sábado, 11 de abril de 2020

Lost in Beijing: The Story of the WHO | Perdido en Beijing: la historia de la OMS

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TRADUCCIÓN DE GOOGLE
El periodico de Wall Street.

Perdido en Beijing: la historia de la OMS
Hace Lanhee J. Chen 2 días
10 de abril de 2020. (Foto de Arun SANKAR / AFP) (Foto de)
COVID-19: 1 lakh muerto en 101 días
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) no solo está "centrada en China", como lo llamó el presidente Trump el martes. También está rota y comprometida. La OMS se quedó corta en su vacilante reacción a Estados Unidos, que es el mayor contribuyente financiero de la OMS: (EEUU) más de $ 400 millones en 2019, cuando China envió solo $ 44 millones, según el Departamento de Estado de Estados Unidos. Trump sugirió que EE. UU. Podría retener sus fondos mientras su administración observa "bien" lo que el país está obteniendo por su dinero. Él y el Congreso deberían ir más allá.
Mientras Washington paga, Beijing trabaja detrás de escena para influir en los líderes de la OMS. El actual director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recibió un fuerte respaldo del gobierno chino durante su campaña para el puesto. El Sr. Tedros fue una elección controvertida, perseguido por las acusaciones de haber encubierto los brotes de cólera en su Etiopía natal, donde se desempeñó como ministro de salud (2005-12) y ministro de Asuntos Exteriores (2012-16). Durante esos años, China invirtió en Etiopía y le prestó miles de millones de dólares. Poco después de ganar su elección de la OMS, el Sr. Tedros viajó a Beijing y elogió el sistema de salud del país: "Todos podemos aprender algo de China".
En fotos: vistas aéreas de ciudades afectadas por COVID-19 brote de ébola de 2014 en África occidental, que se cobró más de 11,000 vidas. Ahora su respuesta a la pandemia de coronavirus muestra que está dispuesta a poner la política por encima de la salud pública. La forma en que la OMS ha actuado constantemente para aplacar a los líderes de China deja en claro la necesidad de una reforma fundamental.
Tedros Adhanom Ghebreyesus con traje y corbata
Tedros Adhanom Ghebreyesus con traje y corbata © - / Agence France-Presse / Getty Images

Diapositiva 1 de 22: NITEROI, BRASIL - 21 DE MARZO: Una vista aérea de un puente Río-Niteroi casi vacío que conecta las ciudades de Niterói y Río de Janeiro durante el bloqueo de Río de Janeiros con el objetivo de detener la propagación del coronavirus (COVID- 19) pandemia el 21 de marzo de 2020 en Niteroi, Brasil. El gobierno del estado de Río de Janeiro impuso restricciones al transporte público. Las líneas de autobús y los trenes están cerrados, los transbordadores y el metro funcionan a una capacidad limitada. Según el Ministerio de Salud, hasta el viernes 20 de marzo, Brasil tenía 978 casos confirmados de coronavirus (COVID-19) y al menos 11 muertes registradas. (Foto de Buda Mendes / Getty Images)Diapositiva 1 de 22: NITEROI, BRASIL - 21 DE MARZO: Una vista aérea de un puente Río-Niteroi casi vacío que conecta las ciudades de Niterói y Río de Janeiro durante el bloqueo de Río de Janeiros con el objetivo de detener la propagación del coronavirus (COVID- 19) pandemia el 21 de marzo de 2020 en NiteroPantalla completa1/22 DIAPOSITIVAS © Buda Mendes / Getty ImagesNITERÓI, BRASILUn puente Río-Niterói casi vacío que conecta las ciudades de Niterói y Río de Janeiro, el 21 de marzo.

Bajo el liderazgo del Sr. Tedros, la OMS ha aceptado las falsedades de China sobre el coronavirus y ayudó a lavarlas en evaluaciones de salud pública de aspecto respetable.
El 14 de enero, antes de que una delegación oficial de la OMS visitara China, el grupo repitió la afirmación de Beijing de que "no había evidencia clara de transmisión de persona a persona". Dos semanas después, después de que China reportó más de 4.500 casos del virus y más de 70 personas en otros países estaban enfermas, el Sr. Tedros visitó China y elogió a sus líderes por su "transparencia".i, 
Brasil. El gobierno del estado de Río de Janeiro impuso restricciones al transporte público. Las líneas de autobús y los trenes están cerrados, los transbordadores y el metro funcionan a una capacidad limitada. Según el Ministerio de Salud, hasta el viernes 20 de marzo, Brasil tenía 978 casos confirmados de coronavirus (COVID-19) y al menos 11 muertes registradas. (Foto de Buda Mendes / Getty Images)Siguiente diapositivaObserve también: la pandemia podría provocar la "recesión más profunda de nuestras vidas": jefe de la OMC (Video de AFP)

