martes, 26 de septiembre de 2017

Los grandes partidos no escucharon lo suficiente"

ALEMANIA DECIDE

"Los grandes partidos no escucharon lo suficiente"

Los grandes partidos tradicionales (CDU y SPD) perdieron muchos votos y la derecha populista (AfD) se convirtió en la tercera fuerza política. Ambas cosas están relacionadas, dice el politólogo Hajo Funke.
Bundestagswahl 2017 | AfD-Anhängerin & Protest gegen AfD in Berlin (picture-alliance/dpa/B.v. Jutrczenka)
DW: ¿Quién es, a su juicio, el ganador de las elecciones?
Hajo Funke: El resentimiento. Y la indignación justificada. Pero esas son dos cosas diferentes.
Usted alude de seguro a la AfD, que se convirtió en la tercera fuerza en el Bundestag. ¿A qué lo atribuye?
Desde el punto de vista político-democrático, lo hizo todo mal. Es un partido de derecha radical que se ha aprovechado del debate sobre los refugiados y la inquietud social en algunos sectores, no solo en el este de Alemania.
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Eso quiere decir que los partidos establecidos dejaron vacíos.
Exacto. Yo recorro regularmente los estados del este de Alemania y trabajo allí en educación. Y veo como se llevan a cabo allí  reformas a nivel local, sin contemplaciones, y se deja a la gente librada a su suerte. Eso es terrible y me sorprende que no haya causado aún más indignación.
Si se quiere aprender algo de esta jornada, habría que hacer las cosas de otro modo. Y eso vale para todos los partidos democráticos. Es decir, hay que separar la decepción social de su carga de racismo y radicalismo de derecha. Ese es uno de los grandes desafíos.
Una encuesta de esta tarde muestra que entre los votantes de la AfD es mucho más grande la decepción que la convicción derechista radical.
Volvamos a los grandes partidos tradicionales. La CDU y el SPD sufrieron sensibles pérdidas: fue el peor resultado del SPD y el segundo peor resultado de la CDU. ¿Qué errores cometieron estos partidos?
Hajo Funke Politikwissenschaftler Rechtsextremismus Experte Archiv 2013 (picture-alliance/dpa/T. Brakemeier)
Hajo Funke.
Escucharon demasiado poco y dieron pocas respuestas. Entonces, la gente se distanció y se refugió en el resentimiento y la búsqueda de chivos expiatorios. Naturalmente eso no vale para todos, pero sí para sectores tan considerables que el fenómeno se puede atribuir a la política realizada.
Los problemas fueron tematizados: la crisis en el ámbito del cuidado de ancianos y enfermos, y la pobreza. El 67 por ciento del electorado afirma que la brecha entre pobres y ricos se mantiene. ¡Ese es un tema! Y si a eso se suma una criticable política comunal y la gente tiene la sensación de que tampoco puede obtener perspectivas de solución de los políticos locales,  se produce entonces esa fuerza que arrastra hacia la agresión. Y hay una propuesta de derecha radical para encauzarla.
Los dos partidos grandes deberían interponerse y decir: "Hemos comprendido. Practicaremos otra política, socialmente más sensible. Escucharemos más. Y modificaremos nuestra política. Separamos las preocupaciones de la agresión”. Ese es el desafío.
En estas elecciones hubo una alta participación, cercana a un 75 por ciento. En el 2013 fue de un 71,5 por ciento. ¿No representa esto un triunfo para la democracia?
Existen victorias pírricas de la democracia. Imagine que la AfD hubiera inducido un mayor aumento de la participación electoral y se hubiera convertido en el partido de gobierno. Dudo que eso hubiera beneficiado a la democracia.
¿Vale decir que usted atribuye el aumento de participación a la AfD?
Tiene una importancia considerable. Por supuesto que estoy decididamente a favor de que la gente acuda a votar. Pero estuve en forma igualmente decidido a favor de que no se votara por la AfD, como partido de derecha radicalizada.
Hajo Funke es politólogo, especialista en el estudio de los partidos y el extremismo.
Autora: Beate Hinrichs (ERS/PK) 

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