Durante la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció un discurso marcado por su firme condena al reconocimiento del Estado palestino, calificándolo como una recompensa para los terroristas de Hamás. En medio de un contexto internacional donde múltiples países han oficializado su respaldo a Palestina, este artículo analiza el impacto diplomático de sus palabras y reivindica la tragedia sufrida por Israel como víctima de un ataque sin precedentes.
La madrugada del 7 de octubre de 2023 marcó un punto de quiebre en el conflicto palestino-israelí. Milicianos de Hamás y otras facciones palestinas lanzaron un ataque coordinado desde Gaza que incluyó infiltraciones terrestres, marítimas y aéreas, el lanzamiento de más de 5,000 cohetes y asaltos a comunidades civiles, bases militares y un festival de música. El resultado fue devastador: más de 250 personas fueron secuestradas, entre ellas niños, ancianos y ciudadanos de diversas nacionalidades.
Más allá de las fronteras y las ideologías, el secuestro de civiles en contextos de guerra representa una violación flagrante del derecho internacional humanitario. Los rostros de los rehenes —como Shani Louk, Noa Argamani o Arye Zalmanovich— se han convertido en símbolos del sufrimiento humano que trasciende cualquier causa política. Esta tragedia exige una respuesta firme de la comunidad internacional, no solo en términos de condena, sino de acción diplomática efectiva.
En este contexto, el discurso de Donald Trump ante la ONU adquiere una dimensión particular. Al afirmar que “reconocer el estado palestino es un premio para los terroristas de Hamas”, el mandatario estadounidense no solo expresó una postura política, sino también una defensa explícita de Israel como nación agredida. Su intervención, aunque polémica, pone sobre la mesa una pregunta esencial: ¿puede la comunidad internacional avanzar hacia el reconocimiento de un Estado sin abordar primero los crímenes cometidos por actores como Hamás?
La postura de Trump refuerza la narrativa de que el terrorismo no puede ser legitimado por vías diplomáticas. Si bien el reconocimiento del Estado palestino responde a aspiraciones legítimas de autodeterminación, este proceso no puede ignorar los hechos del 7 de octubre ni el sufrimiento de las víctimas israelíes. La defensa de Israel como pueblo agredido debe formar parte del debate ético en los foros multilaterales.
La guerra no puede justificar el secuestro. La causa no puede eclipsar la vida. Y el silencio no puede ser cómplice del dolor. En medio de la Asamblea General de la ONU, donde los líderes del mundo discuten los grandes desafíos de la humanidad, la tragedia de los rehenes israelíes debe ocupar un lugar prioritario. El discurso de Trump, aunque polarizante, recuerda que la defensa de la dignidad humana debe estar por encima de cualquier cálculo político.
Calvo, G., & Bonzo, A. (2025, septiembre 23). Donald Trump habla ante la ONU: “Reconocer el estado palestino es un premio para los terroristas de Hamas”. Infobae. https://www.infobae.com/america/mundo/2025/09/23/donald-trump-habla-ante-la-onu-reconocer-el-estado-palestino-es-un-premio-para-los-terroristas-de-hamas/
🇺🇳 Donald Trump en la ONU: “Reconocer el Estado palestino es un premio para los terroristas de Hamas”.
— LuisOrlando Díaz Vólquez (@GUASABARAeditor) September 23, 2025
Criticó el rol de la ONU, pidió el fin de la guerra en Ucrania y exigió a Europa dejar de comprar petróleo ruso. https://t.co/WXxyhXDAt1#UNGA80 #Trump #Palestina #Gaza #ONU
“Deseo expresarles el agradecimiento de toda la nación. Gracias a su entrega y sacrificio, esta noche podremos reunirnos alrededor de la mesa de la festividad con un sentimiento de seguridad y con profunda gratitud por todo lo que hacen”.
— FDI (@FDIonline) September 22, 2025
— Jefe del Estado Mayor, Teniente… pic.twitter.com/Us4tZTEhYL
No hay comentarios.:
Publicar un comentario