sábado, 22 de agosto de 2015

Hostos vivo (2de 2) | Yvelisse Prats-Ramírez De Pérez

EN PLURAL

Hostos vivo (2 de 2)

Yvelisse Prats Ramírez De Pérez
Puntos de vista sábado, 22 de agosto de 2015
La “Moral Social” de Eugenio Ma. Hostos fue publicada en 1808 en Santo Domingo. Era la última parte de un tríptico que abarcaba otras dos obras que quedan inéditas.
Es evidente que al privilegiar la Moral Social, el señor Hostos creyó, no solo necesaria, sino URGENTE, su lectura.
Quizás, porque era optimista pese a su profundo conocimiento y a sus múltiples experiencias frustrantes, el Maestro confiaba en que de esa lectura pudiera surgir lo que él reclamaba: una conciencia moral, pública y privada, que según él, era más alta que la justicia y la ciencia.
La Moral Social fue uno de los temas centrales de las enseñanzas hostosianas. Aparece como eje transversal, en las asignaturas y niveles de la Escuela Normal. En el Instituto Profesional, el mismo Hostos la impartía, ya como materia, en distintos planes de estudios. Y puede colegirse, por los escritos y la práctica de muchos de sus alumnos que Hostos logró implantar con sus LECCIONES, y con su ejemplo, esa Moral Social como Norma de vida.
Los/as maestros/as que se formaron en la Escuela Normal y en el Instituto de Señoritas, fueron los mejores ejemplos de esa adscripción a la ética hostosiana. La mantienen en los planes de estudio, la enseñaron. Yo misma la alcancé todavía, la estudié en el texto del Sr. Hostos, durante mis cursos de bachillerato; también su Sociología.  
Creo que la nuestra fue una de las últimas promociones que recibió el maná: la Moral Social fue barrida por el huracán de la tiranía, era necesario para Trujillo sacarla del sistema educativo; la firma del Concordato fue el gran pretexto y Hostos se desdibujó en el olvido hasta ya que en 1985 en el gobierno de Salvador Jorge Blanco lo rescatamos. Sus restos se llevaron al Panteón Nacional, y se puso su nombre de nuevo en letras de molde.
Pero la Moral Social, como estudio y como accionar, se quedó atrás. El pragmatismo neoliberal fue su gran contrincante, y es obvio, lo vemos y vivimos. Maquiavelo, y no Hostos, es el Padrino en la apuesta por el Poder en República Dominicana.
¿Por qué a esa Moral Social hostosiana se le tiene miedo, se le sentencia al ostracismo? Para entenderlo, debe recordarse qué es la Moral Social, para qué la concibe el Maestro. Hostos define claramente la existencia de un orden moral a que nos conduce a conocer la razón, el sentido común y la conciencia. Las “ideas morales que se suscitan, son, según el maestro, “la base de las reglas de conducta”.
Concebida y formulada dentro a las corrientes positivistas de su tiempo, viéndola como resultado de la NATURAL RELACI”N del hombre en el mundo, la Moral Social hostosiana se inserta, sin embargo, en el idealismo kantiano, como imperativo categórico inminente.
Los términos derecho, deber, gratitud, sacrificio, fraternidad, filantropía, son en puridad, IDEALES. Pero la vocación del Sr. Hostos no era solo la de ser un teórico iluminado, sino un MAESTRO, y por tanto, un obrero de la transformación de las conciencias.
De ahí, que de esa enumeración de deberes que son virtudes abstractas, Hostos pasa a enlazar la Moral con las ACTIVIDADES de la vida social cotidiana, aterrizando la Moral Social al ejercicio del derecho y la política, el periodismo, la industria. En todo eso, la debe regir la Moral Social.
No hay que decir mucho más, para entender por qué Trujillo la desterró de los planes de estudios, y por qué, en la actualidad, aunque le dediquemos homenajes rituales, leer a Hostos es incómoda y sigue ausente del discurso oficialista. ¡Tantos verían en peligro su bienestar, su hacer diario, si se conociera ampliamente en este país la Moral Social, y se utilizaran como instrumento para evaluar en unas elecciones, quienes serían dignos de gobernarnos!
En la Conferencia que pronuncié en la Academia de Ciencia el 11 de este mes, y que da origen a estos dos En Plural, quise, y creo que lo logré, convocar a Hostos, para que él mismo dijera lo que deseaba recordar, no solo a los presentes, sino a todos/as los/as dominicanos sobre la Moral Social, asignatura aún pendiente de estudiar y practicar en RD.  
Y lo dijo. He aquí sus palabras: “El hombre no es hombre, si no es bueno. Más alta que la verdad, objeto de razón, está la justicia objeto de la conciencia. Más alto que el sabio, vive el justo: más alta que la ciencia es la Moral. Si somos racionales, es para que seamos responsables”.
Después que habla el Maestro, solo queda hacer la tarea que nos asigna. Está vivo, espera por nosotros.

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