lunes, 26 de marzo de 2018

Tercer período seguido tiende a generar crisis política y crispación social

El Pacto por la Democracia se firmó en el Palacio Nacional luego de un acuerdo entre los distintos partidos políticos.
Yanessi Espinal | 26 marzo, 2018 325
Tercer período seguido tiende a generar crisis política y crispación social 
La posible reelección de Medina está planteada, aunque el gobernante ha dicho en varias ocasiones que no iría
A propósito de que en el país se debate la posibilidad de que el presidente Danilo Medina puede optar por un tercer período consecutivo para la Presidencia de la República a pesar de que está impedido constitucionalmente, la historia política de la República Dominicana de los últimos 52 años enseña que esa práctica genera crisis política, crispación social y rechazo.
El rechazo generalizado que ha cosechado la instancia de inconstitucionalidad al vigésimo artículo transitorio de la Constitución que busca habilitar al presidente Medina para que pueda ser candidato en el 2020, no es una reacción nueva en la República Dominicana cuando se trata de un gobernante en ejercicio que busca un tercer período consecutivo. Joaquín Balaguer lo hizo en el 1974 y en el 1994, en las dos ocasiones el país se sumió en una crisis política e institucional que pagó con una derrota en las urnas en el 1978 y el recorte de dos años al período presidencial del 1994-1998.
Para el 2012, Leonel Fernández concluía su segundo mandato consecutivo y hasta el último momento en el 2011 tanteó la posibilidad de postularse para un tercer período seguido. Con ese propósito se recolectaron dos millones de firmas, 27 senadores fueron al Palacio a entregarle una carta de apoyo en cualquier “decisión que tomara en ese sentido”. Según las interpretaciones jurídicas que se hicieron a la Carta Magna vigente en ese momento, legalmente podía seguir, por tanto no tenía que reformar la Constitución. La valoración de Fernández como presidente de la República rondaba en 60% según la encuesta Greember Diario Libre, de marzo del 2012.
A pesar de todo eso, los factores en contra pesaron más. La oposición que Danilo Medina le hizo a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) indicaba una alta posibilidad de producir un cisma en esa organización. Fernández también encontró el rechazo de la Iglesia católica y la sociedad civil organizada. El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez declaró en ese momento: “Personalmente creo que el presidente, que convocó con tanto entusiasmo la redacción de esa Constitución que fue dialogada y consensuada en el país, me parece que es más elegante que se mantengan las cosas como dice la Constitución”.
Monseñor Agripino Núñez Collado también se inclinó por ese planteamiento. “No cabe en mi cabeza pensar o ver al presidente solicitando que su Constitución sea acomodada para que él pueda, precisamente, violarla o hacer una nueva Constitución. En mi cabeza no cabe, o no me imagino al presidente teniendo una iniciativa de reforma constitucional para abrirse camino a la continuidad”, sostuvo. Finalmente el 9 de abril del 2011, Leonel informó que declinaría. “La preocupación de que si intentase responder positivamente a las peticiones de diversos sectores de la vida nacional en favor de una nueva candidatura presidencial en el año 2012, se estaría reproduciendo una antigua y rechazada práctica histórica nacional de pretender perpetuarse en el poder”, argumentó.
La crisis del 1994
La crisis política más aguda que ha tenido la democracia dominicana en los últimos 40 años se produjo en el 1994, luego de las elecciones de ese año que fueron polarizadas entre el presidente Joaquín Balaguer que se postuló para un tercer período consecutivo luego que ganó las elecciones del 1986 y del 1990 y José Francisco Peña Gómez, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Según lo documentado en ese momento, Balaguer habría recurrido al fraude para despojar a Peña Gómez de la Presidencia, lo que generó una crisis postelectoral que necesitó la intervención de la OEA y tuvo como mediador a John Graham, jefe de la misión de observadores para esos comicios. También intervinieron actores de primera línea de la Iglesia como el cardenal López Rodríguez y monseñor Agripino Núñez Collado. El 8 de agosto de 1994, en el Palacio Nacional, se firmó un acuerdo político entre el PRSC, el PRD y el PLD, que implicó una reforma constitucional y el recorte del período a Balaguer, a quien la JCE había declarado ganador.
¿Y ahora?
La posible reelección del presidente Medina está planteada, aunque el gobernante ha dicho en varias ocasiones que no iría a un tercer período consecutivo. Los riesgos son altos. La experiencia más reciente así lo sugiere. La reelección de 2016 generó una escisión en el PLD que podría considerarse la crisis más aguda en la historia de ese partido. Un proyecto similar implicaría una modificación de la Constitución que él mismo impulsó.
Tendría un costo político demasiado elevado si se juzga por las reacciones que generó en las primeras 48 horas la información sobre una instancia ante el Tribunal Constitucional que busca eliminar la vigésima disposición transitoria de la Constitución.
Esa disposición establece que “en caso de que el presidente de la República correspondiente al período constitucional 2012-2016 sea candidato al mismo cargo para el período constitucional 2016-2020, no podrá presentarse para el siguiente período ni a ningún otro período, así como tampoco a la Vicepresidencia de la República”. No podría descartarse que un proyecto de reforma constitucional a través de una Asamblea Revisora tenga mayores reacciones que las generadas por la instancia ante el Tribunal Constitucional en pro de la eliminación de la vigésima disposición transitoria.
En consecuencia, crear un escenario favorable para modificar la Constitución conlleva vencer fuertes obstáculos, y afrontar riesgos mayores, muy difíciles de superar.
¿Estaría el presidente Danilo Medina decidido a recorrer un camino tan escabroso para intentar continuar en el poder? l
La experiencia del 1974 y el 1978
Cuando Joaquín Balaguer llegó al poder en el 1966, la democracia dominicana era un ensayo, pues cinco años antes, en el 1961, había salido de una dictadura de 31 años. La oposición, encabezada por el PRD, se abstuvo de participar en las elecciones del 1970 y el 1974.
En el caso específico del proceso electoral del 1974, se conformó la coalición conocida como el “Acuerdo de Santiago”, encabezado por el PRD y varios partidos y postularon a Antonio Guzmán Fernández a la Presidencia, pero un día antes de las elecciones se retiró y bajo esas condiciones Balaguer continuó en el poder por un nuevo período de 4 años.
En el 1978, el PRD volvió a encabezar una alianza y de nuevo postuló a Guzmán Fernández, que ganó esas elecciones.
Recurso
El recurso del abogado Fredermido Ferreras Díaz generó rechazo de los partidos y la sociedad civil.
http://www.elcaribe.com.do/2018/03/26/tercer-periodo-seguido-tiende-generar-crisis-politica-y-crispacion-social/

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