domingo, 16 de agosto de 2015

Exdirector de Migración pide a Medina no asumir la responsabilidad de nacionalizar a los 288 mil haitianos

José Ricardo Taveras pide a Danilo Medina no asumir la responsabilidad de nacionalizar a los 288 mil haitianos
-De acuerdo con que se reconozcan al menos los 4 mil depurados por el Ministerio de Interior
-Subraya que la suerte de la República Dominicana en materia de Migración está en manos del presidente Danilo Medina
-Alega que no hay razones para detener legalmente el proceso de las repatriaciones, luego de vencer el plazo dado por el decreto 327 del Poder Ejecutivo.
16 de agosto de 2015. SANTO DOMINGO.-
El ex director general de Migración doctor José Ricardo Taveras Blanco advirtió al presidente Danilo Medina cuidar la salud de su imagen histórica, y cuide el no firmar la aprobación de 288 mil solicitudes que beneficien a postulantes haitianos para reconocerlos como dominicanos o residentes legales, estas declaraciones las hizo al participar como exponente del programa “Dejando Huellas”, que produce Onorio Montás por Radio Popular y una cadena de emisoras.
Arguyó que eso llenaría de “estiércol” el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros. Al tiempo que estuvo de acuerdo con lo afirmado por el Ministerio de Interior y Policía de que a la fecha solo 4 mil habían llenado los requisitos. “Esa es la cantidad como resultado de las depuraciones que ha hecho Interior y Policía. Después, todo lo que se haga ahí es ilegal”.
Sobre la posibilidad de las deportaciones de indocumentados al vencer el plazo dado por el gobierno a los sin papeles para diligenciar la  regularización de su estatus en el país, Taveras Blanco dijo que por la delicadeza del tema, por la repercusión y las interpretaciones externas, incluyendo a organismos internacionales, la responsabilidad es del Presidente de la República, y eso es lo normal.
Asimismo dijo que no era excusa para iniciar las repatriaciones los alegatos de que no se había terminado de recoger los carnés, porque hay un control biométrico de los aplicantes. “Y lo que tengo entendido es que la base de datos biométrica le fue entregada a la Dirección General de Migración. Entonces la DGM captura un ciudadano extranjero de la nacionalidad que sea, le ponen un lector de huellas, y si aplicó al Plan, le va a decir que ese ciudadano está esperando respuesta, y no lo va a deportar. Entonces, no se justifica la decisión de suspensión que en este momento tienen las deportaciones”.
Mucha gente estuvo de acuerdo con el decreto 327 sobre la suspensión de las deportaciones, y yo aunque no estuve de acuerdo, lo acepté de buena manera y lo comprendí, porque se supone que tú abres una política de regularización, no puedes estar a Dios rogando y con el mazo dando; si abro esa política, no puedo estar deportando a diestra y siniestra, comentó.
Agregó que “de hecho, no se suspendieron al ciento por ciento las deportaciones, porque durante la vigencia del decreto 327, nosotros deportamos muchísimos extranjeros, obviamente, dentro de los perfiles, que no estaban dentro del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros. Un ciudadano que llegó después del 19 de octubre del año 2011, fecha límite para acogerse al plan, ese ciudadano obviamente era deportado y nosotros en la DGM lo deportamos, lo hicimos con españoles, con haitianos, norteamericanos, con todo el que había que hacerlo”.
Estando vigente el decreto la DGM deportó en la gestión de Taveras Blanco, alrededor de 40 cubanos que entraron por Haití, porque no cumplían con el perfil definido en el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros. “Obviamente había una cautela, pero no significa que no se deportó, se deportó.
“Ahora que hoy en día se sostenga el alegato, que se diga que se suspende la ejecución de una ley, eso es grave. Me parece bien que el Ministro de Interior diga que eso está en manos del Presidente de la República, yo entiendo el tacto que debe tenerse en los asuntos de carácter internacional, pero yo creo que las explicaciones, ya se dieron”.
“El país, óigame bien Presidente, el país no puede estar a expensas de que nos entiendan o no, usted explica, y si no nos quieren entender, se actúa soberanamente. Lo que hay que evitar no es el juicio de los organismos internacionales, es el juicio del pueblo dominicano y de la posteridad, porque la suerte de esta nación está en sus manos, no en manos de la OEA, ni de Almagro (Luis), ni de Ban-ki-moon, ni de Obama, ni de nadie, a quien el pueblo dominicano tiene que reclamarle es a usted”.
