Hasta la tarde de este martes los hoteleros no sabían lo que decía el protocolo de operaciones para el sector
Suhelis Tejero Puntes - SANTO DOMINGO 30 DE JUNIO DE 2020, 04:33 PM
Este 1 de julio, tras un cierre de más de 100 días de las fronteras, los aeropuertos y los hoteles dominicanos volverán a abrirse a un mundo ahora definido por una pandemia. Hacer turismo ya no será igual.
Para República Dominicana la actividad turística representa un 8 % del PIB y el año pasado aportó un 26 % de los ingresos en dólares que recibió el país, unos 7,468 millones de dólares, de acuerdo a los datos oficiales. Son resultados que tardarán en volver.
La reapertura será tímida. Así lo prevén desde los terminales aeroportuarios y los hoteles. Mañana, cuando el Aeropuerto Internacional Las Américas José Francisco Peña Gómez de Santo Domingo comience a recibir pasajeros, operará apenas a un tercio de su normalidad. De los 45 a 50 vuelos diarios que regularmente recibía antes de la pandemia del COVID-19, este 1 de julio 14 vuelos pasarán por la terminal con procedencia o destino a Nueva York, Boston, Miami, Orlando, San Juan y Madrid, según la programación del AILA.
Mientras tanto, en el aeropuerto de Punta Cana, desde el que más turistas recibe el país, el panorama cambió en los últimos días con respecto a lo esperado hace un mes. De acuerdo al itinerario publicado en su página web, para el día de la reapertura se recibirán tres vuelos provenientes de San Juan, Nueva York y Fort Lauderdale. Progresivamente se incorporarán otras rutas, casi todas desde Estados Unidos, y a finales de mes se esperan recibir unos 20 vuelos desde Estados Unidos, Canadá, y España.
República Dominicana mantuvo cerradas sus fronteras, sus aeropuertos y puertos desde el pasado 20 de marzo, una medida ordenada por el gobierno para evitar la propagación del nuevo coronavirus. Ahora el regreso de los turistas no solo dependerá de que las fronteras dominicanas se reabran, sino también de la situación en otros países.
Estados Unidos no ha impedido la salida de ciudadanos de ese país, que ahora se ha convertido en uno de los epicentros del COVID-19 en el mundo, con 2.63 millones de casos confirmados y 129,545 muertes, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Desde el norte de América llega más del 40 % de los turistas que regularmente visitan la República Dominicana, y es en ese público que el sector turístico centra sus esperanzas.
Desde Rusia, Francia y Argentina llega un 11 % de los visitantes. A Punta Cana no están programados vuelos desde esos países, al menos no para la primera semana de la reapertura. El aeropuerto de Santo Domingo sí recibirá vuelos desde Francia, pero no aparecen provenientes de Rusia ni de Argentina.
Pisar un aeropuerto
La experiencia en los aeropuertos será menos congestionada. Al menos esa es la meta de las autoridades aeroportuarias que en días pasados publicaron el protocolo para los aeropuertos del país.
En el documento, autorizado por la Junta de Aviación Civil, se definen las normas que van mucho más allá del uso obligatorio de mascarilla. Los pasajeros que arriben al país se les tomará la temperatura y, si resulta mayor a 38 grados centígrados, se les realizarán pruebas rápidas para detectar COVID-19. De resultar positivos, se activarán los protocolos sanitarios especiales y el pasajero será aislado en una zona especialmente dispuesta para ello en el aeropuerto.
Para recoger el equipaje, como en todas las áreas de la terminal, estarán señalizadas las distancias que deben mantener los pasajeros entre sí, pero además, un personal especial estará en el área de la correa de despacho de maletas para que cada equipaje esté separado por una distancia de un metro de otro.
¿Cómo será para quienes viajan desde RD?
Lo primero es que se aumentan los procesos, de manera que los viajeros deben llegar tres horas antes al aeropuerto, y deben hacerlo ya con su chequeo realizado por la web de la aerolínea o, en caso de que esa opción no esté disponible, deberá imprimir una copia del boleto.
El protocolo señala que solo los pasajeros con boletos podrán entrar a la terminal. No se aceptarán acompañantes, a menos que sea para personas con discapacidad o menores de edad que viajen solos.
Dentro del aeropuerto los viajeros no podrán quitarse las mascarilla. La única excepción es cuando el agente de seguridad aeroportuaria lo solicite previo al control de equipaje o en el punto de migración. Esos agentes deberán limpiarse las manos con alcohol o gel antibacterial antes de cada pasaporte que manipulen.
La JAC estableció que se deben reducir al mínimo los bultos de equipaje de mano y dejan en manos de las aerolíneas su manejo y exigencias. Las aerolíneas en el mundo están solicitando a los pasajeros que eviten llevar maletas para la cabina del avión para evitar cruces físicos entre los viajeros.
