Todo apunta a nuevas elecciones en otoño. El rendimiento de los bonos italianos a dos años subió a 2,64% este 29 de mayo. La brecha con los bonos del gobierno alemán con el mismo vencimiento es más del 3%, la más alta desde la crisis del 2012.
La prima de riesgo está todavía muy por debajo del nivel del 7% o más, por lo cual Grecia y Portugal tuvieron que ser rescatados. Pero si la incertidumbre se prolonga durante meses podría crecer aún más el nerviosismo de los inversionistas. Sin embargo, la cuestión de un posible rescate de Italia no se plantea.
No hay una red de salvamento tan grande
Simplemente no existe un paraguas tan grande para cubrir la deuda estatal italiana, que ronda los 2,3 billones de euros. Italia tiene una deuda mucho mayor que Alemania. El índice de deuda de Roma supera el 130% del PIB, solo superado por el de Grecia en la zona euro.
El gobierno de Roma tiene que emitir regularmente nuevos bonos estatales para liquidar antiguas deudas. Solo en 2018, serán alrededor de 250 mil millones de euros. A modo de comparación: el Fondo Europeo de Rescate (FER) dispone de un total de 400 mil millones de euros.
En otras palabras, el FER podría financiar durante un año la tercera mayor economía de la zona euro, con la condición de que ningún otro país sea infectado por la crisis italiana, lo que sería utópico.
“Es una crisis de deuda de Italia, no del euro”
Por otra parte, Banco Central Europeo (BCE) nunca ha activado su famoso programa de emergencia “Outright Monetary Transactions”, más conocido por su sigla “OMT”. En ese caso, el BCE puede comprar valores ilimitados de países en problemas. Para beneficiarse de este programa, el país debe comprometerse a cumplir estrictas condiciones. Algo inimaginable en los partidos más grandes de Italia. Expertos coinciden en que el BCE no activará dicho programa.
Al fin y al cabo, “no debe ser recompensada una política económica irresponsable”, advierte Jörg Krämer, economista jefe de Commerzbank: “Si Italia entra en crisis por culpa propia, y por negligencia pierde la oportunidad de financiarse en los mercados, el Banco Central Europeo tampoco podrá salvarla”, dice Krämer a DW.
Aunque la economía de Italia es seis veces más grande que la griega, el grado de contagio a otros países es limitado, considera Carsten Heese, del Banco Berenberg, y concluye: “Esta es definitivamente una crisis italiana, no es una crisis del euro, porque la zona euro tiene instrumentos suficientes para prevenir la infección”.
Zhang Danhong (jov/er) https://espanol24.com/italia-demasiado-grande-para-poder-ser-rescatada/
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Italia tiene un gran reputación por sus artesanos, que crean manualmente obras maestras únicas. Sin embargo, su trabajo corre el riesgo de desaparecer. Negar Azhar Azari estudió joyería y grabado durante nueve años. Después abrió su propio taller y una galería. En la foto aparece mostrando una pieza grabada por ella misma.
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Habilidades que se extinguen
El estudio de Negar Azhar Azari muestra piezas que la artista creó utilizando herramientas de grabado florentino llamadas “bollini”. Durante su etapa de aprendiz junto al maestro artesano Giuliano Ricchi aprendió diversas técnicas. Ahora está feliz de integrarse en siglos de tradición. Pero, para que los jóvenes puedan seguir los pasos de Azari, hacen falta inversiones públicas o privadas.
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Tradiciones que desaparecen
Una máquina del taller de Giuliano Ricchi troquela sobre cobre un diseño grabado a mano. Las láminas se transforman después en cajas de pastillas, tarjeteros y otros elegantes objetos. Lamentablemente, Ricchi es uno de los últimos artesanos, pues los italianos ya no aprenden estas habilidades. Hasta un mes puede llevar crear una plancha como la de la imagen, algo que no se valora hoy día.
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Cortante destreza
Estas tijeras tienen unos 40 años de antigüedad y son una herramienta esencial para la sastre Paola Gueli. Las heredó de su propio padre, que tenía 30 empleados en su taller. En los años 50, Italia albergaba unos cuatro millones de sastres. Hoy son solo 700.000, lo que sitúa este oficio en peligro de extinción.
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Futuro incierto
A pesar de acumular un siglo de experiencia, Paola Gueli y su padre, Raffaele, tienen un futuo incierto. Actualmente, queda vacante uno de cada cinco puestos de trabajo ofrecidos por sastrerías. Quienes estudian el oficio en academias, sueñan con convertirse en grandes diseñadores, no en humildes sastres.
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Manos de artesana
“Italia corre el riesgo de perder grandes manos”, dice Paola Gueli. “Las mías son pequeñas, pero, en realidad, son enormes. Por desgracia, no se nos valora. De hecho, se nos ignora”. Gueli cree que ni el Estado ni las asociaciones apoyan a los sastres con medidas como préstamos, apoyo logístico y trabajadores. Sus manos trabajan el paño con una finura que no logran las máquinas de coser.
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Cocción peligrosa
El horneado también es artesanía, pero en Sicilia los hornos tradicionales tienen una preocupación más al margen de una posible extinción de su actividad: se las tienen que ver con la mafia. Los miembros horneadores de la familia D’Aloisi se negaron a ceder ante la presión para que alteraran sus productos y los criminales prendieron fuego a su negocio.
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Amplio surtido
En el horno tradicional “Il Fornaio”, Michele D’Aloisi extiende semillas de sésamo sobre el pan. En Sicilia, estos negocios están cerrando víctimas de la crisis, la mafia y la tendencia a comprar el pan en el supermercado. Pero los horneadores esperan que esta rama de la artesanía italiana sea capaz de sobrevivir.
Autor: Nancy Greenleese / MS
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