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Bahoruco es un tesoro del Sur que espera por los turistas
Guías turísticos prometen un recorrido de historia y diversión en una provincia del Sur
Bahoruco es un tesoro del Sur que espera por los turistas
Guías turísticos prometen un recorrido de historia y diversión en una provincia del Sur
En Bahoruco se encuentran diversos recursos naturales y culturales, como la variedad de bosques seco y húmedo que caracterizan a República Dominicana y que agregan valor al ecoturismo del Sur y lo convierten en una opción para las aventuras en cualquier época del año. Sin embargo, su potencial atractivo espera ser explotado.
La provincia ofrece a los lugareños y turistas la oportunidad de participar en una cosecha de uvas (vendimia), descubrir milagrosas piscinas naturales de aguas frescas y cristalinas en una región ardiente y salina; tostar y pilar en el hogar de un caficultor o disfrutar un atardecer junto a un enorme lago Enriquillo, el principal atractivo turístico de la zona.
La mejor recomendación para conocer lo interesante de estas tierras es irse de la mano de la Asociación de Guías Ecoturísticos de Bahoruco. Se trata de un grupo de jóvenes que trabaja por el desarrollo local de sus pueblos desde el turismo de interior en una provincia que ocupa el tercer lugar en el mapa de pobreza del país, pese a su gran potencial agroindustrial y ecoturístico.
Las Marías y otros balnearios
La propuesta para las escapadas de turismo interno en el Valle y la Sierra de Neiba comienza al pasar Galván, en el Monumento Natural Balneario Las Marías.
Se le llamaba La Cabeza de Las Marías cuando formaba parte de una gran laguna en la que desembocaba el río Panzo pero que fue drenada para aprovechar sus tierras pantanosas. Hoy, el Panzo corre por debajo de la tierra y brotan sus aguas justo al pie de la montaña para formar este balneario como una especie de oasis en una tierra de clima seco.
Además de Las Marías existen otras lagunas naturales más pequeñas como el Cachón de Villa Jaragua; el Hoyo de Felipe, en Los Ríos, entre otras, que se incluyen en el recorrido por el Valle.
La Ruta del Vino y las uvas
Neiba es la tierra de las uvas. Se cosechan desde el segundo viaje de Cristóbal Colón. De ahí lo interesante de la ruta que ofrece la asociación de guías y la Cooperativa de Vitivinicultores del Valle de Neiba (Coopevine), con el apoyo de la Dirección de Promoción Turística Nacional del Ministerio de Turismo (Mitur).
Todo comienza con la vendimia de primavera o cosecha de la uva, experiencia que solo podrás vivir allí, mientras se disfruta del sabor de las uvas. Esta ruta permite a los visitantes caminar bajo los viñedos y más adelante participar de los primeros pasos en el proceso de la fabricación de los vinos en la Bodega Experimental Plaza Cacique, de Coopevine.
En Neiba se cosechan más de 20 variedades de uvas. Además de las que se utilizan para la fabricación de vinos, están produciendo variedades como las Sugar On y Red Globe. La Ruta del Vino y la Uva permite compartir con vinicultores en sus propias fincas o viñedos y al final, en las noches, convertirte en un catador descubriendo, en las distintas marcas, cómo crece la calidad de sus vinos.
Las Caritas o la cultura taína nuevamente atacada
En el lado Norte del Lago Enriquillo los visitantes podrán trepar a un monumento que fue una especie de santuario o lugar de ritos de los taínos. Un encuentro con aquellas expresiones de culturas pre agrícolas que dejaron sus huellas en esas formaciones rocosas frente al Lago entre Postrer Río y La Descubierta.
En la maraña de formaciones en lo alto de las gigantescas montañas de coral constituyen uno de los lugares de arte rupestre más grande del Caribe y uno de los centros ceremoniales más importantes de las culturas taínas, en el sur del país, según los historiadores y espeleólogos.
Un lugar que fue sagrado entre aquellos pueblos atacados y extinguidos por los españoles, nuevamente agraviado por desaprensivos que no imaginan el valor que para la historia y el turismo tienen estos petroglifos.
