miércoles, 15 de febrero de 2017

Opinión: Oriente Medio es demasiado importante para dejárselo a Trump

EL MUNDO

Opinión: Oriente Medio es demasiado importante para dejárselo a Trump

Si es verdad que Donald Trump está dispuesto a renunciar a la solución de dos Estados, para zanjar el conflicto palestino-israelí, debería preocuparnos, dice Michael Knigge.
Israel US Wahl Trump (Getty Images/T. Coex)
Hay dos cosas importantes por aclarar: en primer lugar, la noticia de que Trump estaría dispuesto a abandonar la postura oficial de Estados Unidos de que la clave de la paz en el Medio Oriente es la existencia de dos Estados, Israel y Palestina proviene de una fuente no identificada. Estamos hablando de un alto cargo del gobierno en la Casa Blanca.
Si se confirma dicha noticia, y puede ser factible, esto sería un cambio importante en la política estadounidense en Oriente Medio y eliminaría un consenso bipartidista de décadas. 
Pero si hemos aprendido algo de la campaña electoral de Donald Trump y el inicio de su gestión, es que las opiniones expresadas ligeramente, pueden cambiar, a menudo, muy rápido. Por ello es importante, no sólo escuchar lo que digan Trump y Netanyahu sino constatar si sus palabras se traducen en hechos.
No exactamente una historia de éxito
En segundo lugar, es igualmente importante tener en cuenta que la idea de los dos Estados no ha brillado por su éxito. Ese concepto, acogido por casi toda la comunidad internacional, fue concebido en 1967 como clave para lograr la paz en el Medio Oriente. Si hubiera tenido éxito, no estaríamos hablando 40 años de cómo poner en práctica ese plan, que en su día fue considerado el mejor método para desatar el nudo gordiano del conflicto palestino-israelí.

A pesar de todo esto, sería muy preocupante si Trump estuviera, realmente, dispuesto a echar por la borda la meta de dos Estados como concepto clave en la política de Estados Unidos. Es preocupante, por la sencilla razón de que prácticamente todo lo que el nuevo gobierno ha mostrado es que está preparado para derribar las normas existentes y las líneas políticas, sin haber pensado en las soluciones alternativas.
Primero actúa, y luego piensa
Así se resume el comienzo del gobierno de Trump. El caos generado con el veto de ingreso a ciudadanos de siete países musulmanes y la prometida abolición de la reforma sanitaria de Barack Obama son dos muy buenos ejemplos de cómo este gobierno tiende a actuar con rapidez, pero a pensar más tarde en las consecuencias.
Pero si hay una región en el mundo en donde las acciones bruscas pueden tener consecuencias desastrosas es el Medio Oriente. En ningún otro lugar  se puede aplicar mejor la vieja advertencia del exsecretario de Estado Colin Powell: "Si lo dañas, tienes que asumir la responsabilidad".
Repito, esto no quiere decir que la solución de dos Estados haya sido un éxito. Pero la conducta del gobierno de Trump no ha generado, hasta ahora, la confianza necesaria para jugar con temas tan sensibles como la paz en Oriente Medio. No sin un plan claro que ofrezca una oportunidad realista de mejorar la situación actual.

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