugares.
Entre las acciones que promueve están el compromiso de los gobiernos, la adaptación al clima, los programas de protección social y el tratamiento de la malnutrición en todas sus formas, sobre todo entre mujeres y jóvenes, detalló Da Silva.
El presidente de Palau, Tommy Remengesau, resaltó que esa iniciativa "pertenece a todos esos países" y representa "una oportunidad para acelerar las acciones que garanticen la seguridad alimentaria y nutricional, y a favor de un desarrollo sostenible".
Citó algunos de los retos para su aplicación, como la identificación de las necesidades nutricionales, la disponibilidad de recursos y capacidades, la combinación de políticas y la revisión de los resultados.
Reconoció que con sus administraciones de pequeño tamaño deberán esforzarse más para atender a las comunidades y destacó algunas acciones que ya han puesto en marcha como la exclusión de los menús escolares de productos importados de baja calidad y su sustitución por otros locales más nutritivos.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Peter Thomson, procedente del archipiélago de Fiji, recalcó que esas islas están aisladas y amenazadas por los desastres naturales, al tiempo que dependen de la agricultura en pequeña escala y de sus limitados recursos.
Llamó a las organizaciones civiles y del sector privado a participar en el desarrollo de estos países, y pidió en general "restaurar la relación de respeto y equilibrio con el océano".
La mayoría de los 57 países insulares en desarrollo sufren desnutrición, un problema que ha disminuido lentamente en las últimas décadas pero que todavía se refleja en el retraso del crecimiento que padece un 20 % de los niños en las islas más pobres.
Sus comunidades presentan a su vez altas tasas de sobrepeso y obesidad, particularmente entre las mujeres.
Alrededor de un tercio de los adultos en el Caribe sufre sobrepeso, mientras que en el Pacífico el 75 % de las muertes de adultos están asociadas a enfermedades no transmisibles a las que contribuye la mala alimentación.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, señaló en un acto que "el cambio climático afecta a todo lo que se planea hacer en los pequeños países insulares en desarrollo", los cuales han sido consultados acerca del nuevo programa.
El plan tiene como objetivos reforzar la seguridad alimentaria y nutricional, mejorar la sostenibilidad y la resiliencia ante el cambio climático y fomentar la participación de las comunidades locales en estos lugares.
Entre las acciones que promueve están el compromiso de los gobiernos, la adaptación al clima, los programas de protección social y el tratamiento de la malnutrición en todas sus formas, sobre todo entre mujeres y jóvenes, detalló Da Silva.
El presidente de Palau, Tommy Remengesau, resaltó que esa iniciativa "pertenece a todos esos países" y representa "una oportunidad para acelerar las acciones que garanticen la seguridad alimentaria y nutricional, y a favor de un desarrollo sostenible".
Citó algunos de los retos para su aplicación, como la identificación de las necesidades nutricionales, la disponibilidad de recursos y capacidades, la combinación de políticas y la revisión de los resultados.
Reconoció que con sus administraciones de pequeño tamaño deberán esforzarse más para atender a las comunidades y destacó algunas acciones que ya han puesto en marcha como la exclusión de los menús escolares de productos importados de baja calidad y su sustitución por otros locales más nutritivos.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Peter Thomson, procedente del archipiélago de Fiji, recalcó que esas islas están aisladas y amenazadas por los desastres naturales, al tiempo que dependen de la agricultura en pequeña escala y de sus limitados recursos.
Llamó a las organizaciones civiles y del sector privado a participar en el desarrollo de estos países, y pidió en general "restaurar la relación de respeto y equilibrio con el océano".
La mayoría de los 57 países insulares en desarrollo sufren desnutrición, un problema que ha disminuido lentamente en las últimas décadas pero que todavía se refleja en el retraso del crecimiento que padece un 20 % de los niños en las islas más pobres.
Sus comunidades presentan a su vez altas tasas de sobrepeso y obesidad, particularmente entre las mujeres.
Alrededor de un tercio de los adultos en el Caribe sufre sobrepeso, mientras que en el Pacífico el 75 % de las muertes de adultos están asociadas a enfermedades no transmisibles a las que contribuye la mala alimentación.
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