¿Quería Balaguer apoyar a Peña en 1996?
Recientemente circuló un artículo del laureado escritor, poeta y amigo cercano del Dr. Joaquín Balaguer, Cándido Gerón qué afirmaba que, en las elecciones del 1996, Balaguer, quería darle su apoyo al Dr. José Francisco Peña Gómez, líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y del llamado acuerdo de Santo Domingo, coalición que apoyaba su candidatura.
He esperado que los principales actores políticos que acompañaron al Dr. Peña Gómez en esa coyuntura, se pronunciarán al respecto, pero todos han hecho “Mutis” como respuesta, dando aquiescencia a lo afirmado por Candidato Gerón.
Quiero dejar claro que mi propósito no es negar ni contradecir lo afirmado por el señor Cándido Gerón, solo quiero establecer lo que a mí entender era el fondo de esa propuesta.
Que Balaguer le haya expresado a su amigo Candido Gerón su disposición de apoyar al Dr. Peña Gómez, no lo pongo en duda, tratándose de una persona que por sus condiciones morales y profesionales, no tiene que invitar una fábula para hacer opinión pública.
Con lo que no estoy de acuerdo, es con la «sinceridad» y el «desprendimiento» del viejo zorro de la política criolla, de abandonar su rivalidad visceral con Peña para propiciar el ascenso al poder a su archi enemigo político a lo largo de sus 22 años de gobierno.
¿Cuáles razones tendría Balaguer para apoyar la candidatura de Peña?
Ninguna. Veamos,
El Dr. Joaquín Balaguer fue de los que en el régimen de Trujillo justificó y defendió la Matanza de inmigrantes haitianos 1937, producto de la cual Peña Gómez y sus dos hermanos quedaron abandonados ante la huida de sus progenitores para salvar su vida de esa orgía de sangre y barbarie.
A todo lo largo de su ejercicio en el poder Balaguer sometió a Peña a toda clase de persecución y represión llegando a impedir por meses que este pudiera usar los medios de comunicación radiales.
Balaguer fue de los principales instigadores de la campaña racista que sectores de la ultra derecha levantaron encontra de Peña por su origen y su color.
Para Balaguer, Peña era una pesadilla en la noche larga de sus 22 años.
Balaguer nunca le perdonaría a Peña:
Que se integró desde la llegada del PRD en julio de 1961 a la lucha contra los remanentes del Trujillismo, encabezado en ese entonces por el binomio Ramfis- Balaguer, logrando la salida del primero con todos los parientes cercanos del tirano y contribuyendo a la huida de este último por el patio de la Nunciatura Católica en el país.
Que lo enfrentó en las elecciones de 1966 patrocinada por el Departamento Estado de EEUU, bajo la ocupación de las tropas de intervención yankis en el país, que frustraron la revuelta de abril que buscaba el retorno del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch.
Que fuera el que con su portentosa voz denunció permanentemente el exterminio llevado acabó en los primeros años del régimen de los 12 años contra los militares y combatientes constitucionalistas.
Que propiciará en 1970 la más radical oposición a la primera reelección de Balaguer, bajo la consigna de anti reelecionismo sin elecciones, abogando la abstención electoral.
Que que denunciara en Washington y en las principales ciudades de Europa los atropellos, la represión y las violaciones a los derechos humanos que sometía el régimen de Balaguer a sus opositores.
Peña fue el principal armador de la coalición que con Antonio Guzmán saco del poder al oprobioso régimen de los 12 años.
Fue Peña que en 1982 apoyo a Salvador Jorge Blanco para propiciar una segunda derrota consecutiva a los intentos del “vuelve y vuelve” del Dr. Balaguer.
Fue Peña Gómez que en 1994 denunció y demostró el gigantesco fraude hecho en su contra mediante la dislocación en el padrón electoral, de miles de perredistas en todo el país, lo que provocó una crisis post electoral que tuvo al causar un estallido popular de proporciones impredecible.
Cómo se ve Balaguer no tenía motivo ni razón para propiciar el ascenso de Peña a la presidencia de la República.
La solución a esa crisis fue la reforma a la constitución y la reducción a dos (2) años del periodo con que Balaguer pretendía cumplir su segundo mandato de 12 años.