Antes de entrar al avión, las líneas aéreas organizarán el embarque de los pasajeros en grupos de diez personas, comenzando con los que ocuparán la parte trasera del avión.
A medias
Los hoteles, al igual que los restaurantes, operarán según un protocolo que fue definido por el Ministerio de Turismo. Hasta este martes en la tarde, a menos de 12 horas de la reapertura, ni los propios hoteleros sabían a ciencia cierta en qué condiciones operarían. “Nos enseñaron borradores, pero no tenemos los documentos oficiales”, indicaron fuentes consultadas en el sector. Sin ellos, añaden, no es posible saber si podrán abrir este 1 de julio.
De allí que varias cadenas hoteleras hayan decidido mantenerse cerradas por más tiempo del que esperaban. Por ejemplo, la española Iberostar tiene planeado su regreso para el 31 de julio en sus hoteles Iberostar Selection Bávaro , Iberostar Dominicana e Iberostar Punta Cana, mientras que los de Dominicus, Costa Dorada y Grand Bávaro abrirán el 1 de septiembre.
Por su parte, los hoteles Be Live no tienen fechas disponibles hasta el 20 de julio en su sede de Punta Cana, mientras los de Puerto Plata y La Romana muestran disponibilidad desde el 1 de agosto. Las instalaciones de Santo Domingo sí abrirán este 1 de julio.
En los hoteles Meliá de Punta Cana no aparece disponibilidad de habitaciones hasta el 1 de octubre. Entre tanto, el Hard Rock Punta Cana operará desde este 1 de julio con un máximo de ocupación de 30 % y sus instalaciones parcialmente activas durante las dos primeras semanas.
Los hoteles del grupo Punta Cana, los Barceló y la cadena Riu sí abrirán este 1 de julio.
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No hay estimaciones oficiales recientes de cuánto perderá la economía dominicana por el cierre del turismo, pero algunos economistas proyectan caídas a niveles históricos. Henri Hebrard dijo que el cese de la actividad debido a la pandemia implicará un desplome de más de 60 % de los ingresos en dólares. De tal manera, calcula que de los 7,468 millones de dólares que entraron al país el año pasado por el turismo, el monto de este año se reduzca hasta un nivel de 2,500 millones de dólares.
La apertura de las fronteras dominicanas es apenas un pequeño elemento dentro de la situación mundial que ha implicado el COVID-19. Esta semana los países que integran la Unión Europea negociaban una apertura solo para 15 países fuera del espacio común: Marruecos, Argelia, Túnez, Serbia, Montenegro, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Tailandia, Georgia, Uruguay y Ruanda. La lista no estaba aprobada aún y no es vinculante para los estados europeos, sino que se trata de una recomendación que será revisada cada 15 días.
España, de donde provino un 2 % de los turistas que visitaron la República Dominicana durante los cinco primeros meses del año, elaborará un listado de países de los que se podrán recibir turistas, pero no aclara si se ceñirán estrictamente a la de la Unión Europea.
Pero además, las aerolíneas no regresarán todas de una vez. La reactivación de las rutas aéreas también será un proceso gradual que dependerá de la demanda y de las posibilidades financieras de las empresas de transporte aéreo, según ha explicado la IATA.
Todo ello hace que la recuperación del sector turístico sea lenta. La Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores) estimaba hace una semana que en julio se recibirían entre 60,000 y 100,000 turistas en República Dominicana. Sin embargo, en este momento no está clara la cifra debido a la tardanza de las autoridades gubernamentales en dar a conocer el protocolo de funcionamiento de los hoteles.
El tiempo de recuperación esperado para la actividad turística sería entre 13 y 18 meses, y será en 2021 cuando se alcancen los niveles de 2018, el mejor año reciente del sector.
En un vilo mayor están las empresas que prestan servicios al turismo. Posiblemente los turistas no puedan salir de los resorts para participar en actividades externas o paseos, de manera que eso restringe a los negocios de traslado terrestre. La semana pasada el presidente de la Asociación Dominicana de Transporte Turístico (Adotratur), Tusides Santana, reconoció que la posible quiebra de empresas del sector, aunque no ha ocurrido, es altamente probable.
Igual ocurre con las empresas de excursiones acuáticas y los touroperadores, que no están seguros del alcance que tendrá una de las crisis más profundas que ha vivido el turismo mundial.
Los casinos, que son negocios integrados con algunos hoteles, también están en ascuas. El presidente de la Asociación Dominicana de Casinos de Juegos, Inc, David Moniz, dijo que el sector está sufriendo las consecuencias del cierre de actividades no esenciales que, de mantenerse, podría obligar a unos 25,000 despidos.
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