martes, 10 de enero de 2017

Reflexiones de allá, de aquí y el botín de lo público - Cándido Mercedes

Reflexiones de allá, de aquí y el botín de lo público

Cándido Mercedes - 9 de enero de 2017
candidoBan Ki-moon dijo una certeza especial “La corrupción asfixia las esperanzas y frustra las oportunidades. Contribuye con la desigualdad”. Ese es el panorama que miramos en América Latina y de manera particular con el caso de Odebrecht, donde 12 países están vinculados con la recepción de sobornos.
El hilo conductor de las reflexiones es que los países de América Latina, con excepción de 4 o 5, tienen una pobre calidad de sus actores políticos y el sentido que tienen de la política, además de una débil circulación de las elites partidarias. Pero la gran pregunta es, ¿cómo esos países con esa caracterización han podido empujar el carro de la historia con respecto a ese tinglado, entramado mafioso de Odebrecht, en sus repartideras de coimas?
Pensamos que uno de los elementos comunes, en algunos países, es la renovación de las elites políticas; vale decir, otros actores políticos conducen el Poder Ejecutivo y otros partidos diferentes a los que recibieron las prebendas. Esto es, la alternancia jugó un rol fundamental para la transparencia, ya que el contrapoder visibiliza las acciones del pasado. En Argentina, Macri le sucedió a Cristina Fernández; en Panamá, Varela renovaría a Ricardo Martinelly; en Perú, Pedro Pablo Kuczynski sustituiría a Ollanta Humala; en Guatemala también hubo un nuevo Presidente de otra organización partidaria.
En Ecuador, donde se están tomando medidas, todo parece indicar que el Presidente Rafael Correa no está comprometido con tan nefasta descomposición política, a pesar de que en el interregno de sus gobiernos se acunaron parte de la perversión de Odebrecht. En México, Enrique Peña Nieto, lo más taimado que se conozca como Presidente, le sucedió a Felipe Calderón del PAN.
En República Dominicana ¿qué explica esa falta de voluntad política y decisiones serias que no se queden en el mero espectáculo mediático y la simulación? La alternancia en el poder en los últimos 12 años ha quedado en manos del mismo partido. Una organización que a partir del 2005 se configuraría como un Partido Cartel. La entronización con esa topología, al decir de la Politóloga, doctora Jacqueline Jiménez Polanco, unida a la cuasi hegemonización y dominación en el escenario electoral y la cantera del clientelismo y el padrinazgo, lo llevan a asumir un dominio total de los poderes públicos.
Su visión y acción de organización corporativizada que genera una verdadera corporotocracia, donde Partido/Estado, Estado/Partido no tienen frontera, hace que todo lo que ocurre sea defendido con un espíritu de cuerpo, socavando lo poco que existía de institucionalidad. La precaria institucionalidad y con ello, su retroceso, permea que lo de ODEBRECHT, que es pérfido, infame y depravado, se nos quiera hacer ver como un acto más de degeneración y degradación de la sociedad dominicana.
Aquí en Dominicana tenemos unos actores dominantes que ven la política como negocio, no tienen el mínimo de la decencia ético-moral que se precisa de seres humanos que han de estar dotados de sensibilidad social, que exprese un verdadero compromiso societal. La debilidad institucional, paradojalmente, es la génesis de su poder y más poder; por eso la propician y la ignoran cual si fuera un mero piso al que hay que hollar, aplastar, para pasar, en el abuso del poder.
Se puede decir que tenemos poca alternancia en los últimos años, cuasi una inexistente circulación de las elites políticas (1996 – 2016: Leonel – Hipólito – Leonel – Leonel –Danilo. Leonel tres veces candidato. Hipólito tres veces candidato. Danilo 3 veces). Una partidocracia con una corroída ambición por el dinero y el poder. Esa actitud y aptitud corrosiva, tóxica y corruptiva, de una gran parte de los políticos en el poder, deriva en que formemos parte del liderazgo en materia de corrupción. Son los más corruptibles, visto desde la perspectiva de los sobornos de Odebrecht.
De cada 100 dólares que Odebrecht licitó en Panamá, tuvo que pagar U$34 dólares para sobornos; en Guatemala, U$53 dólares y en República Dominicana, para comprar a los políticos e intermediarios erogaría U$56 dólares. ¡Somos los más ladronazasasos de los 12 países que recibieron las coimas! Tres gobiernos han transcurrido. Una documentación oficial del Departamento de Justicia no ha producido reacciones esenciales de parte de los actores de la más alta instancia del poder político. ¡Lo del Procurador no sabemos si reír o llorar con sus actuaciones! Lo que si podemos esbozar es que ha sido el Procurador con menos expertise, con menos know how que hayamos visto en la época política de la larga transición democrática (1978 – 2016).
Por dirigir un Estado no se es necesariamente un Estadista. Un Estadista es aquel que tiene un sentido de la historia y en consecuencia, mide sus acciones y decisiones, velando siempre por los intereses de la sociedad y no por los intereses individuales, particulares y corporativos. Un Estadista jamás se ve involucrado con actos dañinos con la ley, ni mucho menos utiliza testaferros y personas que sirven de alcancías para propósitos confesables e inconfesables. Los Estadistas, acuñados por la historia, de ningún modo se doblegan ante la infamia del dinero mal habido.
Hemos tenido Presidentes que solo piensan y pensaron en el presente, que han comprometido el futuro para solazarse en la etapa actual, creando desde ya, existencia pavorosa para aquellos que todavía no acaban de nacer. Ellos, sencillamente, viven dramatizando sus decisiones sin el eco del sonido que trae consigo el juicio y alcance de la historia. Porque, para esos actores lo importante es que los miren y hablen de ellos, no importa cómo, lo significativo es estar.
Como nos diría Umberto Eco en su libro De la Estupidez a la locura “cuando yo era joven, había una diferencia importante entre ser famoso y estar en boca de todos. Muchos querían ser famosos por ser el mejor deportista o la mejor bailarina, pero a nadie le gustaba estar en boca de todos por ser el cornudo del pueblo o una puta de poca monta… en el futuro esta diferencia ya no existirá: Con tal de que alguien nos mire y hable de nosotros, estaremos dispuestos a todo”. Todo esto es la simbología y statu que posan más allá de los puestos que ostentan y han ostentado.
¡La sociedad espera por más transparencia, más seguridad ciudadana y más y mejores empleos. Elementos significativos para la estabilidad y la gobernabilidad, no inexcusables para el Sistema Político, pero entran. Lo trascendental de un Sistema Político “es que éste se corresponda con la sociedad que debe representar y gobernar”.
Por eso, como señalaría Manuel Castells “estamos viviendo un cambio de época. Hemos entrado en la época en que, tal vez y a pesar del mal fario de la política, podemos apropiarnos de nosotros mismos y decidir nuestro futuro en comunidad y en libertad”.
http://acento.com.do/2017/opinion/8417088-reflexiones-alla-aqui-botin-lo-publico/
candido

Cándido Mercedes

Deshojando paradigmas

Sociologo. Experto en Gerencia. Especialidad en Gestion del Talento Humano; Desarrollo Organizacional y Gerencia Social y Sociologia Organizacional. Consultor e Instructor Organizacional. Catedratico Universitario. Director Maestrias de Administracion y de Recursos Humanos, de La UCE.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario