Conozca mi opinión sobre la complejidad de las elecciones del año 2020. Un reportaje de @yanesiEspinal en https://t.co/QPlyZTqa5z— Jorge A. Subero Isa (@jorgesuberoisa) 7 de julio de 2018
Elecciones del 2020 ¿las más complejas?
“Si la JCE hace primarias se sembraría el caos”
Para Jorge Subero Isa, expresidente de la Junta Central Electoral (JCE), la complejidad de las elecciones del 2020 viene por la responsabilidad del órgano electoral de administrar tres elecciones en poco tiempo y el historial de reclamos que caracterizan el resultado de las votaciones. Desde su perspectiva, los tribunales estarían abarrotados de demandas por el resultado. Además, considera que a la JCE no se le debe dar la responsabilidad de organizar las primarias de los partidos y que su papel debe limitarse a la supervisión de los procesos de los partidos.
Desde su perspectiva, obligar al órgano electoral, como proponen los partidos, a organizar las primarias en los partidos políticos “sembraría el caos en todo el sistema electoral” del país, especialmente por el poco tiempo.
¿Por qué las elecciones del 2020 son consideradas complejas?
No hay dudas de que las elecciones del año 2020 serán sumamente complejas, porque estamos hablando de elecciones en febrero, en mayo y posiblemente las relativas a la segunda vuelta. Es decir, potencialmente estamos hablando de que la Junta Central Electoral tendría que administrar tres procesos electorales, relativamente en poco tiempo. Si tomamos en consideración los niveles de litigiosidad que predominan en la cultura electoral dominicana, tendríamos que concluir que los órganos electorales estarían abarrotados de trabajo. Imaginémonos, que además de esos procesos electorales la Junta Central Electoral tuviese que administrar los procesos internos de los partidos políticos. Creo que sembraríamos el caos en todo el sistema electoral.
No hay dudas de que las elecciones del año 2020 serán sumamente complejas, porque estamos hablando de elecciones en febrero, en mayo y posiblemente las relativas a la segunda vuelta. Es decir, potencialmente estamos hablando de que la Junta Central Electoral tendría que administrar tres procesos electorales, relativamente en poco tiempo. Si tomamos en consideración los niveles de litigiosidad que predominan en la cultura electoral dominicana, tendríamos que concluir que los órganos electorales estarían abarrotados de trabajo. Imaginémonos, que además de esos procesos electorales la Junta Central Electoral tuviese que administrar los procesos internos de los partidos políticos. Creo que sembraríamos el caos en todo el sistema electoral.
Ante esa realidad, si se aprueba la ley de partidos con el mandato para que la JCE organice las primarias a las organizaciones políticas ¿la JCE podría quedar cuestionada para organizar las elecciones nacionales, como ha advertido la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus)?
Mi posición es que solamente a los partidos políticos les corresponde administrar sus procesos internos. No me parece saludable para nuestro sistema electoral que la Junta Central Electoral sea la guardiana de la conducta de los partidos y agrupaciones políticas. Aquellos partidos que no se encuentren en condiciones de administrar sus procesos internos, deben desaparecer del espectro electoral dominicano. No se justifica que si ellos no tienen capacidad para manejar sus asuntos internos, puedan dirigir y administrar un asunto tan complejo como lo es el Estado. A mi modo de ver, la Junta Central Electoral tan solo debe intervenir como una especie de “testigo” de que las convenciones internas de los partidos se celebren organizadamente.
Mi posición es que solamente a los partidos políticos les corresponde administrar sus procesos internos. No me parece saludable para nuestro sistema electoral que la Junta Central Electoral sea la guardiana de la conducta de los partidos y agrupaciones políticas. Aquellos partidos que no se encuentren en condiciones de administrar sus procesos internos, deben desaparecer del espectro electoral dominicano. No se justifica que si ellos no tienen capacidad para manejar sus asuntos internos, puedan dirigir y administrar un asunto tan complejo como lo es el Estado. A mi modo de ver, la Junta Central Electoral tan solo debe intervenir como una especie de “testigo” de que las convenciones internas de los partidos se celebren organizadamente.
