El tratado INF ante la disyuntiva entre las decisiones ventajosas y las responsables
En 1987, en el marco de la guerra fría, los presidentes estadounidense y soviético firmaron el tratado de fuerzas nucleares de alcance intermedio- INF (Intermediate-Ranger Nuclear Forces), el cual cohibió el uso de misiles de 500 y 5500 kilómetros de alcance frente a la alta preocupación de la creación del misil de rango intermedio SS-20 con la intención de amenaza que tenía hacía algunos puntos específicos de Europa occidental.
Sin embargo, en octubre de 2018, Estados Unidos anunció su pretensión de retirarse del tratado, explicando que Rusia estaba incumpliendo el acuerdo, y solo lo retomaría si comprobaba que Rusia evitaría la fabricación de armas nucleares y otros misiles de intermedio y largo alcance. Esta decisión fue fuertemente criticada por el mundo, porque podía agitar los causales de una carrera armamentista. Teniendo en cuenta que tanto a Rusia como a Estados Unidos les interesa prioritariamente estar preparados en defensa para cualquier tipo de ataque, pero están olvidando las fuertes consecuencias que una situación similar dejó para el mundo años atrás. El acuerdo resulta de alta importancia porque durante su aprobación se logró eliminar una relevante cantidad de misiles de intermedio alcance en el mundo, puesto que varios países que no eran parte del tratado, llevaron a cabo la misma medida. No obstante, las tensiones han aumentado fuertemente entre Estados Unidos y Rusia, debido a la mutua acusación de incumplimiento del acuerdo durante los últimos años. Adicionalmente la situación puede empeorar de manera drástica debido a que en 2021 expira el tratado START sobre limitación de uso de misiles estratégicos de largo alcance. El cual tendría la posibilidad de extenderse por cinco años por consenso de las dos partes, pero la falta de consenso representa precisamente el punto de quiebre para la estabilidad y seguridad entre estas naciones.
Iniciando el mes de febrero de 2019, Estados Unidos anuncio su decisión definitiva de suspensión de obligaciones frente al tratado INF, y lo siguió Rusia pese a haber sido uno de los principales oponentes del anterior anuncio de retiro de Estados Unidos en 2018. El Presidente de Rusia dio a conocer su pretensión de desarrollar un misil hipersónico de rango medio, aclarando que sólo lo utilizará en caso de que el país sea primeramente atacado por Estados Unidos. Desafortunadamente la falta de voluntad de mutuo cumplimiento del acuerdo, sumada a las dinámicas políticas actuales donde en varias regiones del mundo se han presentado situaciones de alta complejidad que amenazan la paz y seguridad, y donde tanto Estados Unidos como Rusia han reflejado un papel preponderante, amenazan la estabilidad global al ser acciones detonantes.
Al tratado INF se le debería dar la relevancia y respeto que amerita, puesto que el foco de atención de las partes no se debe fundamentar en la búsqueda de ventajas en un marco de competencia bélica, sino en la determinación de voluntades para promover prioritariamente la estabilidad de seguridad y paz global, en contraposición a la lucha por poderes. Porque las afectaciones serían, ‘‘tan solo’’ para la PAZ MUNDIAL. Así, resulta claro el camino que se debería seguir ante la disyuntiva entre las decisiones ventajosas en equipamiento con armamento de mediano y alto alcance y las decisiones responsables por la búsqueda de paz global. Lo adecuado sería que las dos partes dialoguen y asuman compromisos serios para retomar el cumplimiento del tratado.
Isaac Newtoon decía que ‘’los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes’’. Por tanto, ante la situación descrita se deben buscar construir alternativas de diálogo y acuerdos como puente a la paz, más no seguir promoviendo su incumplimiento en búsqueda de fortalecer el equipamiento con armas, ante situaciones bélicas, como muro de defensa e instrumento de ataque.
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