PANCARTA
Fidel simboliza la dignidad de América
Puntos de vista sábado, 03 de diciembre de 2016 |
Decir que Fidel simboliza la dignidad de América está en mi íntima y no tímida convicción.
En el nivel de los mandatarios, Fidel comparte un reducido pero solemne sitial con Salvador Allende, Hugo Chávez y todo el que brille por su hoja de vida y su enfrentamiento con los peores enemigos de nuestros pueblos.
La dimensión universal de Fidel resulta imposible de opacar.
En América Latina nadó siempre contra la corriente imperialista. No pudieron doblarle el pulso. No pudieron arrodillarlo. Nunca se rindió a la prepotencia imperialista o a cualquiera de sus títeres, para no hablar de sus plumíferos a sueldo.
Piense en el Moncada, el Granma, Sierra Maestra, Bahía de Cochinos y otras gestas patrióticas en el perímetro histórico de Cuba. Piense en su trayectoria martiana, en las declaraciones de La Habana y en sus comparecencias internacionales, y, ante multitudes. No es posible reducir su estatura histórica.
Los pensadores y creadores deben promover ensayos a masificarse en un “Fidel para principiantes” y un “Fidel para entendidos”, fruto del debate, que reivindique con filo la simbología del líder que hizo de Cuba el primer territorio libre en América. Esa conquista comprendió la plena soberanía y se extendió con el territorio libre de analfabetismo; marcó cifras inéditas en la mortalidad infantil, en educación superior, salud, medicina tropical, en investigación científica, biotecnología, y otros alcances sociales.
“Fidel, Fidel... ¿qué tiene Fidel que los yanquis no pueden con él?”. Esta consigna lapidaria deja ver lo imposible que resultó ser para el imperio “salir” de Fidel. Auscultar en la pregunta debe multiplicarse mediante investigaciones en cada país latinoamericano. El reto es sumamente complejo.
Por otro lado, resulta muy interesante, y como tema de estudio, la química del revolucionario osado, valiente, audaz, firme, visionario, perseverante y humanista.
Los dominicanos tuvimos a Manolo y Caamaño, pero deben levantarse sus relevos al presente, desde las multitudes de anónimos con las banderas de Abril, Junio y Noviembre. Si perseveramos en la prédica, desde el anonimato, surgirán líderes continentales que asuman la misión cumplida por Fidel en camino de la dignidad de América.
Reivindicar a Fidel como símbolo de la dignidad de América, es un compromiso de todos.
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