El día en que se firmó el llamado » PACTO POR LA DEMOCRACIA», para la salida a la crisis, una comisión del PRD encabezada por el Dr. Peña Gómez, fue en horas de la tarde al Palacio Nacional a instancias del “Dueño de la Silla de Alfileres», y con él se firmaron acuerdos, como los de un 45% necesario para ganar la primera vuelta, cosa que luego el presidente Balaguer echaba en el zafacón de los desperdicios en horas de la noche.
La modificación a la constitución eliminó la reelección indefinida, estableciendo un periodo de cuatro (4) años, lo que impidió una nueva respostulación del Dr. Balaguer en las elecciones 1996, teniendo que admitir muy a su pesar, no apoyar, la candidatura de Jacinto Peynado por el partido Reformista Social Cristino (PRSC), contra el cuál se trazó la política de hacerlo quedar fuera de competencia en la primera vuelta.
Para el proceso de las elecciones de 1996, quién suscribe, era subdirector del departamento electoral del PRD bajo la dirección de WINSTON ARNAUD, y puedo testimoniar que lo que hicieron contra Peynado fue tan infame que a nuestro centro de cómputos llegaron actas de mesas electorales donde ni el delegado reformista votó por él. Fue un plan elaborado para descartar a Peynado, auspiciar la candidatura del PLD y «Para que la Presidencia no caiga en manos que no sean verdaderamente dominicanas» cerrando de paso «El Camino Malo», como diría Balaguer en la oficialización del llamado FRENTE PATRIÓTICO.
Es cierto que habían sectores del Reformismo amigos de Peña cómo Don Enrique Peynado y el propio Guaroa Liranzo, entre otros, que no veían mal el apoyo a su candidatura siempre y cuando se quitara a Fernando Álvarez Bogaert cómo candidato a la vicepresidencia, lo que Peña siempre se negó por lealtad a la familia Bogart y el respeto a la palabra empeñada.
También habían sectores allegados a Jacinto Peynado incómodos por la sucieza que le habían hecho a éste en la primera vuelta, que hubiesen apoyado a Peña.
Balaguer no tenía ninguna razón para apoyar a Peña en la segunda vuelta en un escenario preparado por él.
Lo que motivaba preocupación en Balaguer y su círculo más cercano era Fernando Álvarez Bogaert. El mandatario sabía por información de inteligencia del grado de desarrollo que había alcanzado el cáncer que padecía el Dr. Peña Gómez, que no auguraba que en caso de que éste ganará las elecciones como podría ocurrir, pudiera asumir y concluir su periodo de gobierno dejando a Fernando la conducción del mismo.
Dando carácter de veracidad a lo afirmado por el señor Cándido Gerón, la propuesta de apoyo externada por el Gurú de la Máximo Gómez 25, al Dr. Peña Gómez, si retiraba a Fernando Álvarez Bogaert como su compañero de boleta, se puede deducir que no era a Peña que se quería apoyar, sino a Fernando al que se quería joder.
¿Qué garantía tenía Peña, de que excluido Fernando de la boleta, Balaguer cumpliera?
Ninguna.
Balaguer nunca cumplió su palabra. Se comprometió con Augusto Lora, fundador y principal actividad del entonces Partido Reformista (PR), de apoyarlo en las elecciones del 1970 y no cumplió, no pudo impedir la candidatura de Fernando Álvarez Bogart a la vice presidencia con él como candidato y lo hicieron renunciar utilizando los métodos de la Costra Nostra, descubierto el fraude del 1994, cual ladrón que lo agarran con las manos en la masa, quiso repartir el botín en partes iguales (Dos años y Dos años) cosa que seguro no iba a cumplir porque condicionaba a que los primeros dos (2) años fueran de él.
A eso hay que agregar que pactó con Peña un porcentaje del 45% cómo condición de ganar en la primera vuelta, y se coaligó con los enemigos jurados de éste para en apenas tres (3) horas traicionar su palabra empeñada en horas de la tarde subiera a 50% más un (1) voto.
Balaguer no tenía motivo, ni razón para querer que su principal opositor durante su mandato de 22 años, llegará a la presidencia. Buscaba sacar a Fernando del juego y volver a incumplir su palabra.
De todos modos la historia no se escribe con adverbio de duda: Quizás, tal vez, pudo ser, probablemente, posiblemente, a lo mejor etc. etc. La historia solo puede escribirse con hechos acaecidos en el espacio y en el tiempo; lo demás, está en el terreno de la interpretación que cada cual puede darle a las palabras y a los acontecimientos.
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