De este 2019 político dependerá el 2020
En este año político que iniciamos se definirá el futuro inmediato, y también mediato, del PLD y de las diversas componentes del espectro opositor. Si Danilo logra pasar su candidatura a la reelección sacaría de juego a Leonel de su carrera hacia la presidencia de la República; si la reelección no pasa, de cara al futuro, Danilo sale definitivamente de competencia para ser presidente, e independiente de que sea o no Leonel el candidato del PLD, gane o pierda las elecciones del 2020, saldría también del juego definitivamente de las pujas por las candidaturas presidenciales de ese partido. En la acera del espectro opositor, si sus integrantes no se unen, sus posibilidades de ganar las elecciones del 20 serán prácticamente nulas, y de cara al 24 todos podrían ser más pequeños de cuanto son hoy.
En su fratricida lucha, los dos principales grupos al interior del PLD impidieron que este se desarrollase como partido, bloqueando toda posibilidad de alternancia en el poder de la militancia al mantener todos los dirigentes en sus puestos de mandos y la única modificación en la cantidad y puestos en los órganos de dirección se hace integrando nuevos miembrosquemayoritariamente representan al jefe/grupo de mayor poder. Una práctica/aberración que ni siquiera en de los regímenes totalitarios de partido único se registra. Desaparecido uno o los dos principales jefes/facciones, se plantearía una modificación de ese aberrante método de no alternancia en los órganos de dirección que produciría en deshielo en esa colectividad política de imprevisible impacto.
No existe una medición de indicadores que permitan sostener objetivamente que los gobiernos del PLD han sido los que más daño han hecho a este país o que ese daño, en términos estructurales, haya sido peor que el causado por la dictadura de Trujillo. Sin embargo, en esta época de medición de indicadores sobre calidad de vida, o desarrollo humano, ha sido en los gobiernos de ese partido, en relación con la casi totalidad de los países del mundo, cuando esta sociedad ha llegado a los peores grados de deterioro de los valores y pilares fundamentales que sustentan las estructuras de cualquier sociedad. Mientras más dure el PLD en el poder, no solo se acentuará el proceso de degradación política, moral, social, e institucional deesta sociedad, sino tambiénlapermanente pequeñez de los partidos pequeños (actuales y/o por surgir)y la incapacidad del PRM de salir de las rémoras internas que lo lastran.
Por diversos motivos, estas últimas componentes políticas no han calibrado correctamente esa realidad porque a pesar de plausibles gestos de algunos, mantienen una actitud esencialmente igual a la mantenida durante los años 2008/12 y 2012/16 que, más tres del 2016/18, son 11 años perdidos en ara de la quimera. Es loable que se unan algunos pequeños para presentar candidaturas congresuales y municipales comunes, pero eso puede ser insuficiente para que esos partidos logren una representación determinante; sólo una unidad de toda la oposición puede alcanzar una representación congresual y municipal que posibilite la escogencia, mediante un método consensuado, de una candidatura presidencial unitaria capaz de producir político un 2020 sustancialmente diferente al 12 y 16. http://hoy.com.do/de-este-2019-politico-dependera-el-2020/
En su fratricida lucha, los dos principales grupos al interior del PLD impidieron que este se desarrollase como partido, bloqueando toda posibilidad de alternancia en el poder de la militancia al mantener todos los dirigentes en sus puestos de mandos y la única modificación en la cantidad y puestos en los órganos de dirección se hace integrando nuevos miembrosquemayoritariamente representan al jefe/grupo de mayor poder. Una práctica/aberración que ni siquiera en de los regímenes totalitarios de partido único se registra. Desaparecido uno o los dos principales jefes/facciones, se plantearía una modificación de ese aberrante método de no alternancia en los órganos de dirección que produciría en deshielo en esa colectividad política de imprevisible impacto.
No existe una medición de indicadores que permitan sostener objetivamente que los gobiernos del PLD han sido los que más daño han hecho a este país o que ese daño, en términos estructurales, haya sido peor que el causado por la dictadura de Trujillo. Sin embargo, en esta época de medición de indicadores sobre calidad de vida, o desarrollo humano, ha sido en los gobiernos de ese partido, en relación con la casi totalidad de los países del mundo, cuando esta sociedad ha llegado a los peores grados de deterioro de los valores y pilares fundamentales que sustentan las estructuras de cualquier sociedad. Mientras más dure el PLD en el poder, no solo se acentuará el proceso de degradación política, moral, social, e institucional deesta sociedad, sino tambiénlapermanente pequeñez de los partidos pequeños (actuales y/o por surgir)y la incapacidad del PRM de salir de las rémoras internas que lo lastran.
Por diversos motivos, estas últimas componentes políticas no han calibrado correctamente esa realidad porque a pesar de plausibles gestos de algunos, mantienen una actitud esencialmente igual a la mantenida durante los años 2008/12 y 2012/16 que, más tres del 2016/18, son 11 años perdidos en ara de la quimera. Es loable que se unan algunos pequeños para presentar candidaturas congresuales y municipales comunes, pero eso puede ser insuficiente para que esos partidos logren una representación determinante; sólo una unidad de toda la oposición puede alcanzar una representación congresual y municipal que posibilite la escogencia, mediante un método consensuado, de una candidatura presidencial unitaria capaz de producir político un 2020 sustancialmente diferente al 12 y 16. http://hoy.com.do/de-este-2019-politico-dependera-el-2020/
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