Partidos
Mi posición es que solamente a los partidos políticos les corresponde administrar sus procesos internos”.
Mi posición es que solamente a los partidos políticos les corresponde administrar sus procesos internos”.
“El voto preferencial va a generar conflictos”
La complejidad de las elecciones del 2020 por variables como el voto preferencial municipal y la diferencia de solo tres meses entre los comicios municipales de febrero y los presidenciales y congresuales de mayo de ese año, es abordado por el expresidente de la Junta Central Electoral (JCE) Manuel Ramón Morel Cerda. Desde su óptica, lo que hace compleja esas elecciones es el voto preferencial que tendrá que aplicarse no solo para elegir los diputados sino en el nivel municipal. Desde su experiencia considera que esa modalidad en dos niveles de elección podría generar altos niveles de conflictos.
Dijo que comparte la preocupación de que si a la JCE se le da la responsabilidad de organizar las primarias de los partidos políticos su credibilidad y autoridad podrían verse afectadas para cumplir con su papel fundamental que es el montaje y arbitraje de las elecciones generales del 2020. Consideró que el mayor inconveniente para la JCE administrar los procesos internos de los partidos se debe al alto nivel de conflictividad que se da en los partidos mayoritarios.
¿Por qué las elecciones del 2020 son consideradas complejas?
Creo que las elecciones del 2020 van a ser excepcionalmente complejas, porque tendremos en febrero elecciones municipales y en mayo de manera simultáneas elecciones congresuales y municipales. Esas elecciones tendrán el añadido de que los niveles congresual y municipal se van a manejar con el voto preferencial, que le aporta un elevado grado de complejidad al proceso. En el año 2002 se implementó por primera vez el voto preferencial a nivel congresual. Esta experiencia creó problemas en las demarcaciones más pobladas del país que fueron de difícil solución, por lo que la administración del proceso, tanto en el nivel congresual como el municipal, con las complejidades aludidas, podría convertir el sufragio en un redivivo Campo de Agramante”.
Creo que las elecciones del 2020 van a ser excepcionalmente complejas, porque tendremos en febrero elecciones municipales y en mayo de manera simultáneas elecciones congresuales y municipales. Esas elecciones tendrán el añadido de que los niveles congresual y municipal se van a manejar con el voto preferencial, que le aporta un elevado grado de complejidad al proceso. En el año 2002 se implementó por primera vez el voto preferencial a nivel congresual. Esta experiencia creó problemas en las demarcaciones más pobladas del país que fueron de difícil solución, por lo que la administración del proceso, tanto en el nivel congresual como el municipal, con las complejidades aludidas, podría convertir el sufragio en un redivivo Campo de Agramante”.
Ante esa realidad, si se aprueba la ley de partidos con el mandato para que la JCE organice las primarias a las organizaciones políticas ¿la JCE podría quedar cuestionada para organizar las elecciones nacionales, como ha advertido la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus)?
Comparto la preocupación de la Finjus debido, fundamentalmente, a la realidad político-partidaria prevaleciente en nuestro país actualmente, en la cual los partidos mayoritarios tienen situaciones internas muy conflictivas y por consiguiente de peligroso manejo para la JCE porque tendría que estar emitiendo decisiones sobre esas particularidades propias de los citados partidos, y por supuesto, empeñando su autoridad en la dilucidación de esos problemas.
Comparto la preocupación de la Finjus debido, fundamentalmente, a la realidad político-partidaria prevaleciente en nuestro país actualmente, en la cual los partidos mayoritarios tienen situaciones internas muy conflictivas y por consiguiente de peligroso manejo para la JCE porque tendría que estar emitiendo decisiones sobre esas particularidades propias de los citados partidos, y por supuesto, empeñando su autoridad en la dilucidación de esos problemas.
Voto preferencial
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