No sería la primera vez que en los días previos a unas elecciones presidenciales de República Dominicana los sondeos se dan la vuelta de manera inesperada. En cualquier proceso electoral es muy difícil que en pocas horas el candidato oficialista recupere a su contrario más de 10 puntos. Sin embargo, en el país caribeño sí que ha pasado, todo, según han confirmado a Diario16 fuentes conocedoras de los hechos en República Dominicana, gracias a la corrupción y, casualmente, siempre favoreciendo al PLD.

A día de hoy, los sondeos parecen muy favorables para el candidato del PRM, Luis Abinader, sobre todo tras la publicación de la encuesta de Gallup en el diario Hoy, estudio demoscópico que pronostica una dura derrota de Gonzalo Castillo y el PLD, incluso sin necesidad de llegar a una segunda vuelta.

Fuente: Diario HOY RD

En los últimos años los resultados de Gallup en los comicios dominicanos suelen acercarse a lo que sucederá en el día de la votación:

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Sin embargo, a pesar de la contundencia de la encuesta, en la que Abinader aventaja en más de 18 puntos a Castillo, ¿puede estar tranquilo el pueblo dominicano respecto a que desde el partido oficialista se respete la voluntad popular? Ni el candidato del PRM ni la ciudadanía pueden estarlo porque desde el poder se pueden empezar a mover una serie de estrategias, legales, alegales o corruptas que pueden modificar el resultado aproximadamente en 10 puntos. De cara a las elecciones del próximo día 5 de julio, un movimiento de este tipo provocaría, en primer lugar, la convocatoria de una segunda vuelta y, en segundo término, que el candidato oficialista recupere el terreno perdido porque habrá ganado el tiempo suficiente para hacerse con el apoyo de más del 50% de los votantes.

¿Cómo lo podrían hacer? En medio de la pandemia, a Gonzalo Castillo le puede ser muy fácil confundir al pueblo a través de las ayudas sociales para hacer ver que ese dinero se recibe gracias al PLD y no del Gobierno. Esto supondría una compra encubierta de cédulas electorales utilizando, presuntamente, recursos públicos.

En segundo término, podría ocurrir lo que ya sucedió durante los comicios municipales del mes de febrero, cuando en las máquinas de votación sólo aparecían los candidatos del PLD, un verdadero fraude electoral que provocó la suspensión de los comicios en los que, un mes más tarde, el PRM obtuvo una victoria contundente con unos datos cercanos a los que señala la encuesta de Gallup para las presidenciales. De ahí las suspicacias surgidas hace unos días tras verse a camiones con el logotipo de la Junta Central Electoral entrando en las dependencias de campaña de Gonzalo Castillo.

Lo que está claro es que el pueblo dominicano quiere un cambio en el Palacio Nacional. La ciudadanía del país caribeño ya está harta de 16 años de gobiernos del PLD que se han caracterizado por los escándalos de corrupción, tanto en la época de Leonel Fernández como de Danilo Medina. Odebrecht, Petrocaribe, Lava Jato, Funglode, además de los casos de corrupción en los que instituciones públicas como la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (Corde), el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (Inapa) y la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) se vieron envueltas mientras Danilo Medina o Leonel Fernández se presentaban ante el país como el paladín anticorrupción.

A esto hay que añadir las informaciones publicadas por Diario16 respecto a los negocios de Gonzalo Castillo y los presuntos tratos de favor recibidos mientras fue ministro de Obras Públicas en el gobierno de Danilo.

Tanto el pueblo como el candidato Luis Abinader deben estar muy vigilantes a los movimientos que hagan en el PLD porque el partido oficialista no dudará en hacer lo que haga falta, caiga quien caiga, para mentenerse en el poder. Y, sobre todo, vigilen las centrales hidroeléctricas.