Por: Orlando Jorge Mera orlandojorgemera@yahoo.comEl modelo implantado por el PLD ha fracasado. Urge cambio total del modelo de desarrollo. https://t.co/gmMQF0EUQB pic.twitter.com/whwjGmmfcW— Orlando Jorge Mera (@orlandojm) 1 de diciembre de 2016
Publicado el:1 diciembre, 2016
Lluvias y desigualdades
Un recorrido que hice por la provincia de Puerto Plata, una de las catorce provincias afectadas dramáticamente por las inundaciones y derrumbes provocadas por las recientes lluvias, palpé, de primera mano, la profunda desigualdad que se vive en el país, y lo más grave, la ausencia de visión de quienes nos han gobernado en los últimos doce años en el modelo de desarrollo.
Las lluvias desnudaron las miserias y las debilidades estructurales e institucionales en la función del Estado de cumplir con la dignidad humana de cada dominicano, tal como manda la Constitución. Esas miserias y debilidades han estado siempre latentes, lo único es que las lluvias las hicieron visibles, al exponerlas, una vez más a la vista de todos.
Pero, lo triste es no solamente lo relativo a la ausencia de la necesaria concientización para, por ejemplo, no construir viviendas en las cercanías de los ríos, sino cómo la propia mano del hombre, muchas veces protegido por la impunidad del gobierno, construye granceras en los ríos, provocando el desvío de sus cauces. Igualmente, lo mismo sucede, con la infraestructura vial, es decir, carreteras y caminos vecinales que fueron construidos y asfaltados hace menos de un año, hoy están destruidos por las lluvias. Es muy probable que esas obras se hicieron con afán populista, propio de la campaña electoral, sin velar por ninguna fiscalización, usando dinero público, pagado por el pueblo. Lo mismo sucede con los puentes y sus aproches.
A todo esto se suma la desigualdad en la inversión pública. El gobierno no invierte donde tiene que invertir en las provincias, y prefiere destinar esos recursos en donde no se necesita. Por ello, cuando ocurren estas situaciones dramáticas colapsan los servicios públicos, como por ejemplo, los hospitales, las escuelas y los centros de albergue, y en definitiva, el gobierno central y la municipalidad se sienten saturados ante la falta de poder dar respuesta efectiva.
La solución, por tanto, no puede ser dar más poderes al presidente. La solución tiene que ser el cambio total y radical del actual modelo de desarrollo. ¿De qué ha servido la Ley que crea la Estrategia Nacional de Desarrollo si no se cumple? El modelo implantado por el PLD ha fracasado. Falta visión y voluntad política para invertir, en lo que Peña Gómez enseñó hace muchos años, en “primero la gente”.
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Lluvias y desigualdades
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