Washington, 6 ene (PL) El Congreso estadounidense reinicia hoy sus sesiones con una agenda que augura serios enfrentamientos con el presidente Barack Obama durante los dos años que le quedan al mandatario en la Casa Blanca.
Los republicanos controlan ahora 246 de los 435 asientos en la Cámara de Representantes, mientras en el Senado poseen 54 de las 100 curules, como resultado de los comicios del 4 de noviembre pasado.Entre las prioridades del partido rojo estarán enfrentar el plan de salud firmado en 2010 por Obama, conocido por Obamacare, así como impulsar el controversial proyecto del oleoducto Keystone, que traerá crudo desde Canadá hacia refinerías norteamericanas.
Ese proyecto es rechazado por importantes grupos ambientalistas.
Esta Legislatura 114 arriba al Capitolio en medio de intensos debates acerca del uso por parte de Obama de facultades ejecutivas en política interior y exterior, descalificadas por la oposición.
Un tema que provoca emociones encontradas en el Congreso, pero según expertos con un balance favorable al gobernante, es su decisión de iniciar cambios en las relaciones de Washington con Cuba, que incluyen la reanudación de las relaciones diplomáticas.
Al respecto, el senador republicano Bob Corker, quien presidirá a partir de hoy el comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, amenazó con realizar un riguroso proceso de audiencias sobre los futuros vínculos con la isla caribeña.
Entretanto, otros miembros de su partido amenazaron con bloquear los fondos para la apertura de una embajada en La Habana y dilatar en extremo la confirmación de un embajador en la Isla.
Según el diario The Hill, la respuesta del jefe de la Casa Blanca sería vetar cualquier proyecto de ley de asignaciones que incluya esas restricciones de la oposición.
Esto pondría al partido rojo ante los electores como culpable de que su intolerancia sobre el mejoramiento de los vínculos con Cuba provoque el cierre de agencias federales por falta de fondos y el paro forzoso a miles de empleados federales.
El tema migratorio es otro aspecto clave para estas sesiones legislativas, pues ante la inacción de los congresistas en 2014 al respecto, Obama anunció el 9 de noviembre pasado órdenes ejecutivas que benefician a alrededor de cinco millones de indocumentados que están bajo amenaza de deportación.
Los republicanos rechazaron de plano estas medidas, calificadas de amnistía ejecutiva por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien prometió neutralizarlas en la nueva legislatura que comienza hoy.
Encuestas recientes de la empresa Gallup muestran que las acciones del jefe de la Casa Blanca a favor de los inmigrantes y el anuncio del cambio en la política hacia La Habana elevaron a más de 50 por ciento su índice de popularidad, el nivel más alto en los últimos siete meses.
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