Recordemos que China esperó seis semanas después de que los pacientes vieron síntomas por primera vez en Wuhan para instituir un encierro allí. Durante este tiempo, las autoridades chinas censuraron y castigaron a los médicos que intentaron hacer sonar la alarma, negaron repetidamente que el virus pudiera transmitirse entre humanos y organizaron un banquete público en Wuhan para decenas de miles de familias. Mientras tanto, más de cinco millones de personas abandonaron o huyeron de Wuhan, según el alcalde de la ciudad. Esto incluyó al paciente con el primer caso confirmado del virus en Estados Unidos.
La OMS finalmente declaró una emergencia de salud pública el 30 de enero, después de que se confirmaron cerca de 10,000 casos del virus. Las cifras reportadas por China aumentaron a principios de febrero a más de 17,000 infecciones y 361 muertes, sin embargo, Tedros lo reprendió por restringir los viajes desde China e instó a otros países a no seguir su ejemplo. Llamó a la propagación del virus fuera de China "mínima y lenta". La OMS tardó hasta el 11 de marzo en declarar una pandemia. En ese momento, el recuento mundial oficial de casos era de 118,000 personas en 114 países.
La influencia de China también es evidente en la exclusión de Taiwán por parte de la OMS. La OMS ni siquiera se molestó en responder a las consultas taiwanesas en diciembre sobre si el coronavirus podría, en contra de lo que afirma Beijing, transmitirse entre humanos.
El mes pasado, un periodista de televisión de Hong Kong le preguntó a Bruce Aylward, que dirige la Misión Conjunta OMS-China sobre Coronavirus, si la organización reconsideraría su negativa a permitir que Taiwán se una. El Dr. Aylward, en una conexión de video remota, permanece en silencio y sin expresión durante casi 10 segundos antes de que el periodista le pregunte nuevamente: "¿Hola?"
"Lo siento", dice finalmente, "no pude escuchar, no puedo escuchar tu pregunta, Yvonne".
"Déjame repetir la pregunta", dice ella.
"No, esta bien. Pasemos a otro entonces ".
Cuando ella lo presiona sobre Taiwán, él termina la conexión. El reportero vuelve a llamar e intenta una táctica diferente: "Solo quiero ver si puedes comentar un poco sobre cómo Taiwán ha hecho hasta ahora en términos de contener el virus".
Su respuesta: "Bueno, ya hemos hablado de China y, ya sabes, cuando miras a través de todas las diferentes áreas de China, en realidad todas han hecho un buen trabajo".
El intercambio demuestra cómo la OMS prioriza la política sobre la salud pública. Ha internalizado la visión de Beijing de Taiwán y busca elogiar a los líderes de China en todo momento. Y en ningún momento durante la crisis la OMS ha investigado sustancialmente las afirmaciones del régimen chino sobre el virus o ha sido transparente sobre el pensamiento detrás de sus decisiones.
Como el mayor contribuyente financiero de la OMS, EE. UU. Tiene la influencia para impulsar una reforma radical. El Congreso debería condicionar todos los fondos futuros para que la OMS explique en detalle cómo llega a sus decisiones de salud pública e investigue de manera rigurosa e independiente el alcance de los brotes de enfermedades.
Estados Unidos debería trabajar agresivamente para cambiar la cultura y el liderazgo de la OMS. La administración Trump dio un buen primer paso en enero al crear un enviado especial en el Departamento de Estado centrado en contrarrestar los intentos de China de controlar las organizaciones internacionales. El próximo director general de la OMS no debe ser un sello de goma para Beijing.
Si los esfuerzos para transformar a la OMS no son efectivos, los Estados Unidos pueden no tener más remedio que retirarse y comenzar de nuevo. Eso podría significar crear una organización alternativa abierta a cualquier país dispuesto a cumplir con estándares más altos de transparencia, buen gobierno y el intercambio de mejores prácticas. El mundo necesita una organización en la que se pueda confiar para abordar los problemas de salud pública que trascienden las fronteras, si no la OMS, entonces hay algo más.
El Sr. Chen es miembro de la Institución Hoover y director de estudios de políticas nacionales en el programa de políticas públicas de la Universidad de Stanford.


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