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Asesora de la campaña de Joe Biden, habla sobre las elecciones de EE.UU.
La nación definirá su destino político el próximo 3 de noviembre cuando asista a las urnas para votar por el próximo presidente de la nación
Diario Libre - SANTO DOMINGO 23/10/2020, 03:04 PM
Por Nani Martínez
A pesar de la distancia geográfica, cultural y económica que existe entre los Estados Unidos y la República Dominicana, las elecciones presidenciales que se celebrarán próximamente en la primera nación del mundo, ha impactado no sólo en la comunidad dominicana residente en dicho país sino también en el futuro de esta isla caribeña.
Ni hablar del impacto que se podría sentir en el mundo entero.
Nadie mejor para hablar de las próximas elecciones estadounidenses que Michele Manatt, economista y activista política, vinculada casi genéticamente al Partido Demócrata de los Estados Unidos y, ahora, a la campaña de la boleta demócrata conformada por el ex vicepresidente de esa nación, Joe Biden (2009-2017), bajo la presidencia del presidente Barack Obama, y Kamala Harris, quien en el 2003 fue electa Fiscal General de la Ciudad de San Francisco y, en el 2010, ganó las elecciones como Fiscal General de California y reelegida en 2014.
En el 2016 se convirtió en la segunda mujer afroamericana y la primera surasiática americana en llegar al Senado de los Estados Unidos.
Pero Michele Manatt tiene otras razones para sentirse tan vinculada a la República Dominicana. Es hija del ex embajador estadounidense Charles Manatt en el país (1999-2001) y, para muchos, es una “domínico-americana” por adopción y elección.
Y bien que se ha ganado ese título. Al hablar con ella se captan sus conocimientos del país, sobre el estado de las relaciones entre ambas naciones y, más importante aún, su contacto con la comunidad latina, incluyendo la dominicana, en los Estados Unidos.
Desde la llegada del Embajador Manatt al país, hace más de dos décadas, Michele Manatt ha estado ligada de una u otra manera al país.
Y la tradición parece continuar.
Su hija, Victoria Anders, trabajó con la organización no gubernamental Dream en Cabarete, en la costa norte del país, por un año y medio. Ella misma asegura que quedó gratamente impresionada cuando visitó el proyecto educativo y el trabajo que estaba realizando con las familias de la comunidad.
Y ahí es donde entran sus casi cuatro décadas de conocimiento de la realidad latinoamericana, y de las necesidades y sueños de la comunidad latina residente en los Estados Unidos.
Al conversar con Michele Manatt se capta que se está dialogando con una “latina de corazón”.
Oriunda de Los Angeles, California, Michele Manatt explica que se graduó de la Universidad de Berkeley, en California, en Economía Política. También realizó estudios en la Universidad Iberoamericana de Ciudad México y en Madrid. Además, vivió unos dos años en Argentina.
Esa amplia visión de la región, más sus vínculos con la política estadounidense desde su juventud a través del activismo político de su padre, la llevó a Washington, D.C. a mediados de la década de los ochenta.
Ella misma explica: “El hecho de estar expuesta a la política estadounidense, y la importancia de las políticas públicas que los políticos elegidos por el pueblo logran introducir, se convirtieron en una parte fundamental de mi vida desde mi adolescencia. Mi papá fue presidente del Partido Demócrata de California cuando yo cursaba la secundaria, así que pude observar muchas reuniones, convenciones, escuchar muchos discursos y participar en las actividades electorales”.
Después de su participación en el equipo de relaciones gubernamentales del Comité Organizador de las Olimpiadas celebradas en Los Angeles en 1984 “me fui a vivir a Washington, D.C. Mis padres vivían allá porque él había sido durante los cuatro años anteriores (1981-1985) presidente del Comité Nacional Demócrata”.
El Embajador Manatt encabezó el Partido Demócrata durante uno de sus períodos más débiles. Pero, gracias a su liderazgo, dejó un partido más fortalecido y logró ampliar la base de la organización de manera significativa. Asimismo, organizó la Convención Demócrata de 1984 donde, por primera vez en la historia de los Estados Unidos, se presentó a Geraldine Ferraro, una mujer, como candidata vicepresidencial. Walter Mondale fue el candidato presidencial.
Eventualmente, el partido perdió ante la boleta de Ronald Reagan y George W. Bush (padre).
Otro dato interesante de ese período es que Nancy Pelosi, actual Presidenta de la Cámara de Representantes desde enero de 2019, pasó a ser la primera mujer Presidenta del Partido Demócrata de California (1981-83), luego que el Embajador Manatt dejara la posición.
Su dinamismo y compromiso con su partido llevó al Presidente Bill Clinton a expresar: “Vi como el Embajador Manatt trabajó para hacer a los Estados Unidos una nación más prospera y justa, y por hacer amistades alrededor del mundo”.
Increíblemente, destaca Manatt, hoy el presidente del Comité Nacional Demócrata es el domínico-americano Thomas Pérez, ex Secretario de Trabajo de los Estados Unidos bajo la presidencia de Barack Obama.
Y fue allá en Washington donde Michele Manatt inició su carrera política. Explica: “Le he dedicado gran parte de mi carrera a las relaciones entre los Estados Unidos y Latinoamérica, y he ocupado posiciones claves tanto en el Congreso como en el Ejecutivo. Tuve la suerte de trabajar para el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, supervisando las políticas hacia Latinoamérica a principios de la década de los noventa. Entre otras cosas, trabajé en la implementación de los Acuerdos de Paz de El Salvador. Luego, pasé al Departamento de Estado donde fui Consejera Senior de tres Subsecretarios de Estado. Eso me permitió trabajar en toda la región, desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), la crisis del peso en México en 1994 y con la descertificación del Gobierno colombiano en las operaciones contra el narcotráfico”.
Asimismo, también trabajó en la contienda electoral de 1994 entre el ex Presidente Joaquín Balaguer y el candidato José F. Peña Gómez en la Republica Dominicana.
En la actualidad, y dada la importancia que los estadounidenses y el mundo en general le han dado a estas elecciones, Michele Manatt trabaja en la campaña “...estrictamente como voluntaria, conjuntamente con un equipo de expertos externos que apoyan a los candidatos en los asuntos vinculados a las relaciones exteriores y también sobre la comunidad latina en los Estados Unidos”.
Sus actuales responsabilidades la han llevado a lo largo y ancho de los Estados Unidos para motivar y movilizar a la comunidad latina para que voten por la boleta Biden-Harris. “Nuestro trabajo es apoyar el objetivo final: ganar las elecciones. También trabajar para responder a las acusaciones y mentiras que continuamente se lanzan contra los candidatos demócratas por parte de la Administración Trump. Nuestro trabajo es movilizar a los votantes latinos a favor de los candidatos demócratas”.
Al preguntarle sobre las ventajas que las encuestadoras claves le dan a Joe Biden y a Kamala Harris (en estados como Nueva York, el estado del Presidente Trump, la ventaja de los demócratas es de hasta 30 puntos por encima de los republicanos), Michele Manatt admite que la comunidad latina se empezó a involucrar de lleno en la campaña a fines de este verano.
Pero, es enfática al explicar que “...los estadounidenses, incluyendo la comunidad latina, está igualmente estresada con esta Administración. La situación que se vive es un tema para todos”.
Y uno de los temas comunes que impacta a toda la nación estadounidense es el tema del Covid-19.
A la fecha, el Presidente Trump encabeza la nación que, en un momento dado, presentó el mayor número de muertes e infecciones provocadas por el virus.
Sin embargo, desde el principio de la pandemia el Presidente Donald Trump ha rehusado hacerle caso, o dejarse llevar, de las instituciones o expertos de salud que pueden contribuir con el establecimiento de un protocolo a seguir para aplanar la curva de contagio y muertes.
En lo que va de la pandemia, desde febrero, más de 200,000 estadounidenses o residentes en esa nación han fallecido y más de siete millones han contraído el virus, incluyendo el mismo Presidente Trump, su esposa y su hijo.
Muchos expertos aseguran que el tema de la pandemia, y su impacto en la economía nacional, podrían impactar de manera negativa en la campaña del Presidente Trump.
Sin embargo, muchos recuerdan que en las elecciones nacionales de 2016 la mayoría de las encuestas líderes le daban la ventaja a la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton, candidata en aquel entonces del Partido Demócrata. Manatt rápidamente explica que la situación de ahora no es la de 2016.
“En el 2016 no teníamos una crisis económica y de salud, como ahora. Más importante es que el electorado ha cambiado, especialmente el voto latino en los estados de la Florida y California, por ejemplo. También se ha visto un incremento significativo en las solicitudes del voto ausente (o a distancia) en estas elecciones que en las de 2016. Por esas y muchas razones más será muy difícil que se repita lo ocurrido. En el 2016, el candidato republicano prometía cambios.
Ahora, no puede hacer esas promesas. Es más, las encuestas nunca le han dado más de un 43% de popularidad durante toda su Administración. La gente se ha dado cuenta de que Joe Biden, conjuntamente con su candidata vicepresidencial Harris y su esposa, la Dra. Jill Biden, están en contacto con la realidad que está viviendo el país. Tanto el candidato como su esposa provienen de familias de clase trabajadora y nunca se han olvidado de sus raíces.
“Los estados donde se ha estado trabajando duro con el voto latino son Arizona, Texas, Nuevo México, Minnesota, Michigan, Carolina del Norte, Pennsylvania y Maine. El candidato Biden necesita ganar en la mayoría de estos estados, pero no en todos, para garantizar su victoria en los colegios electorales. Pero en general, el voto latino se siente entusiasmado, y las tendencias son positivas y la confianza en el candidato Biden es alta”.
Michele Manatt concluye, recordando que las elecciones están a menos de dos semanas: “Los estadounidenses quieren un nuevo capítulo en sus vidas, y los jóvenes quieren contar con un futuro promisorio. Y eso no ha pasado bajo la Administración Trump”.
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