Por ORLANDO JORGE MERA
Orlando Jorge MeraA pocos días de su conclusión, es preciso reiterar nuestros objetivos ante la 26 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Fuimos para plantear una agenda realista y enfrentar ese gran problema de la humanidad, siendo en el caso de la República Dominicana de mayor importancia, por ser una isla, compartida con Haití. No puede ser un tema dejado para mañana; urge atenderlo hoy.
Asumimos rol activo al seno de la “Alianza de Pequeños Estados Isleños” (AOSIS), para junto a 39 islas del mundo, llamar la atención sobre los efectos del cambio climático en nuestros territorios, sobre todo ante los fenómenos atmosféricos, que requieren mitigación y adaptación.
Ante esta realidad, urge establecer financiamiento por parte de los mayores países que producen gases de efecto invernadero, a favor de nuestros países. La lucha apenas comienza.
Somos de los primeros diez países de todo el mundo que mayores riesgos corremos conforme avance ese fenómeno. Por ello, hemos tomado el liderazgo de esta vital conversación poniendo el ejemplo: aumentar la ambición climática para reducir en un 27% las emisiones hacia el año 2030.
En los meses previos, participé en el Diálogo de Alto Nivel sobre Acción Climática en Las Américas, así como en diversos foros internacionales donde fijamos la misma posición: recuperación verde post-covid si queremos presente y futuro donde las nuevas generaciones reciban un medio ambiente gestionado de manera sostenible.
Ya en la Cumbre, tuve el honor de encabezar la delegación dominicana, donde firmamos la Declaración “Acción sobre los bosques y el uso de la tierra”, respaldada por 100 líderes mundiales reunidos allí, el cual busca detener y revertir la pérdida de bosques, así como la degradación de la tierra para el año 2030, lo que involucra una inversión de más de US$ 19 mil millones, provenientes de fondos públicos y privados.
En esa firma, sostuve que formar parte de esa iniciativa, la cual busca conservar la biodiversidad,
“es de vital importancia de cara a los esfuerzos que estamos haciendo en República Dominicana para mantener nuestra capacidad boscosa que es de un 42%, y aumentarla intensamente para el año 2030”.
Planteamos con firmeza y claridad cuán importante es que el financiamiento ante el cambio climático se produzca en el corto plazo y deje de quedar entrampado en la burocracia y en un “mañana” cada vez más desafiante.
Urge también frenar el calentamiento global en la línea de la cota decisiva de 1.5 centígrados para todos los países, e impulsar la transición a energías renovables y transporte compatible con medio ambiente.
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