Por Félix Santana García
Aumento salarial desesperado
Hace varios meses desde el Gobierno Dominicano se propicia un aumento del salario mínimo del sector privado a los fines de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y de quienes dependen de éstos y así estimular un aumento en la demanda de bienes y servicios y por ende de la producción en búsqueda de que el costo de la canasta familiar tenga mejor cobertura. En tanto, nada se hace en ese sentido a favor de los empleados de bajos ingresos o quintil del sector público.
Conforme informaciones de los diferentes medios de prensa los cuales dan cuenta de que pese a que hay un acuerdo previo entre los sectores sindical y patronal para producir ese incremento salarial y que el sector de los trabajadores plantee sea de un 20 a un 30% aún no se llega a concretizarse.
Pasan días y meses mientras los trabajadores esperan y esperan un aumento de salario alejándose las posibilidades de que este sector de la población alcance lo que hoy es un acto de justicia pero mientras más tiempo pasa el costo de la vida se incrementa vertiginosamente disminuyendo a velocidad meteórica el poder de compra de los exiguos salarios que perciben los trabajadores.
Los trabajadores son algo más que factores de producción abstractos. Son personas que tienen familia, deseos y necesidades, además de proporcionar trabajo a la economia.
Es por ello, que es de preocupación la calidad de los puestos de trabajo, por lo que la tasa de desempleo es motivo de preocupación de la sociedad y por la que el mercado de trabajo es una fuente constante de controversias, conflictos sociales y agitación política (Samuelson y Nordhaus, 1996).
La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), Los sectores: Patronal y Sindical así como el Banco Central de la Republica Dominicana, entre otras entidades, esperan un aumento salarial en el mes de abril del año que discurre.
La Ministra Trabajo dice que el aumento salarial retorna a las empresas y expresó que el salario ideal es aquel que cubre las necesidades de los trabajadores.
El Centro Regional de Estrategia Económica sostenible (CREES) aboga por que no se establezca un salario mínimo por la fuerza o mediante una ley el cual aumentaría los costos laborales y el desempleo.
Según estudios durante el año 2014, el costo promedio nacional de la canasta familiar fue de RD$27,660.82 mientras que el salario por jornada mensual trabajada fue de RD$15,037.51 y el promedio nacional del ingreso mensual salarial solo cubrió el 54.4% del costo de la indicada canasta.
Se puede estar de acuerdo con que haya un pacto tripartito entre los sectores patronal, sindical y el Gobierno para que se aplique un aumento salarial pero hasta tanto no se cierre la brecha abismal entre el costo de la canasta familiar y los niveles de ingresos mínimos de RD$8,500.00, RD$10,000.0 y RD$15,037.51 no se tendrá la equidad salarial esperada.
Seguirá oyéndose las supuestas buenas intenciones de producir incremento de salario pero hasta que éste no se produzca de forma oportuna y acorde con el nivel del costo la canasta familiar, entonces se estará aplicando la consabida demagogia barata.
Basta ya de jugar con el estómago de los trabajadores y que se conozca de una vez y por toda el esperado incremento salarial ajustado a la inflación acumulada de los últimos años, pues de lo contrario se estaría reeditando el juego del gato y el ratón que cuando se logre el cacareado aumento salarial haya sido absorbido ya por un nuevo aumento escalonado y sostenido de precios.
No es un secreto para nadie que cuando se anuncia aumentar los salarios los comerciantes incrementan los precios automáticamente, cayéndose un círculo vicioso en el corto y mediano plazos.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com
Hace varios meses desde el Gobierno Dominicano se propicia un aumento del salario mínimo del sector privado a los fines de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y de quienes dependen de éstos y así estimular un aumento en la demanda de bienes y servicios y por ende de la producción en búsqueda de que el costo de la canasta familiar tenga mejor cobertura. En tanto, nada se hace en ese sentido a favor de los empleados de bajos ingresos o quintil del sector público.
Conforme informaciones de los diferentes medios de prensa los cuales dan cuenta de que pese a que hay un acuerdo previo entre los sectores sindical y patronal para producir ese incremento salarial y que el sector de los trabajadores plantee sea de un 20 a un 30% aún no se llega a concretizarse.
Pasan días y meses mientras los trabajadores esperan y esperan un aumento de salario alejándose las posibilidades de que este sector de la población alcance lo que hoy es un acto de justicia pero mientras más tiempo pasa el costo de la vida se incrementa vertiginosamente disminuyendo a velocidad meteórica el poder de compra de los exiguos salarios que perciben los trabajadores.
Los trabajadores son algo más que factores de producción abstractos. Son personas que tienen familia, deseos y necesidades, además de proporcionar trabajo a la economia.
Es por ello, que es de preocupación la calidad de los puestos de trabajo, por lo que la tasa de desempleo es motivo de preocupación de la sociedad y por la que el mercado de trabajo es una fuente constante de controversias, conflictos sociales y agitación política (Samuelson y Nordhaus, 1996).
La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), Los sectores: Patronal y Sindical así como el Banco Central de la Republica Dominicana, entre otras entidades, esperan un aumento salarial en el mes de abril del año que discurre.
La Ministra Trabajo dice que el aumento salarial retorna a las empresas y expresó que el salario ideal es aquel que cubre las necesidades de los trabajadores.
El Centro Regional de Estrategia Económica sostenible (CREES) aboga por que no se establezca un salario mínimo por la fuerza o mediante una ley el cual aumentaría los costos laborales y el desempleo.
Según estudios durante el año 2014, el costo promedio nacional de la canasta familiar fue de RD$27,660.82 mientras que el salario por jornada mensual trabajada fue de RD$15,037.51 y el promedio nacional del ingreso mensual salarial solo cubrió el 54.4% del costo de la indicada canasta.
Se puede estar de acuerdo con que haya un pacto tripartito entre los sectores patronal, sindical y el Gobierno para que se aplique un aumento salarial pero hasta tanto no se cierre la brecha abismal entre el costo de la canasta familiar y los niveles de ingresos mínimos de RD$8,500.00, RD$10,000.0 y RD$15,037.51 no se tendrá la equidad salarial esperada.
Seguirá oyéndose las supuestas buenas intenciones de producir incremento de salario pero hasta que éste no se produzca de forma oportuna y acorde con el nivel del costo la canasta familiar, entonces se estará aplicando la consabida demagogia barata.
Basta ya de jugar con el estómago de los trabajadores y que se conozca de una vez y por toda el esperado incremento salarial ajustado a la inflación acumulada de los últimos años, pues de lo contrario se estaría reeditando el juego del gato y el ratón que cuando se logre el cacareado aumento salarial haya sido absorbido ya por un nuevo aumento escalonado y sostenido de precios.
No es un secreto para nadie que cuando se anuncia aumentar los salarios los comerciantes incrementan los precios automáticamente, cayéndose un círculo vicioso en el corto y mediano plazos.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com
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El autor es administrador financiero y
profesor universitario. Reside en Santo Domingo.
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