RD quemada en competitividad por debilidades institucionales
Una vez más la República Dominicana ha quedado quemada en el Índice de Competencia Global (ICG) del Foro Económico Mundial (FEM) publicado esta semana, ocupando el escalón 92 entre 138 países evaluados, aunque con ligera mejoría de su puntuación, de 3.8 a 3.9 en relación al año pasado, cuando ocupaba la posición 98.
Las peores notas las recibe el país en el pilar “Instituciones”, donde ocupa el escalón 123, y la mejor en el entorno macroeconómico, donde está en el 26, primero en baja inflación, pero ratificado como el octavo más corrupto del mundo, y el quinto de América Latina y entre los peores en confianza en la policía, la justicia, la política y la educación.
Otra ligera mejoría. En el escalón 92 del ICG de este año del FEM, la RD ha mejorado ligeramente desde el 2013 cuando ocupaba el 105, aunque entonces con 148 países evaluados, ahora 138, razón por la cual es más objetivo atender a la puntuación, que desde entonces solo mejoró de 3.8 a 3.9 en una escala de 1 a 7.
El índice se compone de 12 pilares, y en la mitad de ellos el país está sobre el escalón 100. En los asuntos institucionales ocupa la posición 123, lo que implica que solo hay 15 países peor situados en esa materia fundamental entre los 138 evaluados y que registra una caída de 5 escalones en relación al 2015, cuando estaba en el 118. En “Innovación” ocupa el 114, en “Eficiencia del mercado laboral” el 109, en “Salud y educación primaria” 108, en “Eficiencia del mercado de bienes” 106, y 101 en “Infraestructura”.
En el pilar correspondiente al entorno macroeconómico RD tiene muy buena posición, la número 26, y en tamaño del mercado (67). Aceptable en sofisticación en negocios (77), apresto tecnológico (79) y en desarrollo del mercado financiero (87), En educación superior y capacitación está en el escalón 95.
Líder en baja inflación. Si algo se debe celebrar es que el país aparece en la posición 1 en “Inflación”, es decir el que registra menos elevación de precios en el último año. Muy buena es también la evaluación en balance del presupuesto gubernamental y deuda pública, en los escalones 16 y 31, pese a que en la opinión pública nacional persisten cuestionamientos al respecto.
En buena posición mundial aparece en baja incidencia de la malaria y su impacto en los negocios (posiciones 19 y 27), en la intensidad de la competencia local y la cantidad de proveedores locales (21 y 27), la extensión del mercado (37) y en el predominio de la inversión extranjera (41) y en solidez de los bancos (42). Si se le suma el bajo costo del terrorismo, escalón 36, se explica la muy buena evaluación en el pilar “Entorno macroeconómico”.
Otros renglones en los que RD queda bien parada son: “Transferencia tecnológica, calidad de la infraestructura portuaria, del transporte aéreo, de la disponibilidad de asientos en aviones, seguridad de las bolsas de valores, calidad de las carreteras, procedimientos aduanales y tasa de matrícula en la educación terciaria”, donde queda en las posiciones 41, 46, 50, 51, 53 57, 58 y 59. También en tasa de ahorro nacional, en la calificación del crédito del país y en disponibilidad telefónica, posiciones 68, 73 y 76.
Excepto en predominio de inversión extranjera, que baja de la posición 35 a la 41, en los demás 9 mejores renglones de la evaluación el país registra notables avances, varios de los cuales ya se les acreditan hace por lo menos 6 años.
Las instituciones y corrupción. Aparte de fortaleza de los reportes de auditoría y de la protección de las inversiones, posiciones 67 y 73, y en eficacia administrativa de las corporaciones (74), el país queda muy mal parado en casi todos los 21 renglones del ICG referentes al funcionamiento de las instituciones, ratificando una de las mayores preocupaciones de la sociedad civil dominicana, incluyendo al empresariado, y por lo cual se reclama un pacto político-social por la institucionalidad democrática.
En 13 de los renglones de la institucionalidad, la RD queda situada por encima del escalón 100 entre los 138 evaluados de este año, especialmente en los referentes a la corrupción, que persistentemente se señala como uno de los más graves problemas nacionales. En desvío de fondos públicos, al igual que en confiabilidad de los de servicios policiales, el país queda en la posición 133, entre los ocho peores del mundo.
En otros renglones de corrupción como comportamiento ético empresarial y en extensión del dominio del mercado, el país está en escalón 130, lo que configura una cultura que no solo afecta las instituciones estatales como algunos creen. En favoritismo en las decisiones de los funcionarios públicos es el escalón 128, entre los diez peores del mundo evaluado. El 112 en pagos irregulares y sobornos, y 111 en despilfarro en el gasto gubernamental.
