Durante los primeros cuatro días de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), México se presentó con las mismas metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que estableció en 2015 y sin una participación activa en la Cumbre de Líderes Mundiales ni en otros espacios como los pabellones para delegaciones.
En la Cumbre, que se realizó el pasado lunes y martes durante la COP26 en Glasgow, Escocia, se reunieron cientos de presidentes y primeros ministros del mundo y algunos de ellos anunciaron mayores metas de reducción de emisiones y financiamiento para la acción climática.
Sin embargo, México no tuvo participación del presidente Andrés Manuel López Obrador ni del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Tampoco tuvo un lugar en los pabellones para delegaciones en la COP26, donde cada país brinda información sobre su acción climática.
Falta de liderazgo
“Debido a medidas de austeridad se había tomado la decisión de no tener pabellón en la COP26, pero eso no implica que no tengamos participación, solo que no tenemos a nivel de jefes de estado”, afirmó en entrevista Camila Zepeda, jefa de la delegación y directora general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
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“Estamos percibiendo una falta de liderazgo de México, en años pasados fue líder en las negociaciones sobre cambio climático, pero hoy en día no lo somos”, menciona Gustavo Alanís, presidente del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
México es el treceavo del mundo en emitir más Gases de Efecto Invernadero (GEI) responsables del cambio climático, sin embargo, los compromisos para aumentar la reducción de esas emisiones no figuran en la agenda que tiene la delegación mexicana en la COP26.
Mismas metas
El país ratificó en 2020 las mismas metas de reducción de emisiones que presentó en 2015 con el Acuerdo de París: reducir 22% de sus emisiones de GEI y 51% sus emisiones de carbono negro para 2030. Esas fueron las mismas promesas para Glasgow.
El Acuerdo de París es el acuerdo internacional ratificado por México y otros 190 países para limitar el aumento de temperatura terrestre a 2 grados centígrados, con esfuerzos para no alcanzar el aumento de 1.5 grados.
“México tiene un nivel altamente insuficiente de sus compromisos climáticos. En México parece que vamos en dirección contraria a las negociaciones, estamos promoviendo las carboeléctricas, las refinerías y el uso de combustóleo con la propuesta de reforma eléctrica recientemente enviada al Congreso por el presidente de la República, se está privilegiando a los combustibles fósiles”, sostiene Gustavo Alanís, abogado del CEMDA y observador de la COP26.
Lo anterior a pesar de la presión internacional para que los gobiernos del mundo adopten compromisos más robustos (o ambiciosos, como se dice en el lenguaje climático) para alcanzar las cero emisiones hacia 2050, una meta que tiene sus bases en el sexto informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
De acuerdo con este informe publicado en agosto de 2021 actualmente la temperatura promedio terrestre ha aumentado 1.1 grados centígrados debido a la quema de combustibles fósiles principalmente, lo que ha provocado cambios en el clima en todas las regiones del mundo a una velocidad no vista en los últimos 2000 años.
Por ello el reporte sugiere que para no rebasar el aumento de temperatura atmosférica a 1.5 grados centígrados hacia 2050 es necesario reducir las emisiones a cero a nivel global. Si no lo hacemos, el IPCC proyecta que tendremos temperaturas extremadamente altas, un aumento en el nivel del mar de la mayoría de las costas y un aumento en los eventos extremos como ciclones tropicales o tormentas de polvo.
México también es impactado por el cambio climático que está afectando sobre todo el noroeste del país, donde se registran altas temperaturas atmosféricas y ondas de calor sin precedentes, y el sureste, en la Península de Yucatán, que presenta cambios en la distribución de lluvias que podrían afectar el sistema de producción agrícola, indica el IPCC.
Financiamiento, adaptación y género: la agenda de México en la COP26
La delegación mexicana está compuesta por la jefa de delegación Camila Zepeda y 7 jóvenes representantes de la SRE y la Embajada de México en Reino Unido. Cuatro de ellas son mujeres y tienen agendas específicas: Silvia Cantú, Daniel Arredondo, Aurora Uribe y María Fernanda Medina.
Algunos temas que traerá la delegación mexicana a las negociaciones de la COP26 son el aumento de financiamiento climático para países en desarrollo; la promoción de la adaptación del cambio climático a través de soluciones basadas en la naturaleza como el programa Sembrando Vida; e incorporar una perspectiva de género y derechos humanos como temas transversales en las negociaciones.
Algunos representantes de la sociedad civil consideran que las políticas energéticas de México que priorizan la explotación de combustibles fósiles no son congruentes con la demanda de mayor financiamiento climático.
“Si tienes la cara como país para exigir ese dinero, también tienes que demostrar que tienes un lado sustentable. No puedes pedir dinero cuando construyes refinerías, cuando promueves carboeléctricas, combustóleo, etcétera. Tiene que haber congruencia entre lo que se pide y lo que se hace”, enfatiza Gustavo Alanís.
El próximo 9 y 10 de noviembre llegará a Glasgow María Luisa Albores González, secretaria de Medio Ambiente, quien se espera que tenga una participación en el Segmento Ministerial de Alto Nivel.
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