La razón democrática
Por
El Nacional
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10/06/2020
La democracia está puesta en juego en estas elecciones del 5 de julio. Son elecciones atípicas, no solo por ser celebradas de manera extraordinaria, sino por el protocolo sanitario que se implementará. Pero, además, por el hecho incontestable de que el gobierno, su partido y su candidato presidencial, tratan de sacar ventajas políticas con el uso de los recursos del Estado en medio del Estado de Emergencia, provocado por el coronavirus.
Lo primero es que el candidato del PLD sabe de sobra que el PRM no busca ofender ni limitar el bien, sino todo lo contrario. Lo que buscamos es corregir y eliminar el mal, provenga de provenga, y por más que se tengan buenas intenciones, violar la ley y hacer las cosas mal no es aceptable. En ese escenario, cumplimos nuestro rol de denunciar lo mal hecho, e instamos a la JCE, responsable de sancionar, a actuar en consecuencia.
Ejemplos de lo que está mal en este estado de emergencia sobran. Está mal violar el toque de queda; distribuir gas propano en la calle, lo cual es peligro público, y de paso provocar aglomeraciones. Está mal utilizar programas sociales estatales con fines proselitistas; entregar recursos públicos en nombre de un candidato e incluso emplear vehículos del Estado Dominicano en campaña.
Qué nos dice esto: que no se puede hacer el bien haciendo lo malo, y esa ha sido la ley del PLD, dando lo poco para recibir lo mucho; sacando ventaja de la miseria de la población más vulnerable que ellos mismos han propiciado, para moldear la voluntad popular, agrediendo la ética y la legalidad que la Constitución y las leyes establecen.
Toda democracia se consolida por la lucha entre adversarios y el respeto irrestricto de las ideas, aunque sean contrarias. Lo que la democracia no agradece es no rendir cuentas ni responder a los serios y legítimos cuestionamientos de diversos sectores de la sociedad sobre el enriquecimiento injustificado de funcionarios públicos por el paso del poder.
El proceso electoral descansa en los principios cardinales establecidos en el Artículo 211 de la Constitución: la Junta Central Electoral tiene la responsabilidad de garantizar la libertad, transparencia, equidad y objetividad en las elecciones. Ningún candidato puede estar por encima de otro, al margen de la ley, que es la que fija las características y los límites de la campaña electoral.
Esta es la razón democrática, la que fundamenta que todos somos iguales ante la ley. La que exige que todos estamos subordinados a las reglas de la democracia. En estas tareas, el PRM no descansa, es una lucha que no cesa, hasta alcanzar el cumplimiento estricto de las leyes, cuando el 5 de julio, alcancemos la victoria.
Por: Orlando Jorge Mera | orlandojorgemera@yahoo.com
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