EL MUNDO
Amnistía Internacional pide luchar por los derechos humanos
Los políticos y gobiernos populistas están despertando temor y odio en todo el mundo. Por esa razón, en su nuevo informe anual, Amnistía Internacional confía en la creciente participación de la sociedad civil.
Alrededor de 700.000 rohinyás buscan protección en Bangladesh de la persecución étnica en su país de origen, Myanmar. En Europa y Estados Unidos, la xenofobia y la exclusión siguen dominando la retórica política. En Turquía, la oposición y los periodistas arriesgan sus vidas y su libertad cuando critican al gobierno. Y cada vez más países persiguen o matan a opositores y defensores de los derechos humanos.
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El informe de Amnistía Internacional de este año sobre la situación mundial de los derechos humanos presenta un panorama sombrío. Pero la imagen también incluye el creciente compromiso de la sociedad civil con los DD. HH., según el informe presentado en Washington. La elección de Washington fue con un propósito, explica David Griffiths, portavoz de Amnistía Internacional.
"Hemos visto al presidente Donald Trump poner en práctica su retórica de odio. También vemos que muchas personas en Estados Unidos están saliendo a la calle contra esta política y están protestando activamente contra ella".
La presión crea contrapresión: la sociedad civil estadounidense se moviliza contra las políticas del presidente Donald Trump
Exclusión y populismo
Existen contextos similares en todo el mundo. La satanización y la marginación de las minorías así como el aislamiento de los refugiados son fenómenos globales que también tienen que ver con problemas de distribución.
"Hay relaciones complejas entre las violaciones de los derechos humanos y la desigualdad social", dice Griffiths en entrevista con DW. "Vemos una relación en el hecho de que muchos líderes políticos usan el miedo de sus ciudadanos a un declive social para incitar así al odio y al miedo", añade.
En la política internacional, los gobiernos occidentales a menudo se han quedado de brazos cruzados mientras morían civiles en Yemen, Irak o Siria, escribe el Secretario General de Amnistía Salil Shetty en el prólogo del informe. Entre los políticamente influyentes, hay pocas voces que denuncian las violaciones de los derechos humanos.
Alarmante inclinación hacia la derecha
El informe de Amnistía Internacional es el informe anual más completo sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. Aquí, 159 países fueron objeto de investigación. En muchos países, en el mejor de los casos, la situación puede calificarse de inadecuada y, en el peor, de devastadora. La impresión coincide con la experiencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: "La situación está empeorando de manera alarmante en muchos países del mundo", dice Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los DD. HH. en Ginebra (ACNUDH).
En Hungría, miles de personas salieron a las calles para protestar contra las restricciones de sus derechos humanos.
"Vemos cómo se fomentan los movimientos de extrema derecha. Puede que no sean totalmente presentables, pero los puntos de vista de extrema derecha, el racismo y la xenofobia están encontrando su camino en la corriente política principal. Eso es muy, muy peligroso", advierte Colville a DW. La influencia es alarmante, sobre todo, porque se sugiere que los derechos humanos no son importantes y sólo cuenta el desarrollo económico.
"Vemos que los valores caen en el olvido", dice, refiriéndose a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que nació después de la Segunda Guerra Mundial como reacción a las atrocidades de la guerra. Según Colville, "hoy en día, la gente parece haberlo olvidado. Eso da mucho miedo. Nos arriesgamos a repetir partes de nuestro pasado no tan lejano".
"Ya hemos visto a lo que conduce el extremismo de derecha." Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Una sociedad civil fuerte
Al igual que Amnistía Internacional, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos deposita esperanzas en la sociedad civil. "Aunque se encuentra bajo una fuerte presión en muchos países, la sociedad civil mundial es mucho más fuerte hoy en día que hace dos décadas", informa el portavoz del ACNUDH.
La resistencia contra la injusticia social, la supresión de los derechos humanos y la exclusión de las minorías se está desarrollando en todo el mundo. El movimiento "Me-too" nació en los Estados Unidos, que se movilizó contra la discriminación de las mujeres en todo el mundo. En América Latina, fue la iniciativa "Ni Una Menos" la que llevó a cientos de miles de personas a las calles contra la violencia contra las mujeres.
En Venezuela e Irán, los ciudadanos protestaron públicamente contra los altos precios de los alimentos y la corrupción. En Polonia, la sociedad civil ha movilizado repetidamente a miles de ciudadanos en 2017, cuando el gobierno quiso abolir la independencia del poder judicial.
"Ni una Menos" - La iniciativa argentina contra la violencia hacia las mujeres cubrió casi toda América Latina.
Premio especial para activistas
Sin embargo, el precio que muchos activistas de derechos humanos pagan por su compromiso es alto. En Turquía, Taner Kilic, presidente de Amnistía de Turquía, está detenido desde el verano de 2017. La directora turca de AI, Idel Eser, fue puesta en libertad junto con otros nueve activistas de derechos humanos, pero el proceso no ha concluido.
Los activistas de derechos humanos en todo el mundo están siendo brutalmente perseguidos. En China, Liu Xiaobo, galardonado con el Premio Nobel y activista de los derechos civiles, falleció cuando se le negó atención médica. En Rusia y Hungría, el Gobierno persigue organizaciones de la sociedad civil que son apoyadas desde el extranjero.
"Gente de todo el mundo lucha por la justicia, dignidad e igualdad", dice David Griffiths, portavoz de Amnistía Internacional.
Hoy en día, los activistas de derechos civiles viven en más peligro que hace diez años: al menos 312 personas fueron asesinadas el año pasado. "No son sólo asesinatos, sino también intimidaciones, calumnias y hostigamientos que ponen en peligro la vida de los activistas de derechos humanos. Y las amenazas provienen de múltiples lados: gobiernos, grupos armados, corporaciones y otros", dice David Griffiths de Amnistía.
70 años de derechos humanos
A pesar de todo, según el informe, cada vez más personas están dispuestas a salir a la calle y manifestarse contra la injusticia. La resistencia se está acumulando en todo el mundo contra el abuso a los derechos humanos, la exclusión y persecución de las minorías. Algunos arriesgan su trabajo, otros arriesgan su salud o incluso su vida para defender los derechos expresados en la Declaración Universal de Derechos Humanos hace 70 años.
"El 70 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos es una oportunidad para recuperar estos valores en este momento crítico: la idea de que cada ser humano tiene derecho a la dignidad y a la igualdad", concluye Griffiths.
Autorin/Autor: Helle Jeppesen (CT/ CP)
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- Fecha 22.02.2018
- Autor Helle Jeppesen
- Temas Derechos Humanos
- Palabras clave Amnistía Internacional pide luchar por los derechos humanos, derechos humanos, AI, migración,asesinatos
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