¿Qué es riesgoso?. Bueno pero a nadie lo eligen para ser “miss simpatía”, para estar bien con todo el mundo. “Si es un riesgo que hay que correr, córralo, y no permita que la historia le escupa la cara”.
Dijo que fue un mandato de la sentencia la publicación de la Junta Central Electoral de que había en el Registro Civil 55 mil extranjeros, de manera que un mandato de esa sentencia que ordenó una auditoría para que desde el año 1929, se viera a todo aquél que estaba en situación irregular.
Una gran parte de ellos, los del “Grupo A”,  no estaba allí como producto del delito de suplantación de estado, pero otros eran haitianos que iban con su carnet del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y cualquier oficial del Estado Civil hacía el registro, y ese ejercicio engendró otros registros de hijos y de nietos.
“Tú tenías un drama humano que teníamos que pagar, y me parece que en eso hay consenso”. El problema de la ley 169-14 viene con el “Grupo B”, que los metieron de contrabando, que son los que nacieron en el país, antes del 2007, donde se le da la oportunidad, por haber nacido aquí un estatus migratorio, pero no se le está dando una nacionalidad, sino a los que se tenía la presunción de haber sido registrado.
La ley en sentido general, a mi no me parece mala. Con el “Grupo B”, yo no hubiese firmado eso, pero el Presidente Medina lo firmó, lo cual, en última instancia es una discreción del Estado hacer ese tipo de licencia, y lo hizo mediante ley, y realmente el impacto no era tan importante, porque ahí se abrió una especie de amnistía para los ciudadanos extranjeros que habían nacido aquí y que no ostentaban la condición de dominicanos antes del año 2007, cuando no existía el Libro de Extranjería.
“El problema está en que a mi ahora me salga el Estado dominicano, lo cual yo espero que no haga, por la salud histórica de la imagen del presidente de la República, que de 288 mil aplicantes, se aprobaron 288 mil solicitudes. Eso sería, vergonzoso y llenaría de estiércol el Plan Nacional de Regularización”.
Resaltó que la República Dominicana tiene 135 años sin tomar medidas con el tema migratorio. Dijo que las características de la política migratoria de la República Dominicana son únicas en el mundo.
Reiteró que la República Dominicana no tiene un problema migratorio, sino geopolítico de vecindad, con un Estado colapsado, con ausencia de institucionalidad y con cero culturas registrales, entre otros elementos, y con un desastre medioambiental.
“Son dos modelos diferentes, de la frontera hacia allá y de la frontera hacia acá, eso es un problema de carácter geopolítico; el colapso del Estado haitiano y de la nación haitiana, como tal, que yo respeto su identidad, pero ha colapsado y es incapaz de levantarse por su  propio pies, y obviamente eso tiene repercusiones en diferentes ámbitos, y uno de ellos es el migratorio”.
Entonces la República Dominicana está asumiendo la problemática frente a Haití, como si fuéramos los culpables de un problema migratorio, cuando en realidad, nosotros estamos padeciendo la secuela del colapso de la nación haitiana, es decir todo ha colapsado allí, indicó.
“Una nación postrada, incapaz de levantarse por su propio medio, y los dominicanos nos estamos dejando ver frente al mundo, como si se tratara de un problema migratorio, cuando esa es una de las secuelas de la postración de la nación haitiana. Entonces, si los dominicanos, no nos esforzamos e invertimos dinero, para que el mundo comprenda que no se trata de un problema migratorio, sino del colapso de una nación, que por vía de consecuencia conlleva el colapso del Estado, de los elementos económicos, institucional, en todos los sentidos”.
“Entonces nosotros nos dejamos sentar en el banquillo de los acusados frente al mundo, en un momento en que nosotros podríamos decirle al mundo que el problema migratorio no está en República Dominicana. ¿Cómo tú acusas a la República Dominicana, que ha redimido el tema de la documentación en nuestro país con una inversión cuantiosa en la Junta Central Electoral, creando una institucionalidad, que dicho sea de paso está siendo asumida como paradigma en Latinoamérica, que tiene la organización del proceso electoral del año 96 a la fecha sin tropiezos”.
El Estado dominicano invirtió y cerró el tema de la indocumentación, y el tema registral es gratuito, y ya hay una cultura, una institucionalidad. Aquí no se mueve un centavo, ni se paga un cheque, ni se hace nada con una persona que no exista registralmente. “En Haití, están en la etapa del Neanderthal, en ese sentido”.
