Grandes retos para 2019: reducción de la mortalidad por accidentes de tránsito, y erradicación de embarazos en adolescentes
Al finalizar el año 2018, nuestra época navideña se llena de gozos, alegrías, esperanzas por la espera de nuevos tiempos que representan un mejor porvenir; además, tiempo de amor en nuestras familias, o un brindis con el amigo que representa grandes hazañas.
Sin embargo, hay dos fenómenos que cada año esperamos que no se repitan, pero la frecuencia con las que ocurren es impresionante. Paradójicamente, uno de ellos es la pérdida de vidas que se pudieron evitar, y otra, nacimientos de niños y niñas que debieron esperar, nos referimos a: las tasas de muertes por siniestros o accidentes de tránsitos, y por otro lado, el nacimiento de la primera creatura de madre adolescente, en muchas ocasiones menores de 14 años de edad y hasta de tan solo 13 años.
En el primer caso, la República Dominicana tiene una de las tasas de mortalidad por siniestros o accidentes de tránsito más altas de América Latina y el Caribe. A pesar de que nuestro país ha avanzado en la revisión del marco legal y administrativo para la promoción de la seguridad vial, con la aprobación de la Ley No. 63-17, sobre de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, las tendencias en la última década evidencian un desagradable crecimiento por muertes causadas por colisiones de vehículos de motor.
Aunque la tasa de mortalidad de 9.3% accidentes fatales por cada 10,000 vehículos por año en el 2003 se redujo en la cifra de a 7.2% por cada 10,000 vehículos para el año 2015, sigue siendo alarmante, y sobre todo cuando las causas se deben al desuso del cinturón de seguridad, la conducción de vehículos bajo las influencias del alcohol, conducir sin el casco de protección en las motocicletas, el uso de celulares, y el exceso de velocidad.
En cuanto al segundo aspecto, es preocupante que cada inicio de año veamos en los titulares de la prensa nacional, que el primer nacimiento de un niño o niña es de madre adolescente, en ocasiones, hasta menores de 13 años de edad.
Esto quiere decir, que la puesta en marcha de políticas públicas tendentes a la eliminación de embarazos en adolescentes es de vital importancia, por el gran riesgo que eso implica para la salud de las madres de muy poca edad, pero también, lo que para el Estado dominicano significa con respecto a la salud de quienes necesitan de asistencia especializada.
Siendo así las cosas, para el año 2019 son impostergables el abordaje de dos grandes retos: la reducción de la mortalidad por causas de accidentes de tránsito o siniestros viales, y la erradicación de los embarazos en adolescentes. http://hoy.com.do/grandes-retos-para-2019-reduccion-de-la-mortalidad-por-accidentes-de-transito-y-erradicacion-de-embarazos-en-adolescentes/
Sin embargo, hay dos fenómenos que cada año esperamos que no se repitan, pero la frecuencia con las que ocurren es impresionante. Paradójicamente, uno de ellos es la pérdida de vidas que se pudieron evitar, y otra, nacimientos de niños y niñas que debieron esperar, nos referimos a: las tasas de muertes por siniestros o accidentes de tránsitos, y por otro lado, el nacimiento de la primera creatura de madre adolescente, en muchas ocasiones menores de 14 años de edad y hasta de tan solo 13 años.
En el primer caso, la República Dominicana tiene una de las tasas de mortalidad por siniestros o accidentes de tránsito más altas de América Latina y el Caribe. A pesar de que nuestro país ha avanzado en la revisión del marco legal y administrativo para la promoción de la seguridad vial, con la aprobación de la Ley No. 63-17, sobre de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, las tendencias en la última década evidencian un desagradable crecimiento por muertes causadas por colisiones de vehículos de motor.
Aunque la tasa de mortalidad de 9.3% accidentes fatales por cada 10,000 vehículos por año en el 2003 se redujo en la cifra de a 7.2% por cada 10,000 vehículos para el año 2015, sigue siendo alarmante, y sobre todo cuando las causas se deben al desuso del cinturón de seguridad, la conducción de vehículos bajo las influencias del alcohol, conducir sin el casco de protección en las motocicletas, el uso de celulares, y el exceso de velocidad.
En cuanto al segundo aspecto, es preocupante que cada inicio de año veamos en los titulares de la prensa nacional, que el primer nacimiento de un niño o niña es de madre adolescente, en ocasiones, hasta menores de 13 años de edad.
Esto quiere decir, que la puesta en marcha de políticas públicas tendentes a la eliminación de embarazos en adolescentes es de vital importancia, por el gran riesgo que eso implica para la salud de las madres de muy poca edad, pero también, lo que para el Estado dominicano significa con respecto a la salud de quienes necesitan de asistencia especializada.
Siendo así las cosas, para el año 2019 son impostergables el abordaje de dos grandes retos: la reducción de la mortalidad por causas de accidentes de tránsito o siniestros viales, y la erradicación de los embarazos en adolescentes. http://hoy.com.do/grandes-retos-para-2019-reduccion-de-la-mortalidad-por-accidentes-de-transito-y-erradicacion-de-embarazos-en-adolescentes/
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