El despojo de Fefita, ¿Fredermiro o Fremio?, Yomaira, la carambola de Marchena y la pimienta que pica en el PLD...
Postulantes de lo perfumadamente correcto, han criticado que el presidente Danilo Medina aprobara que Fefita la Grande cantara y le diera cintura al merengue La Pimienta es la que Pica, en uno de los salones de Palacio.
Yo no le paro a eso primero porque tanto Fefita, como Milly y Maridalia, son figuras del arte popular dignas de cantar y bailar en cualquier espacio, y por las que siento admiración y respeto, independientemente del uso político que los morados hayan podido o den a sus figuras.
Y no le paro además, porque ¡Ay, los pecados capitales que se han cometido en los salones de ese Palacio tornan caballá las rítmicas cadencias de las caderas de Fefa!
A mi en realidad el vibrante baile de Fefita en Palacio me pareció un despojo -sin el desahumerio que le da mayor eficacia- para espantar los malos espíritus desatados en el gobernante Partido de la Liberación Dominicana desde que Danilo compró la reforma constitucional de 2015, según testimonios escritos, e impuso su reelección.
Coincidiendo con ese despojo (que no vinculo al origen sanjuanero del Presidente, me doy tres golpes en el pecho), el vocero de la Presidencia se fue a un programa de TV a proclamar que sólo Danilo tiene gente para alargar el continuismo morado.
Eso cayó en el PLD como el lanzamiento de una granada explosiva, con más picante que la pimienta de Fefita. Y uno como yo, que tiende a vivir pensando reburujao y rápido como los locos, ve la proclama de Marchena como jugada de carambola.
Advertidos de que no pueden volver a repostular al Presidente, cuya popularidad viene –por demás– en continuada caída desde el último semestre de 2016, con la agravante del vertiginoso catalizador en que ha devenido el escándalo Odebrecht que, por cierto, según acaba de revelar El Nacional tiene el foco hacia acá de un fiscal de NY.
Palacio le da con piquete al mingo para que parezca dirigido al bolo de la reelección, pero que curviando le pegue a otro bolo: retener la decadente clientela de Danilo para pasarla a otra figura de la ambición continuista, como si en Dios conectando a uno conecte a 10, como canta el Blades.
Si un intento reeleccionista sería una aventura que pondrá al presidente Medina a enfrentarse a prácticamente toda la sociedad dominicana y a otras situaciones no menos delicadas, la carambola de trasvasar lo que le quede de clientela política a otra figura, sería más que aventura, una malaventura.
Y cualquiera de las dos opciones pudiera llevarlo a un final tan feo de su carrera política, que el Presidente y los suyos no se merecen, pienso yo.
Los apoyadores de ahora, muchos de los cuales no caben en el avión, ya se las buscarán con el próximo gobierno, y serán los primeros en difamar a Danilo.
Al Presidente que se esté tranquilo, pues repito lo que le corresponde es prepararse con tiempo a entregar el mando a su sucesor en Palacio, el 16 de agosto del 20.
Si ven el video adjunto del presidente-candidato conversando con Alicia Ortega, se darán cuenta que Marchena, Yomaira, el Fredermiro ese (¿Seguro que no es Fremio?), un reformista de la cuadra gobiernista, y la nublazón propagandística lo que están diciendo es que si Danilo buscara ensuciarse en la Constitución y tratar de volver a repostularse se estaría faltando el respeto hasta a sí mismo. Y no creo que él quiera, ni pueda, llegar hasta tanto ¿Verdad?
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