El oro venezolano en el Banco de Inglaterra: la peligrosa jurisprudencia colonial que podría engendrar gobiernos paralelos para desfalcar países
¿Qué pasa con el oro que Venezuela guarda en Londres y que reclaman Maduro y Guaidó?
Este lunes, el Gobierno británico confirmó su reconocimiento al exdiputado opositor, aumentando las probabilidades de que el oro venezolano no sea devuelto al ente estatal que lo depositó como resguardo: el Banco Central de Venezuela. Así, el preciado metal puede terminar difuminado entre las bóvedas inglesas y gastos corrientes de un gobierno paralelo que no tiene sede, ni control territorial o poblacional.
Durante esta semana, los magistrados estarán escuchando a las partes implicadas para dictar sentencia. Si los cinco magistrados encargados de decidir sobre la demanda venezolana terminan de quitarle al Gobierno de Nicolás Maduro la custodia del oro y deciden entregársela a Guaidó –o sencillamente mantenerla en resguardo por tiempo indefinido (ya han pasado casi tres años desde que Venezuela solicitó su repatriación)–, podrían incitar a la creación arbitraria de 'gobiernos paralelos' constituidos con el único fin de acceder al control sobre este.
Lo que se estaría consolidando, así, es una verdadera arma jurídica colonial que pone en riesgo las reservas internacionales de unos 30 países, que ingenuamente confiaron en Reino Unido para resguardar sus recursos soberanos.
Es este el caso del 'interinato' de Guaidó, al cual la Unión Europea (UE) le ha retirado su reconocimiento como gobierno y le ha bajado su estatus de presidente a 'líder opositor'. La ONU tampoco le reconoce. A pesar de esto, el haber sido reconocido por el Gobierno británico parece tener la suficiente categoría legal como para impedir devolver las reservas al Banco Central de Venezuela.
El mismo riesgo lo tendrán de ahora en adelante países de la región como México, Argentina, Bolivia, Colombia y Perú, que tienen reservas de oro en bancos ingleses.
La operación es muy sencilla, el Gobierno británico desconoce a la autoridad que puso el oro en las bóvedas del Banco de Inglaterra, reconoce un presidente diferente y, acto seguido, el organismo decide guardarlo en 'custodia' por un tiempo indefinido.
Hoy, las reservas de unos 30 países que tienen su oro en el Banco de Inglaterra están en riesgo. El Gobierno británico tiene ahora el poder sobre ellos y un fuerte peso para presionar en una dirección u otra las decisiones de esas naciones, so pena de perder sus recursos soberanos.
Esta decisión no solo crearía una jurisprudencia colonial peligrosa, sino que también incentivaría las aventuras de 'gobiernos paralelos' sin mayor poder que el dinero al que podrían acceder en algún banco europeo.
De haberse producido antes una sentencia de este tipo, dictaduras como la de Jeanine Añez en Bolivia quizá hubieran preferido trasladar su gobierno de facto hacia el 'exilio' para intentar cobrar o gestionar el dinero del pueblo boliviano, siendo Bolivia un país que también tiene reservas de oro en bancos extranjeros.
Estos hipotéticos escenarios, difícilmente creíbles, sirven para contemplar que esta decisión no solo crearía una jurisprudencia colonial peligrosa, sino que también incentivaría las aventuras de 'gobiernos paralelos' sin mayor poder que el dinero al que podrían acceder en algún banco europeo. Aunque también, esta decisión puede estimular a los países en cuestión a ir pidiendo una devolución paulatina de sus reservas, por miedo a situaciones similares.
Es posible que todo el movimiento anticolonial inglés, que irrumpió con fuerza durante el año pasado, desconozca los mecanismos coloniales que a día de hoy se incentivan desde Londres, a escasas cuadras de donde se tumbaron estatuas de esclavistas y colonizadores.
Ociel Alí López
Es sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido ganador del premio municipal de Literatura 2015 con su libro Dale más gasolina y del premio Clacso/Asdi para jóvenes investigadores en 2004. Colaborador en diversos medios de Europa, Estados Unidos y América Latina.
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