domingo, 16 de noviembre de 2025

La primera gran prueba de Sheinbaum en las calles termina en violencia

Editorial: La primera gran prueba de Sheinbaum en las calles termina en violencia

La marcha del 15 de noviembre en Ciudad de México, encabezada por la Generación Z y diversos sectores sociales, se convirtió en el primer gran desafío de Claudia Sheinbaum como presidenta. Lo que comenzó como una movilización legítima contra la violencia y la corrupción terminó en enfrentamientos, gases lacrimógenos y un Zócalo tomado por la policía. Este episodio marca un punto de inflexión: la relación entre ciudadanía y poder se estrenó con fractura.


Un debut marcado por la confrontación

La protesta, detonada por el asesinato del alcalde Carlos Manzo en Uruapan, reunió a estudiantes, campesinos, familias de víctimas y colectivos juveniles. Su fuerza simbólica fue evidente: pancartas con mensajes de justicia, banderas de anime como códigos generacionales y consignas como “¡Fuera Claudia!”. Sin embargo, la irrupción del Bloque Negro, con el derribo de vallas y choques con la policía, desvió el foco del reclamo central. La respuesta del Estado, con gases y extintores, terminó por dispersar la marcha y dejar imágenes de violencia que dominaron la narrativa.

El dilema de la legitimidad

La presidenta Sheinbaum enfrenta un dilema clásico: cómo garantizar el derecho a la protesta sin permitir que la violencia eclipse las demandas legítimas. Su discurso posterior, que atribuyó la radicalización a grupos de derecha, busca encuadrar el conflicto en términos políticos. Pero para la ciudadanía, la pregunta es más profunda: ¿puede el nuevo gobierno escuchar la indignación juvenil sin criminalizarla?

El riesgo de la radicalización

La presencia de encapuchados y el caos en el Zócalo ponen en riesgo la credibilidad del movimiento. La protesta pierde fuerza cuando se confunde con violencia. Al mismo tiempo, el Estado corre el riesgo de responder con mano dura, lo que podría alimentar la narrativa de represión y distanciamiento entre gobierno y sociedad.

La prueba de gobernabilidad

Este episodio es más que un disturbio: es la primera gran prueba de gobernabilidad para Sheinbaum. La capacidad de su administración para abrir canales de diálogo, atender las demandas de seguridad y justicia, y evitar que la indignación se convierta en ruptura será decisiva. La juventud mexicana ha demostrado que no está dispuesta a callar. El Estado debe demostrar que sabe escuchar.


Conclusión: La violencia del 15 de noviembre no solo empañó una protesta legítima, sino que inauguró el mandato de Sheinbaum con un choque directo en las calles. La pregunta que queda abierta es si este gobierno será capaz de transformar la indignación en reforma, o si la fractura entre ciudadanía y poder se profundizará.

Autor: Luis Orlando Díaz Vólquez


Fuentes académicas

Long, T., & Smith, B. T. (2025). State, crime, and violence in Mexico, 1920–2000: Arbiters of impunity, agents of coercion. Past & Present, 266(1), 229–263. https://doi.org/10.1093/pastj/gtad032

Institute of the Americas. (2024). Organized Crime and Violence in Mexico [Report]. https://iamericas.org/wp-content/uploads/2024/08/Organized-Crime-and-Violence-in-Mexico-report.pdf

Trevizo, D. (2020). Violence in Mexico, then, there, and now: A review essay. Latin American Perspectives. https://doi.org/10.1177/0094582X20951824


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