La decisión de mantener la TPM en 5.25 % es correcta y oportuna. Consolida la desinflación dentro de la meta, aprovecha el ciclo de relajación externo y refuerza un proceso de transmisión que ya abarata el crédito. El desafío es convertir ese alivio financiero en crecimiento sostenible y empleo, blindando a la vez la economía frente a choques climáticos y a la volatilidad internacional. Con comunicación clara, coordinación fiscal y foco sectorial, 2026 puede ser el año en que la estabilidad de precios y la reactivación se encuentren en un punto óptimo para la República Dominicana.
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TPM en 5.25 %: prudencia monetaria y agenda pro‑productividad para 2026
Editorial por Luis Orlando Díaz Vólquez (@GuasabaraEditor)
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió en su reunión de política monetaria de diciembre de 2025 mantener la tasa de política monetaria (TPM) en 5.25 % anual, junto con la facilidad de repos a un día en 5.75 % y los depósitos remunerados (overnight) en 4.50 % . La decisión reconoce un entorno externo aún incierto y presiones inflacionarias vinculadas al impacto climático sobre precios de alimentos; a la vez, confía en el funcionamiento del mecanismo de transmisión para sostener condiciones financieras favorables de cara a 2026. Esta continuidad se suma a un recorte acumulado de 50 pbs desde septiembre, orientado a reactivar la demanda interna sin desanclar expectativas de precios.
El punto de partida interno justifica la prudencia . La inflación interanual cerró
noviembre en 4.81 %, dentro
del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, y la subyacente en 4.74 % ; además, el BCRD
subraya que los choques climáticos se
disiparían gradualmente en la primera parte de
2026, lo que permitiría mantener ancladas las expectativas. En paralelo, el IMAE
mostró una mejoría en noviembre, y el canal crediticio se fortaleció con la
ejecución del programa de provisión de liquidez por RD$81,000 millones aprobado
por la Junta Monetaria. Con estos fundamentos, el banco central gana margen
para sostener la TPM sin exacerbar riesgos de sobre‑calentamiento ni castigar
innecesariamente la actividad.
Los efectos de transmisión ya se reflejan en el costo del dinero: la tasa
interbancaria descendió notablemente respecto de sus máximos de mitad de año,
mientras las tasas pasivas y activas promedio ponderadas de la banca múltiple
también retrocedieron. La combinación de menor costo financiero y mayor tracción
del crédito privado —en torno al 8 %
interanual al cierre de noviembre— confirma que el ajuste acumulado desde
septiembre permea al circuito bancario. En ese contexto, mantener la TPM ofrece
estabilidad de señales al mercado para que el abaratamiento del crédito siga
traduciéndose en inversión y consumo, sin perder de vista los riesgos
idiosincráticos de la oferta (clima/agro).
El entorno internacional respalda la decisión local. En Estados Unidos, la Fed recortó
25 pbs en diciembre ante signos de enfriamiento del mercado laboral, y el
consenso anticipa al menos un ajuste adicional en 2026; en la Zona Euro, tras
recortes acumulados en el año, el BCE enfrentará 2026 con mayor cautela. La
lectura para economías abiertas como la dominicana es doble: mejora el costo
externo de financiamiento y se atenúan presiones cambiarias por diferencial de
tasas, pero persisten incertidumbres sobre crecimiento y precios globales
(materias primas), lo que aconseja una postura de continuidad más que de
experimentación.
Ahora bien, la prudencia no debe confundirse con inercia . Con una inflación
dentro del rango y un crédito real que empieza a reaccionar, el reto para 2026
es maximizar el impacto macro de la liquidez hacia sectores con alta
elasticidad de empleo y productividad (construcción y vivienda, comercio,
hoteles y restaurantes), y reforzar la coordinación con la política fiscal para
dinamizar proyectos de inversión pública de rápida ejecución (infraestructura
logística y resiliencia climática). En paralelo, convendría que el BCRD
robustezca su forward guidance con una ruta condicional explícita: qué
trayectorias de inflación y actividad activarían nuevos ajustes a la baja o una
pausa prolongada. Ese mapa, comunicado con consistencia, reduce la
incertidumbre y alinea expectativas del sistema financiero.
