domingo, 12 de julio de 2020

Lenin se erige en Alemania | Doug Bandow comenta la presentación de una nueva estatua de Lenin en la ciudad alemana de Gelsenkirchen.

Lenin se erige en Alemania

Doug Bandow comenta la presentación de una nueva estatua de Lenin en la ciudad alemana de Gelsenkirchen.
Derribar estatuas se ha convertido en el último placer nihilista en EE.UU. No importa el proceso legal, la propiedad de la estatua, y la decisión democrática. Las multitudes no pensantes con poco conocimiento y mucho menos juicio circulan las calles de EE.UU. asignándose el mandato del cielo de violentamente imponer la nueva corrección política al resto de nosotros. 
El ataque a las figuras de la Confederación no merece comentario, aunque muchos de los norteños eran igual de racistas y Abraham Lincoln originalmente pretendía conservar la esclavitud, llamando a los soldados a invadir solo los estados sureños y mantener la unión, sin importar el costo humano. La idea de que personas como Robert E. Lee podían genuinamente sentir lealtad a sus estados por encima del nacionalismo y aborrecer la disposición de Washington de utilizar la fuerza militar para subyugar a la gente que busca cambiar su sistema político está más allá de los procesos de pensamiento del típico estalinista pro-estatuas. 
Por supuesto que los próximos en la lista serían los Padres FundadoresThomas Jefferson y George Washington han sufrido caídas humillantes. Ellos fueron propietarios de esclavos, como muchos otros en su época. No importan sus logros, sin embargo. Estos incluían conformar una nación y escribir una Constitución que sentó las bases para la abolición de la esclavitud, algo que ellos comprendían que sería necesario pero que también lo veían como políticamente imposible en su época. Incluso Ulysses S. Grant se convirtió en un objetivo. Uno sospecha que muchos de los destructores alegres pensaron que era un Confederado. Después de todo, otro uniforme, otro caballo, otra figura de la Guerra Civil. ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué debería importar que el fue el comandante general del Norte, que hizo más que cualquier otra persona para acabar con la resistencia militar del Sur? Y, de todas maneras, él no fue perfecto, como lo son hoy muchos gángsters y pretenciosos de la justicia social
La nueva moda sigue el viejo guion comunista: derriben la historia para reconstruirla a su propia imagen. 
La perfección es demandada por las pandillas itinerantes de la izquierda. Esto deja un ambiente lleno de objetivos. Permítame sugerir unos objetivos nuevos. Sin duda alguna, cualquier cosa que conmemore al santurrón, racista, contrario a las libertades civiles y belicista Woodrow Wilson debería ser destruida (Yo estaría feliz de ayudar con este esfuerzo, ¡con mucho placer!).
También debería la armada de la corrección política destruir cualquier estatua de Franklin Delano Roosevelt, quien hizo poco para combatir la segregación, encarceló a los japoneses-estadounidenses, rechazó a los refugiados judíos antes de la Segunda Guerra Mundial, no hizo nada para interferir con los campos de muerte de la Alemania Nazi, y gozó de un romance político con Joseph Stalin, uno de los asesinos en masa más notorios en la historia. Luego está Lyndon B. Johnson, el corrupto y ambicioso de poder que envió a decenas de miles de estadounidenses a su muerte en Vietnam. Casi cualquier político sureño electo antes de aproximadamente 1970. Incluso Barack Obama. Él no creía en el matrimonio homosexual hasta que la mayoría popular cambió. ¡No tenía un perfil de coraje!
Pero la ciudad alemana de Gelsenkirchen está incluso con una necesidad más desesperada de que alguien derribe una estatua. Hace algunas semanas atrás el Partido Marxista-Leninista de Alemania, o MLPD, erigió un monumento a Vladimir Illyich Ulyanov Lenin, el hombre sobre el cual recae gran parte de la responsabilidad por la Revolución Bolchevique, la Unión Soviética, y el subsiguiente desfile de horrores. “El tiempo de los monumentos a los racistas, fascistas anti-semitas, anti-comunistas, y otras reliquias del pasado claramente ha pasado”, declaró Gabi Fechtner, la ligeramente disparatada “directora” del MLPD. Lenin, explicó ella, “fue un pensador adelantado a su tiempo y de importancia histórica a nivel mundial, un luchador temprano por la libertad y la democracia”.
