Publicado: 15 feb 2015 14:27 GMT | Última actualización: 15 feb 2015 14:27 GMT
Reuters / Jonathan Ernst
"El instinto principal de las élites estadounidenses es la cobardía", sostiene el politólogo Scott McConnell. Según él, debido al consenso que prevalece en Washington, la clase política no tiene el coraje suficiente para abandonar el camino absurdo de la confrontación con Rusia y reconocer la legitimidad de sus intereses.
En Washington hay un consenso absurdo sobre la política exterior de Rusia: se cree que es un estado totalitario y que "en Ucrania solo se está preparando para su marcha forzada contra Polonia". Esta visión es la que domina a EE.UU. en la crisis ucraniana, opina el politólogo Scott McConnell, uno de los fundadores de la revista 'The American Conservative'.
"El instinto básico de los políticos estadounidense es la cobardía, que se expresa en todas las cuestiones relativas a la política exterior", dice McConnell. Y debido a esa "cobardía" existe un "consenso antirruso" al que no se atreven a renunciar.
McConnell sostiene que incluso hasta si la escalada del conflicto ucraniano no lleva a una confrontación a gran escala, los efectos secundarios de la política exterior de EE.UU. ya son muy enormes. No en vano, Washington ya ha dejado de cooperar con Moscú en una serie de cuestiones relativas a las armas nucleares. "¿O quiere acaso EE.UU. que Moscú se acerque a Pekín?", se pregunta.
Las élites de la administración necesitan urgentemente comenzar a crear centros alternativos de política exterior donde la posición de Rusia se entendería de otra manera, estima el politólogo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario