De Melvin Mañón
-No me importa que lo hagan otros. Yo no lo hago-
Odié al tipo desde ese instante. Informé lo que había intentado hacer y estaba mas que dispuesto a echar la transacción para atrás. No tuve éxito.
Meses después, supe que el tipo había finalmente engañado a la empresa y usando subterfugios de dudosa validez se rehusaba a pagar un millón de solares que había quedo debiendo en la transacción.
En ambos casos, siempre supe algo. Nada ni nadie me hubiera hecho actuar diferente. Pero no porque fuera inteligente de mi parte, ni siquiera porque me creyera puritano es que no me daba la maldita gana de hacer algo contrario a lo que me habían enseñado y a lo que yo creía.
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