Gelsenkirchen está ubicada en lo que fue la Alemania Occidental, así que Fechtner no puede culpar al adoctrinamiento de la Alemania Oriental por sus opiniones graciosas (¿Lenin luchó por la libertad y la democracia? ¿En qué planeta? ¿En cuál sistema solar?). Y, a sus 43 años de edad, ella era los suficientemente mayor para ver la respuesta hilarante de sus compatriotas en el Este cuando cayó el Muro de Berlín, permitiéndoles escapar de su prisión nacional (Quizás ella estaba molesta porque algunos de ellos luego se mudaron al Occidente y se aglomeraron en su ciudad). O, quizás el sistema educativo de Alemania está simplemente sobrevalorado. O Fechtner demora en aprender. Bastante.
El MLPD defiende no solo a Marx y a Lenin sino también a Mao y Stalin. Mientras que el partido insiste en que no endosa todo acerca de ellos —los asesinatos masivos que involucraron a decenas de millones de personas son un tanto demasiado incluso para que lo pueda digerir un comunista comprometido actual— el MLPD todavía se basa en sus enseñanzas. Quizás la identificación del partido con los asesinos en masa es la razón por la cual ha sido un tanto poco que salvajemente exitoso. En promedio obtiene un 0,1 por ciento de la votación en las elecciones nacionales para el parlamento. En las últimas elecciones para el Parlamento Europeo, el MLPD obtuvo un 0,05 por ciento. Ha logrado que se elijan unos pocos miembros en los concejos de algunas ciudades. Su victoria más grande: obtener 38 escaños en Neukirchen-Vluyn con un impresionante 7,5 por ciento de los votos contados.
Pero quizás la estatua de Lenin desatará una nueva revolución. Es la primera de Lenin que se erige en Alemania Occidental, que fue la frontera de guerra ante las Fuerzas Armadas Rojas durante la Guerra Fría. Próximamente surgirá una estatua de Marx, dijo Fechtner. Al menos él era simplemente un intelectual tonto sin la más mínima idea de qué tan ridículo serían sus ideas llevadas a la práctica (¿No sabía qué tan tonto? Lea The Intellectuals: From Marx and Tolstoy to Sartre and Chomsky de Paul Johnson).  
Si el MLPD fuese serio, ¿qué tal una estatua de Stalin? Los museos y parques a lo largo de Europa Oriental tienen más de una disponible, quizás a la venta. Y el Partido Comunista de China todavía está produciendo ídolos de Mao, antes los cuales se espera que los chinos hagan una genuflexión. Sin duda, Pekín podría prescindir de un par de estos para el MLPD, quizás regalarlos junto con la placa adjunta que alaba el genio y la grandeza del Presidente Chino y Secretario General del Partido Comunista de China, Xi Jinping
En fin, no todos están contentos con el gesto amoroso del MLPD con el modelo bolchevique. El consejo distrital de Gelsenkirchen-Oeste emitió una resolución en marzo afirmando lo obvio: “Lenin representa la violencia, la represión, el terrorismo y un sufrimiento humano terrorífico”. Alemania, sin embargo, aparentemente en contraste con EE.UU., es un país en el que la ley prevalece, la propiedad es respetada, y las multitudes no son toleradas. Martin Schulmann, el consejero de la ciudad, explicó que “solo unas pocas personas alrededor del Partido Marxista quieren [la estatua], nadie más”. Pero “no tenemos más opción que aceptar el fallo de la corte, dado que el pedazo de tierra en el que la estatua será instalada es de propiedad privada”.
