ONU pide que ciudades luchen contra cambio climático si los Gobiernos dudan
Imagen ilustrativa. (Fuente externa)
30 OCT 2018, 12:00 AM POR EFE
BUENOS AIRES. El director de la división de programas de ONU-Hábitat, el belga Rafael Tuts, afirmó ayer que las ciudades deben “asumir” los compromisos contra el cambio climático si sus Gobiernos dudan en cumplirlos, como en los casos de Estados Unidos y, con la victoria de Jair Bolsonaro, puede que Brasil.
“En los países donde el Gobierno federal está, por las razones que sea, claramente no interesado en ello, los Estados y las ciudades están asumiendo los compromisos que el Gobierno podría hacer”, afirmó Tuts en una entrevista con Efe en Buenos Aires, donde participa en el Urban 20, la primera reunión de alcaldes del G20.
Tuts se refirió al caso de Estados Unidos, donde, después de que el presidente Donald Trump anunciara que retiraba al país del Acuerdo de París, lugares como “California, Nueva York y varias ciudades” realizaron “compromisos valientes” en materia de lucha contra el cambio climático.
“Espero que ocurra lo mismo en Brasil, que los alcaldes y los gobernadores hagan sus propios compromisos porque estamos comprometiendo a las futuras generaciones”, aseguró Tuts sobre un posible efecto negativo para las políticas climáticas tras la victoria en las elecciones brasileñas de Bolsonaro, político que en campaña mostró reticencias sobre el Acuerdo de París.
Más tarde, Bolsonaro matizó sus declaraciones y aseguró que no lo abandonará en su Presidencia, aunque alertó de que Brasil podría “correr el riesgo” de perder el control de su soberanía sobre la Amazonía debido a dicho Acuerdo.
A pesar de casos puntuales, el director de la división de programas del apartado de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), con sede en Nairobi, recalcó que se trata de un “buen momento” en la lucha contra el cambio climático, que es uno de los puntos principales de la agenda del Urban 20, donde se reúnen alcaldes o representantes de 38 grandes ciudades del mundo.
“El papel de las ciudades en problemas globales ha aumentado muy significativamente en los últimos diez años, el cambio climático es un buen ejemplo”, insistió.
Según Tuts, eventos como el que se organiza en Buenos Aires durante la presidencia argentina del G20, foro al que pertenecen las 20 economías desarrolladas y en desarrollo más influyentes, ayudan a reafirmar el “poder de las ciudades” frente a la lucha ambiental porque están “más cerca de las personas”.
Ese enunciado se aplica además a campos como “la migración y las desigualdades”, para el miembro de ONU-Hábitat, que en la actualidad lleva a cabo su plan Nueva Agenda Urbana para mejorar la inclusión de las ciudades, la sostenibilidad y la seguridad a través de mejoras en “planificación, legislación y financiación”.
En ese sentido, Tuts apuntó a ciudades como Singapur, Guangzhou (China), Durban (Sudáfrica), Chicago (Estados Unidos), Rotterdam (Países Bajos) y Medellín (Colombia) como modelo en varios de los aspectos de su programa, aunque señaló que “siempre hay hueco para la mejora”.
Tuts, quien participó en el U20 en un panel titulado “Remodelando el paisaje urbano”, indicó que uno de los retos más importantes de las ciudades es conseguir una “mejor integración social, física y espacial”, como la proximidad del hogar al trabajo, para alcanzar “beneficios económicos, sociales y ambientales”.
En especial, se refirió a la “tendencia mundial” de las dificultades que sufren los jóvenes para encontrar un alquileres asequibles.
“Los alcaldes deben poner esto muy arriba en su agenda: no esperes que el Gobierno lo haga, hazlo tú y busca al sector privado”, aconsejó a las ciudades, mientras sugirió como solución que el sector público permita al privado construir “unidades pequeñas” de alojamiento en lugares cercanos al centro de las urbes.
Asimismo, se posicionó sobre otra cuestión que afrontan las ciudades, como es la llegada de nuevos migrantes, como los sirios en países mediterráneos y centroeuropeos y los hondureños que caminan en caravana hacia Estados Unidos en estos momentos.
“Primero, reconozcamos que las ciudades no tienen influencia directa en la política migratoria, pero cuando los migrantes llegan a la ciudad, son seres humanos que necesitan una casa, un trabajo y escuela. Las ciudades afrontan las consecuencias”, consideró.
En esa línea, Tuts explicó cómo desde ONU-Hábitat participan en un programa con diez ciudades del Mediterráneo para analizar “qué inversiones se necesitan para afrontar desafíos” como el derecho a la vivienda de los migrantes y el agua que reciben, así como sus espacios públicos y culturales.
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