AM
Inés Aizpún
Hay que insistir
17 / 09 / 2019, 12:00 AM
No es la primera vez que la sociedad se asombra de la facilidad con que desde la Cancillería o desde el Palacio se regalan puestos y sueldos en el exterior. Es parte del servicio diplomático como lo asumimos (con poca resignación, hay que decir).
¿Por qué, entonces, ha causado tanta incomodidad el nombramiento de Ingrid Jorge, conocida como La Torita? Quizá porque desafía al sentido común como pocas designaciones anteriores. Porque los Emiratos Árabes debe ser uno de los destinos más complejos del panorama geopolítico del globo y no parece, así a primera vista, que la joven tenga ni remotamente la preparación adecuada para sortear las complejidades de ese destino.
Molesta el uso de fondos públicos y que nadie se haga responsable del nombramiento. Molesta que no se expliquen las razones que le hacen la más idónea para ser parte de una representación diplomática. Molesta que se tome el servicio exterior tan a la ligera y se retuerza la nómina para favorecer a allegados, parientes o compañeros de partido.
Molesta, en fin, que mientras se llenan la boca de discursos de transparencia y lucha contra la corrupción, los políticos hagan estos movimientos. Y los hacen porque saben que no va a pasar nada. ¿Carrera administrativa, escuela de diplomacia? ¿Para qué? La falta de institucionalidad con que se maneja el Estado es uno de los frenos que impiden que el país despegue.
Pero nadie podrá acusar de falta de transparencia a la joven o a su madre, conocida como La Tora, y protagonista indirecta de este acontecimiento. Sin duda explicarán con todo detalle por qué y quién decidió darle el cargo cuando el momento adecuado llegue.
(Probablemente eso ya será después de la campaña...)
https://www.diariolibre.com/opinion/am/hay-que-insistir-JC14165378
Inés Aizpún
Hay que insistir
17 / 09 / 2019, 12:00 AM
No es la primera vez que la sociedad se asombra de la facilidad con que desde la Cancillería o desde el Palacio se regalan puestos y sueldos en el exterior. Es parte del servicio diplomático como lo asumimos (con poca resignación, hay que decir).
¿Por qué, entonces, ha causado tanta incomodidad el nombramiento de Ingrid Jorge, conocida como La Torita? Quizá porque desafía al sentido común como pocas designaciones anteriores. Porque los Emiratos Árabes debe ser uno de los destinos más complejos del panorama geopolítico del globo y no parece, así a primera vista, que la joven tenga ni remotamente la preparación adecuada para sortear las complejidades de ese destino.
Molesta el uso de fondos públicos y que nadie se haga responsable del nombramiento. Molesta que no se expliquen las razones que le hacen la más idónea para ser parte de una representación diplomática. Molesta que se tome el servicio exterior tan a la ligera y se retuerza la nómina para favorecer a allegados, parientes o compañeros de partido.
Molesta, en fin, que mientras se llenan la boca de discursos de transparencia y lucha contra la corrupción, los políticos hagan estos movimientos. Y los hacen porque saben que no va a pasar nada. ¿Carrera administrativa, escuela de diplomacia? ¿Para qué? La falta de institucionalidad con que se maneja el Estado es uno de los frenos que impiden que el país despegue.
Pero nadie podrá acusar de falta de transparencia a la joven o a su madre, conocida como La Tora, y protagonista indirecta de este acontecimiento. Sin duda explicarán con todo detalle por qué y quién decidió darle el cargo cuando el momento adecuado llegue.
(Probablemente eso ya será después de la campaña...)
https://www.diariolibre.com/opinion/am/hay-que-insistir-JC14165378
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