martes, 13 de marzo de 2018

Rindiendo cuentas de las omisiones | Por GUILLERMO CARAM @guillermocaram

Rindiendo cuentas de las omisiones

GUILLERMO CARAM

Guillermo Caram
Aparte de no mencionar la corrupción, especialmente la admitida por ODEBRECHT cuestionada internacionalmente, el Presidente Medina tampoco se refirió en su rendición de cuentas a las amenazas que penden sobre nuestra economía evidenciadas por dependencias estatales.
Partiendo de la fiscalidad deficitaria. Los gastos corrientes, ascendentes a RD$522 mil millones, consumieron 97% de los RD$539 mil millones ingresados; dejando un excedente de apenas RD$17 mil millones que no alcanzaron para financiar amortizaciones e inversiones. Los gastos totales ascendieron RD$651 mil millones que comparándolos con los ingresos, faltaron RD$112 mil millones. Sumados los faltantes del sector público consolidado, incluyendo Banco Central, el Balance arrojó saldo negativo de RD$160mil millones equivalentes al 4.5% del PBI.
La deuda pública aumentó en 2017, US$2,786 millones elevándose a US$29,544 millones. Sumándole la deuda del Banco Central con agentes económicos alcanza el orden de los US$40 mil millones, 54% PBI. Comparando la deuda publica actual con diciembre/2012, US$19,463 millones, el Presidente Medina la incrementó en US$10,081 millones, un 52%; siendo responsable, en consecuencia, de la tercera parte de la deuda total en apenas cinco años de gestión. De los US$2,198 millones que se recibieron por endeudamiento externo, hubo que tomar de ellos 61% para pagar deuda vieja. Solo quedaron en el país US$866 millones: 39%. Incluyendo intereses, se pagaron US$2343 millones: más de lo que se recibió.
La deuda interna creció en el período gobernado por el presidente Medina en US$3,690 millones atraídos por altos intereses pagados por el gobierno, 12.5%, que distorsionaron el mercado financiero, fortaleciendo la economía especulativa, sacrificando la productiva.
Durante 2017 se le prestó al gobierno 86% más que a los productores agropecuarios y 16% más que a industriales. Los préstamos al consumo fueron 2.8 veces los dirigidos a producción agrícola e industrial. Y el comercio consumió 85% más que el crédito a productores.
Encima que los recursos del sistema financiero siguieron su tendencia creciente para sufragar déficits fiscales, somos el único país del mundo en que la bolsa de valores, en lugar de compra-vender acciones privadas, tenga como comprador exclusivo al Estado; información confirmable cada lunes: ver en primera página sección económica de este periódico.
Otra manifestación que la economía especulativa sigue tomando fuerza es el aumento de US$1,206 millones de préstamos dentro de la cuenta financiera de la Balanza de Pagos.
Las consecuencias del sacrificio de la economía productiva son inmediatas: las exportaciones nacionales agrícolas e industriales apenas ascendieron a US$2,660 millones, mientras los bienes de consumo y materias primas remontaban US$11,635 millones.
Por esa exaltación a la especulación financiera, la mora subió durante 2017 al 2%, a pesar de los refinanciamientos implementados dentro de la liberación de encaje dispuesta por el Banco Central
(Las cifras utilizadas son oficiales. Pueden ser consultadas en http://www.creditopublico.gov.do/ y https://www.bancentral.gov.do/publicaciones_economicas/infeco_preliminar/infeco_preliminar2017-12.pdf.).

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