La independencia de la justicia dominicana queda también entre las peores del mundo, en el escalón 127 de los 138. En la misma posición está la eficiencia de la estructura legal para responder demandas. El costo del crimen y la violencia en las empresas (122), crimen organizado (111) y la consistencia de la regulación gubernamental está en el escalón 110.
Electricidad y educación. Otras pésimas evaluaciones de RD se encuentran en los renglones “Efectividad de las políticas anti-monopólicas” (132) “Confianza en los políticos” (130), “Calidad de las instituciones de investigación científica” (124), “Calidad de la electricidad” (123) y en “Disponibilidad de científicos e ingenieros” (108).
La calidad del sistema educativo sigue entre las peores del mundo con la posición 124, que alcanza al 131 en calidad de la enseñanza en ciencias y matemáticas. En tasa de matriculación en la educación primaria queda en el escalón 126, en entrenamiento de personal 106 y 101 en acceso al Internet en las escuelas. En los dos primeros renglones se registra una ligera mejoría de 2 y 7 escalones en relación al ICG del 2015, lo que significa que apenas comienza a surtir efecto la mayor inversión en educación que reclamó durante década la sociedad civil dominicana.
En prevalencia del VIH sida el país ocupa el escalón 104 y el 99 en mortalidad infantil, El impacto del VIH y de la tuberculosis en los negocios, quedan en las posiciones 94 y 92.
El informe del FEM registra los mayores problemas para hacer negocios en el país: las tasas impositivas con puntuación de 16, la corrupción 13.5, inadecuada educación laboral 12.4, ineficiente burocracia gubernamental 9.2 , acceso al crédito 8.4 y crimen y robo 7.3 puntos, entre otros factores.
Llamada de atención general
El ICG es un informe anual, que data de 1979 y goza de la credibilidad del Foro Económico Mundial, con sede en Davos, Suiza. Hasta allá se desplazó dos veces el presidente Leonel Fernández para asistir a sus foros anuales, y otra vez en el latinoamericano, celebrado en Brasil.
Las evaluaciones se realizan en 70 por ciento mediante encuestas a líderes empresariales mundiales y el 30 por ciento en base a las estadísticas de los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, o las agencias de las Naciones Unidas.
Los resultados de este año, disponibles en Internet, deberían reforzar la preocupación nacional por el mejoramiento de las instituciones, la independencia de la justicia, el imperio de la ley, el combate a la corrupción, y el rescate de la política como actividad llamada a generar bienestar común, no al simple enriquecimiento.
Las peores notas las recibe el país en el pilar “Instituciones”, donde ocupa el escalón 123, y la mejor en el entorno macroeconómico, donde está en el 26, primero en baja inflación, pero ratificado como el octavo más corrupto del mundo, y el quinto de América Latina y entre los peores en confianza en la policía, la justicia, la política y la educación.
Otra ligera mejoría. En el escalón 92 del ICG de este año del FEM, la RD ha mejorado ligeramente desde el 2013 cuando ocupaba el 105, aunque entonces con 148 países evaluados, ahora 138, razón por la cual es más objetivo atender a la puntuación, que desde entonces solo mejoró de 3.8 a 3.9 en una escala de 1 a 7.
El índice se compone de 12 pilares, y en la mitad de ellos el país está sobre el escalón 100. En los asuntos institucionales ocupa la posición 123, lo que implica que solo hay 15 países peor situados en esa materia fundamental entre los 138 evaluados y que registra una caída de 5 escalones en relación al 2015, cuando estaba en el 118. En “Innovación” ocupa el 114, en “Eficiencia del mercado laboral” el 109, en “Salud y educación primaria” 108, en “Eficiencia del mercado de bienes” 106, y 101 en “Infraestructura”.
En el pilar correspondiente al entorno macroeconómico RD tiene muy buena posición, la número 26, y en tamaño del mercado (67). Aceptable en sofisticación en negocios (77), apresto tecnológico (79) y en desarrollo del mercado financiero (87), En educación superior y capacitación está en el escalón 95.
Líder en baja inflación. Si algo se debe celebrar es que el país aparece en la posición 1 en “Inflación”, es decir el que registra menos elevación de precios en el último año. Muy buena es también la evaluación en balance del presupuesto gubernamental y deuda pública, en los escalones 16 y 31, pese a que en la opinión pública nacional persisten cuestionamientos al respecto.
En buena posición mundial aparece en baja incidencia de la malaria y su impacto en los negocios (posiciones 19 y 27), en la intensidad de la competencia local y la cantidad de proveedores locales (21 y 27), la extensión del mercado (37) y en el predominio de la inversión extranjera (41) y en solidez de los bancos (42). Si se le suma el bajo costo del terrorismo, escalón 36, se explica la muy buena evaluación en el pilar “Entorno macroeconómico”.
