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Spanish.xinhuanet.com 2018-12-15 14:23:02 |
LA HABANA, 14 dic (Xinhua) -- Con un llamado en defensa de la unidad, el desarrollo y a América Latina y el Caribe como zona de paz concluyó este viernes en La Habana la XVI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
La magna cita, efectuada en el habanero Palacio de Convenciones, contó con la asistencia de presidentes, ministros y altos funcionarios de los 10 países del bloque, y coincidió con el aniversario 14 de la fundación de la entidad regional.
Al abrir la jornada, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llamó a impulsar proyectos de cooperación solidaria en un momento en que Estados Unidos revive la intervencionista Doctrina Monroe y hay un ascenso de gobiernos populistas de derecha en la región.
También instó a afrontar de conjunto los "riesgos y amenazas" que se ciñen sobre las naciones de Latinoamérica y el Caribe, que tratan de impedir el avance de las fuerzas progresistas y de izquierda.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, hizo un llamado a la defensa de los ideales, principios y propósitos del ALBA, y rindió tributo a los padres fundadores del bloque, los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, a quienes calificó de hombres grandes e inmortales.
Su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega, expresó que frente a la "lluvia de amenazas y sanciones" de Estados Unidos y la derecha internacional, la clave es resistir hasta vencer.
Asimismo, los líderes participantes en la cumbre coincidieron en destacar el papel decisivo del ALBA en los avances sociales logrados en la última década en la región.
El cónclave se pronunció por reafirmar el compromiso de unidad, cooperación y solidaridad entre las naciones miembros del ente integrador, conformado actualmente por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Surinam, San Vicente y las Granadinas y Venezuela.
En opinión del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, uno de los mayores retos del ALBA es conectar el discurso político con la realidad económica de las naciones que la integran.
Comentó por otro lado que la salida en agosto último de Ecuador del ALBA y la ausencia de Santa Lucía en esta cumbre llaman la atención y convocan al análisis.
El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, resaltó que "no hay ninguna entidad en el mundo que pueda compararse con el ALBA", y explicó que la complementariedad económica impulsada por el bloque y las oportunidades que ofrece a los pequeños países no tienen precedentes en la región.
La voluntad de continuar impulsando la construcción de un nuevo orden internacional democrático, justo, inclusivo y equitativo, en el que sea efectiva la igualdad soberana entre los Estados, así como el respeto a la libre determinación de los pueblos quedó plasmada en la Declaración Final, leída por el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
El texto expresa la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como mecanismo de concertación política en la región y exigió el fin del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
Los dignatarios y otros dirigentes participantes ratificaron el compromiso con la cooperación y la integración y a favor de la unidad regional en pos de enfrentar la injerencia y dominación política y económica impuesta por los poderes hegemónicos globales.
La Cumbre del ALBA denunció asimismo las acciones que ponen en peligro la paz en la zona, la guerra económica de Estados Unidos contra países del área, y reiteró la solidaridad con el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, hoy preso político en su país.
Estados Unidos utiliza a la Organización de Estados Americanos (OEA) en su política intervencionista contra la soberanía, la libre determinación y el orden institucional de Venezuela, Nicaragua y otros países, denuncia también la Declaración.
El documento ratifica el apoyo a Bolivia en su "histórico y justo" derecho a una salida al mar con soberanía, y el respaldo a los países caribeños en su reclamo de compensación por el genocidio a la población nativa y los horrores de la esclavitud y la trata.
En las palabras finales de la cumbre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a defender la unidad y solidaridad y a fomentar un pensamiento económico integrador frente a las fuerzas hegemónicas y derechistas de la región.
Denunció que en Latinoamérica y el Caribe surgen corrientes neofascistas que quieren dividir, debilitar y confundir a los pueblos, y puntualizó que ante esas fuerzas hegemónicas, el reto fundamental es el desarrollo económico, algo que los pueblos no podrán lograr -dijo- separados, desintegrados, desunidos.
El mandatario bolivariano consideró que los países de la región se han quedado rezagados en el desarrollo económico, y afirmó: "es necesario garantizar la felicidad, tranquilidad y prosperidad a las cuales que tienen derecho nuestros pueblos".
Recordó proyectos sociales nacidos del acercamiento entre los líderes Fidel Castro y Hugo Chávez: el Petrocaribe, misiones como Yo sí pueblo (de alfabetización) y programas de salud a cargo de médicos cubanos, entre estos la Misión Milagro (operaciones de la vista), y adelantó que esta será retomada "para los campos y barrios de toda América Latina".
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) fue fundada el 14 de diciembre de 2004 en La Habana por los ex presidentes Fidel Castro, de Cuba, y Hugo Chávez, de Venezuela, para contrarrestar el plan de Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA), creado por el Gobierno de Estados Unidos.
http://spanish.xinhuanet.com/2018-12/15/c_137676461.htm
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