viernes, 29 de septiembre de 2017

Al presente le sobran los cerillos

CREDITO: Sergio Mota
A Trump y su conflicto con Corea del Norte se suman los fenómenos naturales como sismos e inundaciones
Trump está creando muchos problemas por sus exabruptos.
Al líder norcoreano lo insulta y decreta la asfixia económica de su país. La respuesta del gobierno norcoreano es enérgica y beligerante. Ello ha conducido a involucrar a instancias internacionales para bajarle presión al conflicto.
Lo mismo está sucediendo con la crítica de Trump al pacto nuclear que firmó con Irán. Tanto EU como Francia, el Reino Unido, Alemania, Rusia y China. Fueron varios años de negociación y ahora Trump lo desprecia. La respuesta del presidente iraní Hasan Rohani es que la retórica de Trump es “odiosa e ignorante”. Europa y China frenan las intenciones estadounidenses porque entre otras cuestiones implicaría desatar una peligrosa carrera armamentista. Y se repetiría la problemática actual con Corea del Norte.
Otro problema es el del cambio climático que ha provocado enormes desastres. Sin embargo, el gobierno de Trump rechaza su existencia y se sale del Acuerdo de París, que tiene como objetivo disminuir el calentamiento global. Resulta absurda la posición de Trump a la luz del hecho de que el mundo sufre de las emisiones de gases de efecto invernadero de EU, las mayores del mundo.
Irónicamente, los huracanes recientes, cuya fuerza se explica por el mayor calor y humedades en el aire, ya afectaron de manera depredadora a Houston, Florida y Puerto Rico. Sólo el daño del huracán Harvey significó pérdidas para Texas de 180,000 millones de dólares. Dice Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía: “Espero que EU no necesite de más ‘persuasión natural’ para tomarse muy en serio las lecciones del ciclón”.
En nuestro país estamos viviendo nuevas tragedias provocadas por los sismos que han afectado a la Ciudad de México y varios estados, que en conjunto representan poco más de 30% del PIB nacional.
Ha sido muy importante la generosa movilización humana de apoyo en el rescate de vidas y la entrega de bienes y servicios.
También ha motivado el surgimiento de propuestas de organizaciones sociales para que el presupuesto para la campaña electoral del próximo año se canalice a la reconstrucción. Es dinero que se constituye en el botín de los partidos políticos. Ahora estos apuestan sobre quién da más de esos recursos que no han sido aportados por ellos, sino que tienen un origen fiscal captado por el Estado.
Independientemente de estos forcejeos declarativos, la verdad es que la reconstrucción será tarea del gobierno, como lo fue la reconstrucción después del sismo de 1985 que costó a precios actuales 9,000 millones de dólares. Lo mismo la problemática de la deuda externa o la infección bancaria que condujo a su rescate.
Lo que se avecina es la prevención para reducir el impacto de los sismos y el de los huracanes. Fundamental es la planeación para garantizar que los edificios y la infraestructura estén hechos sobre la base de soportar eventos extremos y que estén lejos de áreas susceptibles de desastres. Se necesitan inversiones gubernamentales y normativas para regular estas actividades y supervisarlas.
http://eleconomista.com.mx/columnas/columna-especial-valores/2017/09/27/presente-le-sobran-cerillos

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