Por El Nacional - 18/03/2021
SUFRAGIO
Gobernar luego del PLD
La necesidad de la existencia del gobierno se encuentra válidamente justificada en la reconocida obra El poder, del filósofo inglés Bertrand Russell, quien sostiene que “sin él, solamente un pequeño porcentaje de la población de los países civilizados puede esperar sobrevivir y ello en un estado lamentable de privaciones.
Pero por otro lado, el gobierno implica desigualdades en el poder y los que tienen mayor poder pueden utilizarlo para conseguir sus deseos en oposición a los de la generalidad de los ciudadanos”.
En ese sentido, en su obra La transformación de la política, Daniel Innerarity nos recuerda que “se eligen los gobiernos, no los pueblos”, reconociendo, a seguidas, que “esta evidencia no resulta tan clara en la práctica, pues con frecuencia se gobierna lamentando tener enfrente un destinatario tan poco comprensible con la dificultad de la tarea”.
A decir del referido autor, “Bertolt Brecht parodió esta circunstancia en la figura de un gobierno que, decepcionado por el pueblo que le había tocado en suerte, deliberaba sobre la posibilidad de disolverlo y elegir uno nuevo”.
Sin embargo, estos juicios no guardan relación alguna con el ejemplar comportamiento del pueblo dominicano frente al gobierno, al cual, tradicionalmente, le brinda su apoyo incondicional durante el primer año de gestión.
No se puede negar que la sociedad del Internet ha transformado la opinión pública y convertido la política en mucho más compleja que en el pasado.
No obstante, en su esencia, se trata de la misma opinión pública que desde antes de Rousseau expresaba juicios morales coincidentes con la política, pero que, en la actualidad, más que por los tradicionales medios de comunicación de los grupos de poder, se forma libremente bajo el influjo de los incansables internautas que navegan sin barreras por las redes sociales.
Todo esto tiene un innegable impacto en la gobernanza, la cual se complica más cuando el gobierno se torna temeroso ante los disparos que le son lanzados desde las redes.
Pero el elemento más perjudicial es el de los dieciséis años consecutivos de gobierno hegemónico del Partido de la Liberación Dominicana, durante los cuales hicieron reformas a su conveniencia, para eternizar su influencia en la administración pública, por encima de la voluntad popular.
Una muestra de lo anterior es el control sobre la Suprema Corte de Justicia y el Ministerio Público, cuya inmensa mayoría de integrantes, incluidos los Procuradores Fiscales, han tenido o mantienen vínculos con los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo.
Como si todo esto fuera poco, el PLD legisló para su beneficio, al modificar o crear normas, con el objetivo de asegurar la inamovilidad y permanencia en sus cargos de los titulares de varias instituciones descentralizadas, más allá del mandato constitucional de Danilo Medina.
A lo anterior se agrega la incorporación de miembros y relacionados del PLD a la carrera administrativa, sin haber cumplido con requisitos tales como participar y superar la prueba en un auténtico concurso de mérito, público y abierto.
Finalmente, después de 16 años de hegemonía peledeista, ha llegado el momento de realizar grandes cambios, incluida la designación en la administración de los miembros del Partido Revolucionario Moderno, a fin de hacer realidad la materialización de una transición en la que primen los ideales del socialismo democrático.
https://elnacional.com.do/sufragio-328/
Por: Eddy Olivares Ortega
ej.olivares@hotmail.com
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