Villa Jaragua y Los Ríos
Esta escapada a Bahoruco permite conocer los municipios de Villa Jaragua y Los Ríos, ambos a orilla del Lago Enriquillo. Al visitar Villa Jaragua, en su parque ecológico los turistas podrán darse un baño en sus cachones con sus pequeños bares y restaurantes típicos.
Una sesión de fotos no puede olvidarse en el Monumento a la Identidad Jaraguence ubicado a la entrada del pueblo en ruta hacia Jimaní.
En Los Ríos se encuentra el primer museo rural del país creado con el apoyo del afamado pintor y escultor capitaleño Silvano Lora. Este museo sobrevive en una pequeña y desvencijada casa típica del municipio, en la agonía de recibir apoyo para no desaparecer junto a las historias que cuentan sus piezas casi arqueológicas, utensilios, herramientas y restos de un trapiche para moler caña de azúcar.
Además, se encuentra su cocodrilo disecado, sus nostalgias frisadas en viejas fotografías y otras piezas antiguas desde aquellas culturas taínas del Cacicazgo de Jaragua y las costumbres de los primeros habitantes de Los Ríos.
Ruta del Café
Luego de recorrer el valle alrededor del Lago Enriquillo y todos sus atractivos en los pueblos de Bahoruco, la escapada le llevará por los altos paisajes de la Sierra de Neiba, declarada Parque Nacional en septiembre de 1995 con una superficie de aproximadamente 278 kilómetros cuadrados, sin sus legendarios pinares, muestra un verdadero estado de deforestación por el “conuquismo” y la ganadería pese a que gran parte de sus montañas tienen pendientes con un 40% de inclinación.
La ruta sale de Neiba por la avenida San Bartolomé que se convierte en una sinuosa y empinada carretera de montaña para llegar a las comunidades cafetaleras serranas. Allí, muchos vuelven a los orígenes al recoger café, pilarlo, tostarlo, molerlo, colarlo a la antigua y tomarlo.
Una experiencia agradable y evocadora al compartir en el humilde hogar de Lorenzo Méndez Amador, conocido cariñosamente como “Pimpo”, en la comunidad de El Botao, a unos mil metros sobre el nivel del mar. Aunque en la pobreza extrema como la mayoría de los campesinos caficultores de Bahoruco.
Pimpo demuestra en su sonrisa ingenua y nerviosa la alegría y la esperanza de un niño convencido de que las nuevas variedades de cafeto que siembran son resistentes a las plagas como les aseguran desde el Gobierno que presta apoyo para la renovación de los cafetales y de los “aguacateros” en La Sierra.
Salto de Los Guineos
Luego de la Ruta del Café, se inicia la carretera San Bartolomé para llegar a la comunidad de Los Guineos y adentrarse en la cuenca de sus ríos para ir descubriendo una serie de charcos y saltos de agua, dignos para pasarse todo un día escalando y sumergiéndose en aguas frescas y cristalinas.
Permite contrastar las vivencias en el Valle de Neiba, caliente pero fértil, seco pero enormes reservorios de aguas subterráneas, y el bosque húmedo de la Sierra con abundante agua para vivir las mejores experiencias como la de los saltos y charcos en el río Pijote o Guineo como le dicen los habitantes de la zona. En este lugar se disfruta el almuerzo típico de la localidad mientras se disfruta de un gran chapuzón.
Parque Nacional Lago Enriquillo
Como la vendimia, también es una experiencia única en la isla. Con alrededor de 300 km2, está a 44 metros bajo el nivel del mar. Forma parte de la Reserva de Biosfera de Jaragua-Bahoruco-Enriquillo.
Los amantes de la naturaleza disfrutarán conocer el bosque seco y la fauna que lo habita. Abunda el guayacán, la bayahonda o cambrón y el árbol de la Saona, cuyo fruto es el alimento primordial para las iguanas Rinoceronte y Ricord que allí tienen su santuario.
El lago también es el refugio de la única población de cocodrilos americanos en el país, y pese a estar en peligro de extinción, están dentro de las mayores que en el mundo viven en estado silvestre.
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