Otra prioridad es el anclaje de expectativas frente a choques de oferta . La
experiencia de la tormenta Melissa sugiere que eventos climáticos pueden
reintroducir volatilidad en alimentos ; por ello, mantener la TPM y usar medidas
macroprudenciales selectivas protege la calidad de cartera y la solvencia del
sistema, mientras la política fiscal atiende cuellos de botella en
abastecimiento y almacenamiento (pérdidas post‑cosecha). Si la oferta se
normaliza como prevé el BCRD, el sesgo de crecimiento podría ganar tracción sin
comprometer la meta de precios.
En el frente externo, la posición de reservas internacionales y la estabilidad
cambiaria —con un tipo de cambio ordenado y reservas brutas en torno a los
parámetros recomendados— brindan otro amortiguador para sostener la señal de
política. Aun así, la digestión global de tasas y la evolución de precios de petróleo
y oro siguen siendo variables críticas para el balance de la balanza de pagos;
aquí, la consistencia del mensaje del banco central y la coordinación con el
Tesoro en materia de colocaciones y roll‑over será clave para evitar tensiones
innecesarias.
¿Qué concretar en el primer trimestre de
2026?
* Mantener la TPM en 5.25 %
mientras la inflación converge al centro del rango y el IMAE
confirma recuperación, con revisión mensual
del corredor de facilidades (repos/overnight). Santo_Domingo_Santo_Domingo_Province_Dominican_Republic.html)
* Publicar una matriz de umbrales (inflación
general/subyacente, brecha de producto, crédito
real, condiciones externas) que oriente el sesgo de política en
las próximas reuniones.
* Profundizar el canalizamiento del programa de liquidez hacia MIPYMES y
vivienda social, maximizando el multiplicador de empleo e inversión.
Veredicto editorial: la decisión de mantener
la TPM en 5.25 % es correcta
y oportuna . Consolida la desinflación dentro de la meta, aprovecha el ciclo de
relajación externo y refuerza un proceso de transmisión que ya abarata el
crédito. El desafío es convertir ese alivio financiero en crecimiento
sostenible y empleo, blindando a la vez la economía frente a choques climáticos
y a la volatilidad internacional. Con comunicación clara, coordinación fiscal y
foco sectorial, 2026 puede ser el año en que la estabilidad de precios y la reactivación
se encuentren en un punto óptimo para la República Dominicana.
Referencias seleccionadas
* Comunicado oficial del BCRD: “Mantiene su tasa de política monetaria en 5.25 % anual” (30 de
diciembre de 2025).
[\[tripadvisor.com.mx\]](https://www.tripadvisor.com.mx/Attractions-g147289-Activities-c40-Santo_Domingo_Santo_Domingo_Province_Dominican_Republic.html)
* Diario Libre : cobertura macroeconómica y decisión de tasa (28 y 30 de
diciembre de 2025).
[\[do.worldorgs.com\]](https://do.worldorgs.com/catalogar/santo-domingo/masajista/bai-hui-masaje-de-pie-y-cuerpo),
[\[tripadvisor.com.ph\]](https://www.tripadvisor.com.ph/Attractions-g147289-Activities-c40-Santo_Domingo_Santo_Domingo_Province_Dominican_Republic.html)
* CDN / ACN / ElDinero : notas sobre tasas, inflación y entorno externo.
[\[placestogodr.com\]](https://placestogodr.com/profile/bai-hui-tratamiento-natural/santo-domingo),
[\[tripadvisor.co\]](https://www.tripadvisor.co/Attractions-g147289-Activities-c40-Santo_Domingo_Santo_Domingo_Province_Dominican_Republic.html),
[\[paginasama...las.com.do\]]
https://paginasamarillas.com.do/en/business/search/santo-domingo/c/spas)
* BCRD – Variables macroeconómicas (inflación, TPM, tasas bancarias, reservas).
[\[tripadvisor.cl\]](https://www.tripadvisor.cl/Attractions-g147289-Activities-c40-Santo_Domingo_Santo_Domingo_Province_Dominican_Republic.html)
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