“El Estado dominicano se está dejando arrastrar en el escenario internacional a ser juzgado por la documentación de los haitianos que están en República Dominicana, sin decirle al mundo, venga acá ¿Y los que están en Haití, que son más de un 80 por ciento de la nación en su propio país?.
Cuestionó ¿Con qué derecho el mundo le exige a la República Dominicana?. Y agregó que “el propio Haití tiene el tupé de decirnos a nosotros que no le podemos devolver ciudadanos que hayan nacido en territorio  dominicano aunque no demuestren la documentación haitiana, porque en ese caso, ¿cómo nos hacemos si Haití no tiene prácticamente maternidades y aquí se está recibiendo una gran cantidad de las nuevas generaciones haitianas?. Entonces cómo nos dejamos acorralar en ese discurso?, yo no lo entiendo, yo lo decía en el gobierno y lo estoy diciendo fuera del gobierno, comentó.
Reconoció que Haití ha sabido explotar frente a la República Dominicana y en los escenarios internacionales el “victimismo”, que es un recurso humano, al cual recurre cualquier ser humano que esté en situación de indefensión, de culpar a los demás de sus males.
Haití ha desarrollado una cultura de dependencia de las donaciones, y por ahí también se puede ver el colapso como nación, de tal manera que hasta para realizar un proceso electoral, está pasando “el sombrero”.
Ellos han asumido el tema del “victimismo”, y la comunidad internacional que se quiere lavar las manos con el tema, los acoja; lo anormal es que nosotros nos dejemos atrapar en eso, significó Taveras Blanco.
Recomendó que el tema con Haití, a partir de una política, sea reenfocado, redirigir la estrategia.
Taveras Blanco, fue diputado en varias ocasiones por la provincia de Santiago y dirigente del partido Fuerza Nacional Progresista (FNP).
Significado de una Visa
Consideró que en la política se ha ido perdiendo el sentido de “misión” y de docencia y subrayó que todas las actividades llevan consigo un elemento del contenido docente, porque se debe procurar que los demás comprendan las razones de una medida dentro del ejercicio.
“Si tú desde el Estado, desde donde quiera que estés no ejerce ese elemento de docencia de lo que te toque hacer en la vida, habrás perdido una buena parte del contenido, de la responsabilidad social de tu profesión, de tu oficio, de tu carrera, de tu vocación, lo que fuere, porque tú no ganas nada si lo que ejerces no lo conviertes en cultura y ese es uno de los grandes males que ha padecido la sociedad dominicana con el tema migratorio”.
Sostuvo que el país ha tenido la ausencia total de una cultura migratoria. “Los dominicanos sabemos que para ir a Estados Unidos, tenemos que pedir visa, pero sabemos también que no nos podemos quedar con una visa en los Estados Unidos, y quien se queda más de dos o tres semanas, hasta un mes, tiene problemas.
“Sin embargo yo no recuerdo haber escuchado casi a ningún dominicano que no me reclamara a mí como director de Migración que alguien está legal, que tiene su visa, sin saber que una visa es un permiso para usted permanecer por determinado período de tiempo; por eso yo digo, que a veces no basta con que hagas las cosas, tienes que cooperar con que las cosas se conviertan en cultura, porque si las cosas no forman parte de la cultura, no echan raíces”, apuntó Taveras Blanco.
Observó que el sentido de responsabilidad de un hombre público pasa por abominar del populismo. “El populismo es el daño, el cáncer institucional; es el cáncer político, el cáncer social más grave que puede tener una sociedad, no importa el ámbito en que tú lo ejerzas. Entonces resulta que los políticos de finales del siglo 20 y del siglo 21 hemos pasado a ser vedettes, vamos a decir más bien que candidatos a “miss simpatía”, o “míster simpatía”, y no un buen padre de familia, como corresponde a un hombre público”.
Agregó que el liderazgo público ha caído en la madeja de la comunidad mediática, que tiene un ejercicio apresurado, y esas prisas nos están llevando a situaciones muy complejas, porque lo que un público quiere hacer y decir es lo que es agradable; no lo que debe hacer, sino lo que resulta menos lesivo a su popularidad”.
Cuando tú te enfrentas a una cultura política de Twitter, de Facebook, de titulares, de sonrisas, de persona que le cae bien a todo el mundo, sin asumir responsabilidades, entonces estamos entrando a un escenario de un servidor público, de un ser humano que ya no pasa a ser responsable, lo que se puede dar en cualquier ámbito, explicó.
Arguyó que asumir la responsabilidad, no siempre es simpático, y ella te convoca a hacer lo mejor que se pueda hacer.

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