Quitar de encima las rodillas de la opresión
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Durante los funerales de George Floyd, otra víctima mortal del racismo y de la criminal brutalidad de la policía norteamericana, el reverendo Al Sharptons, haciendo galas de la efectiva oratoria de los predicadores de las iglesias protestantes negras norteamericanas, pronunció un penetrante discurso de condena a tan horrendo asesinato y sobre el significado del racismo en ese país y en el mundo. Un discurso inteligente, donde puso en evidencia que la rodilla del policía sobre sobre el cuello de Floyd, hasta asfixiarlo, es la que durante 401 años han oprimido a los negros norteamericanos, a pesar del éxito de muchos, y la que tienen en sus cuellos los explotados del mundo, sean estos negros, blancos o de cualquier etnia.
Fue, el de Sharptons, el típico discurso pedagógico y brillante de la generalidad de los predicadores protestantes negros: de condena a la situación de discriminación en que ha discurrido la vida de su grey, pero clamando justicia para todos los oprimidos. Un llamado a la justicia y la ruptura de la opresión política, social y económica que limita el pleno desarrollo de miles de millones de personas en todo el mundo. La arrogancia del policía asesino, la saña con que asfixió a un indefenso ciudadano, no es más que la reiteración de una conducta criminal sólo posible si quien comete ese tipo de acto se siente protegido por un sistema cuyos poderes se asientan en terror, para sembrar miedo y silencio.
Contra ese miedo que paraliza y desmoviliza, ha luchado la comunidad negra norteamericana durante 400 años, obteniendo conquistas en todos los órdenes y demostrando que sólo a través de la lucha contra la opresión en todos los espacios se puede lograr el reconocimiento del derecho al disfrute de la libertad política y social, además al acceso a los bienes materiales que en diversas modalidades produce en trabajo. Es la esencia del mensaje del reverendo Sharptons y por esa perspectiva de plantear el problema es que, en todo el mundo, blancos, negros y las etnias excluidas se han sumado a las protestas, no sólo contra la reiteración de la violencia policial en los EEUU, sino contra las exclusiones sociales y el uso del miedo como arma política.
El discurso/sermón del reverendo Sharptons, que también hace justa referencia al papel de la mujer/madre como último refugio del desvalido, es un llamado a la lucha contra esa rodilla sobre el cuello que asfixia la mayoría de la población dominicana, y la de casi todos los países del mundo, donde los poderes, formales y fácticos, saquean, corrompen, mantienen la inequidad social y política/electoral, impiden el pleno ejercicio de la libertad de opciones personales y colectivas. Esa realidad, la brutalidad policial norteamericana contra los negros y el recuerdo de las grandes matanzas de signo racista, como como política de Estado o de grupos étnicos, es lo que motiva las inmediatas y masivas protestas contra el asesinato de Floyd y contra el racismo en los EEUU y el mundo.
En nuestro país, el PLD y sus gobiernos han sido reiterativos en el uso del miedo como recurso político, fundamentalmente de campaña electoral y, sin rubor ni pudor, lo está usando en la presente coyuntura política y de pandemia. Falsea datos sobre el comportamiento del Covid-19 para tratar mantener un estado de emergencia, con la aviesa finalidad de mantener la oposición fuera de los espacios donde se hace la política y tratar de que estos los ocupe su candidato presidencial. De esa manera, pretende mantener su rodilla sobre el cuello de este pueblo, como lo ha hecho durante 20 años, negarles los derechos fundamentales y seguir engrosando las arcas de los principales dirigentes y allegados de la corporación PLD/gobierno.
Ayer, su aparato policial con su habitual brutalidad cargó contra una manifestación convocada por sectores políticos y sociales en apoyo a las protestas contra el asesinato de George Floyd. Esa actitud y el deseo de este gobierno de seguir su estado de emergencia, no son más que expresiones de mantener su rodilla sobre el cuello de este país. Pero definitivamente, el tiempo se le ha agotado, porque existe la firme decisión de ponerle fin a su régimen el próximo 5 de julio. De nada valen sus deseos de abortar esa fecha política manteniendo la población secuestrada a través de su estado de emergencia y de ese modo tratar de seguir con su rodilla sobre el cuello de la población.
Pero no, este pueblo, al igual que otros pueblos, ha dicho basta: quita tu rodilla de nuestro cuello, para hacer lo que queremos hacer y ser lo deseamos ser, desarrollando nuestras habilidades y talentos en la esfera de la vida que libremente escojamos. Como exhorta el reverendo Sharptons en su discurso.
https://acento.com.do/2020/opinion/8827719-quitar-de-encima-las-rodillas-de-la-opresion/AgoraCésar Pérez
Agora
Sociólogo, municipalista y profesor de sociología urbana. Autor de libros, ensayos y artículos en diversos medios nacionales y extranjeros sobre movimientos sociales, urbanismo, desarrollo y poder local. Miembro de varias instituciones nacionales y extranjeras, ex director del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y ex dirigente del desaparecido Partido Comunista Dominicano, PCD.
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