jueves, 7 de junio de 2018

Sentosa, ‘la isla bonita’ donde se reunirán Trump y Kim

Sentosa, ‘la isla bonita’ donde se reunirán Trump y Kim

El hotel Capella, donde cantantes como Lady Gaga o Madonna se han alojado durante sus giras en Singapur, acogerá la cumbre del siglo el próximo 12 de junio

Hotel Capella
Imagen sin fechar del hotel Capella, en Singapur. REUTERS
Un entorno improbable para una cumbre que, hasta hace poco, lo era aún más. La isla de Sentosa, antaño hervidero de piratas y hoy hogar de la clase más acomodada de Singapur y domicilio de parques temáticos como Universal Studios, se convertirá la próxima semana en el epicentro de la escena geopolítica mundial. Después de días de especulaciones, la Casa Blanca ha confirmado que el espacio elegido para el encuentro del 12 de junio será el hotel Capella, un impresionante edificio diseñado por el arquitecto Norman Foster y situado en la ínsula donde cantantes como Lady Gaga o Madonna se han alojado durante sus giras en Singapur.
“Lo hemos descubierto por la prensa”, aseguraba este miércoles una trabajadora del departamento de mercadotecnia del hotel. Horas antes, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, realizaba el anuncio en Twitter. “Agradecemos a nuestros magníficos anfitriones de Singapur su hospitalidad”, subrayaba el mensaje. Con impavidez, desde el hotel afirmaban no haber recibido aún una notificación oficial e indicaban que esperaban instrucciones para saber qué tipo de medidas tomar de cara a la cumbre. De momento, las 112 habitaciones del Capella —que oscilan de los 500 a los 7.500 dólares la noche, en el caso de la suite con tres dormitorios y piscina privada— se encuentran bloqueadas hasta el 15 de junio.
El hotel Capella, de cinco estrellas, es una de las grandes marcas hosteleras de Singapur. Sus dueños son los hermanos Kwee, propietarios de la inmobiliaria local Pontiac Land Group, que recurrieron al arquitecto británico Norman Foster y al diseñador indonesio Jaya Ibrahim para su construcción. El resultado es un imponente edificio de fachada colonial, modernos interiores y elegantes piscinas, un idílico entorno con vistas al mar de China Meridional y campos de golf en las zonas aledañas, que se antoja más propicio para un retiro vacacional que para una cumbre política de máximo nivel.
Su nombre como posible lugar para el encuentro ya empezó a sonar durante el fin de semana, adquiriendo fuerza la tarde del martes. El boletín informativo del gobierno singapurense designaba entonces Sentosa, al sur de Singapur, como “zona para evento especial” entre los días 10 y 14 de junio, dando a la policía poderes adicionales para garantizar la seguridad en el perímetro designado. Hasta ese momento eran otros hoteles de Singapur más duchos en eventos diplomáticos los que ganaban las quinielas. En especial el hotel Shangri-La, situado en el distrito comercial de Orchard y enclave anual del Diálogo de Seguridad homónimo, el de más solera en Asia, que el pasado fin de semana recibía a figuras como el secretario de Defensa de EE UU, James Mattis, o el primer ministro indio, Narendra Modi, en su edición de 2018.
Tanto el hotel Shangri-La, escenario también de la histórica reunión en 2015 entre el presidente chino Xi Jinping y el entonces líder taiwanés, Ma Ying-jeou, como el hotel St. Regis, se encuentran dentro de la segunda “zona especial” declarada por las autoridades singapurenses para la próxima semana. Se estima que será en esos hoteles donde Trump y Kim Jong-un se alojen junto a sus delegaciones. El primero es un espacio familiar para las comitivas estadounidenses, que ya alojó a Barack Obama en 2009 y a George H.W. Bush en 1992. El segundo es, junto al majestuoso Fullerton, en el distrito financiero, uno de los hoteles predilectos de la parte norcoreana, según la agencia surcoreana Yonhap.
No solo se mantiene como incógnita dónde se alojarán Trump y Kim Jong-un, que yendo a Singapur realiza su viaje más largo al extranjero desde que llegó al poder en 2011, sino también quién pagará la cuenta del hotel de la parte norcoreana. Con una economía asfixiada por su programa nuclear y las sanciones internacionales, se ha especulado con que la factura caería en manos de EE UU, o incluso de Singapur. Algo que el Departamento de Estado de EE UU ha desmentido. “No vamos a pagar sus gastos”, indicó la portavoz, Heather Nauert, añadiendo que tampoco pedirán a terceros que los subsidien.
La única certitud sobre la cumbre es, de momento, que empezará el día 12 a las 9.00 de la mañana, hora local (01.00 GMT), y que se celebrará en el hotel Capella de Sentosa. La elección de la isla sí responde, según fuentes próximas a las negociaciones entre ambas delegaciones, al interés de la parte norcoreana. Sentosa está únicamente unida por tierra a Singapur por una carretera elevada de 710 metros, y por aire a través de un teleférico. “Hace que se sientan más seguros”, señalan las citadas fuentes.
Ahora un destino de película de Disney, la isla era conocida antes del periodo colonial británico como Pulau Blakang Mati (la isla detrás de la muerte, en su traducción del malayo), debido a su reputación como feudo de piratas, y se convirtió en una cárcel a cielo abierto cuando Singapur cayó en manos japonesas en 1942. Nada que ver con la Sentosa que hoy acoge mansiones y hoteles de lujo como el Capella. De isla del terror, a La isla bonita de la reina del pop. Y ahora también de Trump y Kim Jong-un. https://elpais.com/internacional/2018/06/06/actualidad/1528297183_290939.html

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