Puntos de vista martes, 28 de julio de 2020 |
¿Qué es el Estado zafacón?
tonyraful5@yahoo.com
Tony Raful
El concepto recreado por algunos analistas del crecimiento de una clase media poderosa y estable, una especie de “amortiguador social” de la contradicciones materiales de una sociedad desigual, tenía en sí misma niveles de vulnerabilidad visible, insuficiencia orgánica como clase en sí y para sí. Cuantificar como clase media a quienes habían aumentado sus expectativas de vida no en función de niveles productivos, sino parasitarios y consumistas, léase, posiciones en consejos de administración de empresas estatales y los accesos a proyectos tentadores donde se llega a la riqueza de sopetón o el acceso a sueldos cuantiosos, prebendas institucionalizadas, atajos a maquinarias fantásticas de hacer dinero, como son las tómbolas y sorteos públicos, y cuantos negocios de intercambios cabe imaginar, no responden al esquema de desarrollo de las fuerzas productivas. De ahí la conversión mediática en “padres de la patria” de zares y traficantes. Todo reformador social al estilo de Bosch o de Peña Gómez es antigualla y desfasado, Esa forma de adecuación de ingresos personales cambia el estatus de mucha gente, pero no las posiciona en la pirámide social. De ahí los pésimos gustos, la renuencia visible a la lectura, a la música como género sublime y a la cultura, la simplificación del ejercicio teórico a formas primarias, y el reino de la trivialidad que brota por los poros. La idea de un Estado “zafacón” supone visualizar la maquinaria del Estado como el mayor empleador y generador de empoderamientos materiales. Esto se traslada a la política como fuente de consecución de objetivos. De ahí la lucha despiadada, el uso de todos los recursos inimaginables de extorsión moral y disminución del oponente, para preservar la fuente de sustentación de los gobernantes y evitar la alternabilidad. La fiereza con la cual defienden su permanencia en posiciones públicas y en otros casos en las mediaciones y empoderamientos contractuales, delata sus debilidades troncales. La actual situación de la pandemia pone al desnudo un país improductivo, nos quita la máscara, con todas sus fuerzas suspendidas sobre el aparato productivo, en una inercia vegetativa, donde sin embargo continúa el financiamiento material de manera continua. Mientras el Estado tendía a desaparecer en términos clásicos por el impulso múltiple de las fuerzas del mercado, en nuestro país el Estado parasitario suple todas las necesidades para evitar un estallido. Se trata de un adefesio. Se acude a las reservas y nuevos financiamientos ilimitados. La imagen del Estado “benefactor” cuya degeneración es el Estado “zafacón”, ha sido rota en mil pedazos. Una pandemia inusitada nos desnuda como sociedad feliz, nos quita la máscara de la eficiencia y la idea de una clase media rectora, a imagen y semejanza de la sociedad norteamericana de los años 50 del siglo pasado. Es evidente que el país necesita de un cambio drástico, no de parchos ni de medias tintas. Es el modelo que hay que cambiarlo. Modificar el legado del PLD a la luz de un proceso social de eficiencia administrativa, desarrollo social y erradicación de la corrupción galopante desde el “Estado zafacón”.
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TONY RAFUL | ¿Qué es el Estado zafacón? @tony_raful https://listindiario.com/puntos-de-vista/2020/07/28/628101/que-es-el-estado-zafacon
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