Nada de esto sorprende. Euronews reportó: “En las décadas de experiencia abordando el pasado Nazi y comunista del país, ‘las cosas siempre se han hecho de manera adecuada, todo parece ser muy alemán’ con aplicaciones oficiales ante las autoridades locales y con un desmantelamiento ordenado de los manumentos, dijo Urte Evert, director del museo Spandau Citadel en Berlín, donde muchas estatuas viejas están en exhibidas”.
De manera que la estatua de Lenin, producida hace más de seis décadas en Checoslovaquia, que había sido sometida al comunismo cortesía de las tropas soviéticas que la ocuparon luego de la Segunda Guerra Mundial, fue erigida. Incluso fue comprada de la manera más capitalista —con una subasta de $18.000 en eBayDeutsche-Welle reportó que la celebración de Lenin, a quién describió de manera sutil como un “controversial líder soviético”, fue acompañada de música, agitación de banderas, y, por supuesto, discursos. De manera lo suficientemente apropiada, Lenin estaba cubierto con una tela roja antes de ser develado. 
Aparentemente Fechtner se percató del aluvión de odio a las estatuas en otros lugares y dijo que los comunistas fieles habían fortalecido a Lenin: “No diré exactamente cómo pero esta ha sido firmemente ajustada en su lugar”. Pero hay quizás pocas cosas que unos cuantos sopletes de fuego y una niveladora no puedan derribar. 
Vale la pena recordar que el verdadero Lenin —todavía descansando en su celebrada tumba en Moscú, con muchos otros indignos como Stalin, enterrados cerca del Kremlin. Luego del colapso de la USSR, hubo una seria discusión acerca de enterrar a Lenin y cerrar su tumba. Boris Yeltsin, el primer presidente democráticamente electo de Rusia, removió la guardia de honor del mausoleo pero con una salud y capital político en declive no fue capaz de enfrentarse a los mitólogos que se oponían a desmantelar el sitio sagrado del comunismo. 
Lenin es uno de los individuos más importantes y consecuentes de la historia. Sin él probablemente no hubiese habido una Revolución Bolchevique. Hubo otros revolucionarios talentosos, inteligentes, y determinados. Pero él fue único. Tenía ímpetu, carisma, era atractivo, razón por la cual Wilhelmine en Alemania reconoció que era un arma de destrucción masiva primitiva, que valía la pena transportarlo en un tren sellado a Rusia para esparcir el virus de la revolución radical. Y lo hizo, con un efecto devastador. 
También adquirió y manipuló el poder sin escrúpulos. Cuando los bolcheviques importantes se opusieron a los términos severos de paz de Alemania en el Tratado de Brest-Litovsk, él estuvo casi solo al forzar la aceptación del régimen revolucionario. Entendió que las personas querían desesperadamente la paz y que removerían del poder a los bolcheviques si estos no la conseguían. Todo lo que importaba era permanecer en el poder. También condujo a los comunistas a la victoria en la guerra civil brutal que luego se desarrolló. 
Otros, incluyendo a Stalin y especialmente a Leon Trotsky, jugaron papeles importantes. Pero fue Lenin quien no permitiría que nada distraiga a partido comunista de su tarea esencial de consolidar su control. 
Murió con tan solo 53 años de edad en 1924. ¡Pero qué legado! La Revolución Bolchevique. La matanza de la familia zarista real. El triunfo brutal sobre los Blancos en la guerra civil. La supresión sangrienta de la rebelión de Kronstadt en contra de la represión comunista. El apoderamiento de Joseph Stalin, que condujo a frecuentes purgas del partido, a la hambruna masiva en Ucrania, al pacto entre Hitler y Stalin, lleno de conflictos calientes, a las dictaduras y movimientos revolucionarios en el Tercer Mundo, y a las confrontaciones con los super poderes. La creación de regímenes comunistas asesinos en China, Corea del Norte, Vietnam, Cuba y otros lugares. El Muro de Berlín. Y el Imperio del mal, como Ronald Reagan denominó al sistema soviético en su punto máximo. 
