Las operaciones para la “toma de control” en la Penitenciaría Nacional de La Victoria continuaron ayer en la búsqueda de “garantizar y mejorar” la calidad de vida de los internos de esta cárcel.
El director general de Prisiones, coronel Roberto Hernández Basilio, quien encabeza las acciones, explicó que se ha renovado todo el personal administrativo de la cárcel de La Victoria.
“El proceso de la toma de control es algo paulatino. Se realizó el cambio de las autoridades que dirigen el penal, fundamentalmente el del alcaide, todas las autoridades administrativas han sido removidas. Hay un control sobre los procesos de audiencia, hay otro sobre la alimentación y gestión de medicinas. La finalidad es tener el control completo y total del penal, que por las circunstancias que ustedes conocen, es muy especial”, expresó Hernández Basilio a los periodistas.
El coronel también definió los allanamientos que se han realizado en varias celdas de la penitenciaría como “normales” dentro de este proceso.
Procedimientos normales
“Son procedimientos normales. Hay que ir haciéndolos sin afectar y violar la libertad de los privados de libertad. Ustedes saben que quienes están aquí buscan una segunda oportunidad pero dentro hay algunos que realizan actividades que atentan contra la convivencia pacífica y la seguridad ciudadana hacia dentro y hacia afuera del centro penitenciario”, añadió Hernández Basilio, quien infor
registranmó que en búsqueda de reforzar ese tema, el director de la Policía Nacional cambió toda la dotación de la cárcel.
Comedores Económicos
Las unidades móviles de los Comedores Económicos se encuentran en la cárcel y están en la disposición de entregar todas las raciones que sean necesarias.
Ayer, desde las afueras de la explanada del centro penitenciario se notaba la instalación de las unidades de los Comedores Económicos entregando las raciones de alimentos a los reos y al personal del mismo, además del gran número de vehículos entrando y saliendo del penal como las únicas diferencias visibles con los cambios, sin lograr percibir ningún otro detalle.
Desde la madrugada del miércoles, en la cárcel de La Victoria se vienen realizando diferentes cambios luego de varias denuncias sobre actos de corrupción y permisividad en cuanto a las actividades ilegales por parte de reos.
A pesar del poco conocimiento de la operación de “toma de control” que se produce dentro de la estructura de la cárcel, los moradores del sector de La Victoria ven como positivo el que se hayan removido a las autoridades ya que esto podría poner fin a los motines que con cierta frecuencia se registran en el penal. “Con estas nuevas autoridades van a disminuir los motines ya que aparentemente esto viene a acabar con el relajo aquí. Ya con eso nosotros no tenemos que dormirnos con miedo a que en medio de la madrugada una bala pérdida de esas (que se disparan en los motines) nos impacte”, expresó Manuel Fortunato, quien tiene toda su vida residiendo en la localidad.
Las destituciones y remociones se producen luego de una denuncia del periodista Eiron López en el programa de investigación periodística de Nuria Piera, donde muestra vídeos de policías de puesto en la penitenciaría La Victoria que estarían incurriendo en actos de corrupción y permisividad en cuanto a las actividades ilegales por parte de reos.
La nueva alcaidesa interina es Dania Beltrán, quien de acuerdo con varios residentes en la zona es nativa de la comunidad de La Victoria.
No dejan pasar a las visitas
No todo ha sido visto de buena forma en estos días de reestructuración, las personas que han venido hasta acá para entregarle provisiones a familiares y amigos que se encuentran recluidos en el penal se quejan de que no han podido ni siquiera pasarles la comida a los presos.
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No permiten ni siquiera comida
Nadie pasa.
“Aquí ni Abinader que venga pasa, eso fue lo que me dijeron. Hoy (ayer) ni siquiera nos han dejado pasar la comida y todo lo que nos dicen es que por el cambio no se puede, después de ahí más nada”, expresó una señora identificada como Marina, quien vino a traerle comida a su hijo.
Control estricto.
Otros de los visitantes se quejan porque también habían venido al recinto penitenciario y tampoco pudieron realizar su cometido.
“Por lo menos hoy llegamos hasta aquí (hasta al frente), el miércoles no nos dejaron pasar desde el inicio de la callecita”, expresaba otro de los visitantes.
Con una población de presos siete veces mayor de la que permite su espacio físico, La Victoria es un antimodelo penitenciario.
Es un puro antro, en el más amplio sentido de la palabra.
Todos los vicios y las promiscuidades humanas, toda actividad ilícita, toda inequidad judicial, se diseminan en su interior como las células de un cáncer de difícil extirpación.
Tenían que estallar escandalosos episodios de perversidades y maquinaciones criminales para que, al fin, las autoridades judiciales y policiales decidieran hincarle el diente a ese monstruo indomable.
Y lo hicieron con un amplio operativo de comandos para ocupar la cárcel y hacerse cargo de un proceso de reorganización, tras destituir a los jefes y sus mancuernas internas, responsables del estado de cosas.
La procuradora general, Miriam Germán, ha actuado con firmeza y carácter al disponer esta medida y comprometerse a establecer un nuevo orden interno, hasta que comience la mudanza de presos para el nuevo recinto.
Las mismas precariedades, el mismo clima de aberraciones y de hacinamiento se repite en otras cárceles, por lo que se hace necesario un abordaje directo, con despliegue de autoridad, para subsanarlas.
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