Otros renglones en los que RD queda bien parada son: “Transferencia tecnológica, calidad de la infraestructura portuaria, del transporte aéreo, de la disponibilidad de asientos en aviones, seguridad de las bolsas de valores, calidad de las carreteras, procedimientos aduanales y tasa de matrícula en la educación terciaria”, donde queda en las posiciones 41, 46, 50, 51, 53 57, 58 y 59. También en tasa de ahorro nacional, en la calificación del crédito del país y en disponibilidad telefónica, posiciones 68, 73 y 76.
Excepto en predominio de inversión extranjera, que baja de la posición 35 a la 41, en los demás 9 mejores renglones de la evaluación el país registra notables avances, varios de los cuales ya se les acreditan hace por lo menos 6 años.
Las instituciones y corrupción. Aparte de fortaleza de los reportes de auditoría y de la protección de las inversiones, posiciones 67 y 73, y en eficacia administrativa de las corporaciones (74), el país queda muy mal parado en casi todos los 21 renglones del ICG referentes al funcionamiento de las instituciones, ratificando una de las mayores preocupaciones de la sociedad civil dominicana, incluyendo al empresariado, y por lo cual se reclama un pacto político-social por la institucionalidad democrática.
En 13 de los renglones de la institucionalidad, la RD queda situada por encima del escalón 100 entre los 138 evaluados de este año, especialmente en los referentes a la corrupción, que persistentemente se señala como uno de los más graves problemas nacionales. En desvío de fondos públicos, al igual que en confiabilidad de los de servicios policiales, el país queda en la posición 133, entre los ocho peores del mundo.
En otros renglones de corrupción como comportamiento ético empresarial y en extensión del dominio del mercado, el país está en escalón 130, lo que configura una cultura que no solo afecta las instituciones estatales como algunos creen. En favoritismo en las decisiones de los funcionarios públicos es el escalón 128, entre los diez peores del mundo evaluado. El 112 en pagos irregulares y sobornos, y 111 en despilfarro en el gasto gubernamental.
La independencia de la justicia dominicana queda también entre las peores del mundo, en el escalón 127 de los 138. En la misma posición está la eficiencia de la estructura legal para responder demandas. El costo del crimen y la violencia en las empresas (122), crimen organizado (111) y la consistencia de la regulación gubernamental está en el escalón 110.
Electricidad y educación. Otras pésimas evaluaciones de RD se encuentran en los renglones “Efectividad de las políticas anti-monopólicas” (132) “Confianza en los políticos” (130), “Calidad de las instituciones de investigación científica” (124), “Calidad de la electricidad” (123) y en “Disponibilidad de científicos e ingenieros” (108).
La calidad del sistema educativo sigue entre las peores del mundo con la posición 124, que alcanza al 131 en calidad de la enseñanza en ciencias y matemáticas. En tasa de matriculación en la educación primaria queda en el escalón 126, en entrenamiento de personal 106 y 101 en acceso al Internet en las escuelas. En los dos primeros renglones se registra una ligera mejoría de 2 y 7 escalones en relación al ICG del 2015, lo que significa que apenas comienza a surtir efecto la mayor inversión en educación que reclamó durante década la sociedad civil dominicana.
En prevalencia del VIH sida el país ocupa el escalón 104 y el 99 en mortalidad infantil, El impacto del VIH y de la tuberculosis en los negocios, quedan en las posiciones 94 y 92.
El informe del FEM registra los mayores problemas para hacer negocios en el país: las tasas impositivas con puntuación de 16, la corrupción 13.5, inadecuada educación laboral 12.4, ineficiente burocracia gubernamental 9.2 , acceso al crédito 8.4 y crimen y robo 7.3 puntos, entre otros factores.
Llamada de atención general
El ICG es un informe anual, que data de 1979 y goza de la credibilidad del Foro Económico Mundial, con sede en Davos, Suiza. Hasta allá se desplazó dos veces el presidente Leonel Fernández para asistir a sus foros anuales, y otra vez en el latinoamericano, celebrado en Brasil.
Las evaluaciones se realizan en 70 por ciento mediante encuestas a líderes empresariales mundiales y el 30 por ciento en base a las estadísticas de los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, o las agencias de las Naciones Unidas.
Los resultados de este año, disponibles en Internet, deberían reforzar la preocupación nacional por el mejoramiento de las instituciones, la independencia de la justicia, el imperio de la ley, el combate a la corrupción, y el rescate de la política como actividad llamada a generar bienestar común, no al simple enriquecimiento.
Deberían ser una guía para la acción gubernamental, y una llamada de atención a quienes no acaban de entender que la República Dominicana, a pesar de su crecimiento económico, favorecido por su inserción geográfica, tiene recursos para posicionarse mucho mejor en la escala del desarrollo humano y en la fundamental competitividad internacional, que todavía el país está entre el último tercio del conjunto de las naciones del continente.
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