Algunos comunistas modernos, quienes, a diferencia del partido Fechtner de MLPD, han removido a Stalin de su lista de héroes comunistas, dicen que Lenin era un pobre humanitario incomprendido cuya promesa utópica fue pervertida por sus sucesores sin principios. Aún así Lenin lideró la Revolución Bolchevique exiliando, arrestando, y suprimiendo toda oposición, incluso aquella liberal y elegida. Él no perdió tiempo en “la libertad y la democracia”, contrario a lo que dice Fechtner, haciendo regir el gobierno bolchevique, aplastando la disidencia incluso dentro del partido, estableciendo la policía secreta Cheka, la cual luego se convirtió en la monstruosamente asesina NKVD y solo en una solo ligeramente más discreta y sutil KGB, y lideró el bando victorioso en una de las guerras civiles más horrorosas del mundo. Es probable que él haya ordenado el asesinato del Tsar depuesto y su familia real, incluyendo los hijos y sirvientes. 
Dejando eso a un lado, Lenin era realmente una dulzura, amaba a su familia, y adoraba las mascotas. 
Vale la pena enfatizar que Lenin fue responsable del surgimiento de Stalin, eligiéndolo después para que liderara al partido. Antes de que los infartos lo dejaran incapacitado y eventualmente lo mataran, Lenin dictó un testamento sugiriendo que Stalin fuese removido, pero en gran medida por ser áspero y grosero, incluso con la esposa de Lenin, no por abusar del poder, o demostrar una ambición asesina, o por amenazar “la libertad y la democracia”. Incluso en medio de la crítica Lenin alabó a Stalin como un “líder sobresaliente” junto con Trotsky. En la práctica, a Lenin no le molestaba el terror como un arma revolucionaria. Y no derramó lágrimas por las víctimas. 
¿En qué se convirtió finalmente la Unión Soviética de Lenin? El fallecido científico social R. J. Rummel describió como operaba la amada Cheka del líder comunista, desde que fue renombrada: “las cuotas de asesinatos y arrestos no funcionaban bien. Donde encontrar a los ‘enemigos del pueblo’ a los cuales ellos debían disparar era un problema particularmente agudo para la NKVD local, que había sido diligente descubriendo ‘complots’. Tenían que recurrir a disparar a aquellos arrestados por los crímenes civiles más mínimos, aquellos particularmente arrestados y liberados, e incluso las madres y esposas que aparecían en la sede central de la NKVD en busca de información acerca de sus seres queridos que habían sido arrestados”. Sin duda, ¡un creyente en la libertad y la democracia!
Fechtner y su manada de miembros del partido son libres de gozar de sus delirios. Hubo una época en que muchos otros fueron atraídos por las promesas falsas del comunismo. “Yo he visto el futuro y funciona”, declaró el periodista Lincoln Steffens en 1919. Luego de siete décadas de una experiencia brutal, sangrienta, y opresiva, la banda de verdaderos creyentes disminuyó. Para cuando cayó el Muro de Berlín, los pocos verdaderos comunistas que quedaban estaban en la academia —y trabajando en la oficina en Burlington del alcalde Bernie Sanders. Ellos ciertamente no estuvieron en la Unión Soviética o en las provincias abandonadas de su extenso imperio. Y, afortunadamente, no hay muchos de ellos en Alemania hoy, como lo evidencian los pocos votos del MLPD. 
Aún así, la estatua de Lenin ahora está a la vista en Gelsenkirchen, Alemania. Está esperando ser humillada, pintada, vandalizada, y removida. ¿Quién está conmigo? ¿Un viaje a Gelsenkirchen? ¿Qué tal un fin de semana de turismo resaltado con una emocionante niveladora y fuegos artificiales, protagonizados por un par de sopletes de fuego? Es tiempo de que el resto de nosotros haga algo para realmente promover “la libertad y la democracia”, las cuales Lenin hizo tanto por destruir.
Este artículo fue publicado originalmente en American Spectator (EE.UU.) el 24 de junio de 2020. https://www.elcato.org/lenin-se-erige-en-alemania

  Doug Bandow es Académico Titular del Cato Institute.

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