| José Lois Malkun | Enfoque | Archivo/LD |
Los dominicanos en Estados Unidos pesan demasiado
_ Por José Lois Malkun. | Santo Domingo, RD | 27/10/2025 00:00
A pesar de las tensas relaciones entre Estados Unidos y varios países amigos de la región, como Colombia, Brasil y México, descontando a las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela, nuestra relación y apoyo al Presidente Donald Trump debe mantenerse firme, aunque nos desagraden algunas de sus decisiones, que incluyen el arancel unilateral del 10% impuesto al país.
No vamos a referirnos a la política interna de Estados Unidos ni de sus conflictos con otros países y regiones. Nuestra principal preocupación es proteger a los más de 2.4 millones de dominicanos o descendientes de dominicanos, que viven en diferentes ciudades de Norteamérica.
Eso equivale a un 22% de la población del país y es el deber del Gobierno cuidarlos por todos los medios, evitando confrontaciones con el Presidente Trump, que pudieran traducirse en represalias contra nuestros compatriotas.
De hecho, el Presidente Trump ha mostrado siempre sus simpatías con el país, al que conoce muy bien por sus frecuentes visitas en el pasado. Cuando Luis Abinader tomó posesión de la presidencia en el 2020, el Presidente Trump envió a su secretario de Estado Mike Pompeo, como su representante, lo que fue una distinción para un país pequeño del Caribe.
Muchos países del mundo están realineando sus políticas comerciales colocándose en una posición más neutral e independientes o más inclinados a China. Tal es el caso de la India, Arabia Saudita, Brasil, Australia y la misma Canadá.
La mayoría son miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, con otros miembros aspirantes como Arabia Saudita, Egipto, Irán y Emiratos Árabes), que buscan liberarse de las ataduras del dólar.
Aunque este grupo de países representan el 45% de la población mundial con el 33% del PIB global, rivalizando con el G-7, aún están muy lejos de sustituir el dólar o superar las grandes economías occidentales.
Al margen de toda consideración política o comercial o la actitud de países como México y Colombia, que se negaron a asistir a la Cumbre de las Américas por la exclusión de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, nuestra alianza con Estados Unidos debe prevalecer, ante todo, en reconocimiento a una comunidad dominicana que lleva en la sangre el mangú y el arroz con habichuela, aunque haya estado viviendo en Nueva York, Miami, Boston o Chicago hace 40 o 50 años.
Son esos dominicanos los que sostienen en gran parte nuestra economía enviando remesas por casi US$11,000 millones a sus familiares en República Dominicana.
https://listindiario.com/economia/finanzas/20251027/dominicanos-estados-unidos-pesan-demasiado_879805.html
José Lois Malkun | jmalkun@email.com
Los dominicanos en EE.UU.: una razón estratégica para cuidar la relación bilateral
En su columna “Los dominicanos en Estados Unidos pesan demasiado”, el economista José Lois Malkun plantea una reflexión pragmática sobre la política exterior dominicana frente a la administración de Donald Trump. Más allá de simpatías o desacuerdos ideológicos, Malkun subraya una verdad estratégica: la comunidad dominicana en EE.UU. representa un pilar económico, social y político que no puede ser ignorado.
Con más de 2.4 millones de dominicanos o descendientes viviendo en ciudades como Nueva York, Miami, Boston y Chicago, esta diáspora equivale al 22% de la población nacional. Su impacto se traduce en remesas que superan los US$11,000 millones anuales, sosteniendo miles de hogares y dinamizando sectores clave de la economía dominicana.
En ese contexto, Malkun advierte que cualquier confrontación innecesaria con la administración Trump podría traducirse en represalias que afecten directamente a esta comunidad. Su llamado a mantener una relación firme y respetuosa con EE.UU. no es una defensa política, sino una estrategia de protección nacional.
El editorial también pone en perspectiva el reordenamiento geopolítico global, con países como India, Brasil y Arabia Saudita acercándose a China y al bloque BRICS. Sin embargo, Malkun sostiene que, pese a los cambios, el dólar y las economías occidentales siguen siendo dominantes, y que República Dominicana debe preservar su alianza con Estados Unidos como socio principal.
En tiempos de polarización y realineamientos internacionales, este enfoque invita a pensar la política exterior desde la realidad de quienes viven fuera, pero siguen siendo parte esencial del país. La comunidad dominicana en EE.UU. no solo pesa en cifras; pesa en identidad, en vínculos y en futuro.
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