jueves, 1 de enero de 2015

La metamorfosis del PLD - Por Fausto Herrera Catalino



Por Fausto Herrera Catalino
El Partido de la Liberación Dominicana acusa un declive ético-progresivo que lo conducirá a su destrucción. Temo, el aspirante disidente, en relación con esta afirmación del credo no dice ni la cuarta parte. Quiere, inútilmente, preservar un PLD que desde que llegó al gobierno abandonó su misión de la liberación nacional. Ese era su compromiso fundacional con el país: completar la obra inconclusa del patricio Juan Pablo Duarte. ¡Qué fiasco!
Se cumplió el pronóstico del profesor Juan Bosch: “El PLD, la mayoría de sus miembros son pequeños burgueses, bajos pequeños burgueses y se han dado cuenta que en el partido hay dirigente que ha alcanzado posiciones, como senadores, como diputados, como síndicos, como regidores y entonces en el PLD eso ha provocado una corriente de aprovechados, de oportunistas. Buscadores de posiciones y de puestos públicos. Y esos han empezado a formar grupos y como yo no puedo formar grupos y como yo no puedo presidir un partido en el que haya grupos, decidí renunciar del PLD”.
Sus actuales dirigentes y líderes, desconociendo esta advertencia de quien fue su fundador y líder, no solo aceptaron su renuncia con efectividad futura, sino que los expulsaron junto a su legado de honestidad, de principios y de vocación antiimperialista. Usan su figura en dantesca comedia.
A diferencia del doctor Franklin Almeida Rancier, fundador del PLD, quien entonces, en osado juicio, dividió la sociedad dominicana en dos categorías: Peledeistas y Corruptos. Hoy en cambio, su morada voracidad de enriquecimiento aplastando a su paso al pueblo dominicano, convirtiendo el patrimonio del país en suyo propio, invirtió dichos términos.
Su actual presidente adoptó como su guía al doctor Marino Vinicio Castillo. Nadie del PLD denunció esta afrenta. La acogieron como una genial tácticas sin escrúpulos para “ganar” elecciones. En línea, anuncian la sexta “pela”, como se han burlados de la voluntad ciudadana.
La descomposición ética del PLD se acentuó mediante el pacto con el doctor Joaquín Balaguer que posibilitó la elección del dirigente Norge Botello como presidente de la Cámara de Diputados. Allí se iniciaron los repartos de apartamentos, bienes robados y otros beneficios políticos. También allí germinaron las cizañas que con ironía hoy dicen que Bosch estaría orgulloso de su proeza: Pobres políticos convertidos en millonarios, mientras el pueblo lucha desesperadamente con la extrema pobreza. Vergüenza pública nacional e internacional.
Luego, el licenciado Danilo Medina, actual Presidente de la República Dominicana, desde la Presidencia de la Cámara de Diputados, hizo el trabajo para el acuerdo tras la Crisis Electoral de 1994, variando el porcentaje de 45% a 50 más un voto, lo cual dificultó el triunfo en primera vuelta del doctor Peña Gómez y la imposibilitó en la segunda vuelta con la orquestación fraudulentos del llamado Frente Patriótico.
El PLD a consecuencia de la adopción de su nuevo credo “El desarrollo, el progreso y el nacionalismo vinchista”, políticas neoliberales implementadas durante 14 años de gobiernos, 10 de ellos consecutivos; llevan al país a la bancarrota integral y el descrédito mundial.
Insto al Presidente del PLD y a todos sus dirigentes que “se han servido del Partido sin servir al pueblo”, que respondan a su presidente ad vitam que prometió: “los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeista que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeista que le oculte al país un hecho incorrecto, o sucio o inmoral”.
Por eso, un emplazamiento inexorable, ¡devuelvan al pueblo todo lo que es del pueblo!
1° de enero de 2015.

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