Costa Rica elige presidente el domingo en segunda vuelta entre el Alvarado liberal y el Alvarado conservador
Carlos Alvarado, el exministro que busca la “continuidad del cambio”
San José, 30 mar (EFE/María José Brenes).- El candidato del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), el periodista y exministro de Trabajo Carlos Alvarado, ha prometido trabajar en la “continuidad del cambio” en Costa Rica impulsado por un relevo generacional.
Carlos Alvarado, de 38 años, quien además es politólogo y escritor, disputará la Presidencia de Costa Rica en una segunda ronda electoral el próximo domingo con el predicador evangélico conservador Fabricio Alvarado.
El aspirante oficialista, que llegó segundo en la primera ronda con 21,63 por ciento de los votos, frente al 24,99 por ciento del predicador, fue el ministro más joven del actual gabinete de Luis Guillermo Solís y sería, en caso de llegar al poder, uno de los presidentes con menos edad en la historia de Costa Rica.
Este candidato se presentó como la mejor opción para la población joven y apostó por un cambio generacional que pueda profundizar lo logrado por la Administración Solís, la primera en la historia del PAC.
Su mayor logro en la función pública es haber participado como ministro de Desarrollo Humano (2014-2016) en el impulso del programa “Puente al Desarrollo”, que busca reducir la pobreza y la pobreza extrema con una atención personalizada y directa a las familias.
Esta iniciativa logró reducir en dos puntos porcentuales la pobreza.
El aspirante levanta la bandera a favor del matrimonio homosexual y ha prometido respetar la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos favorable al matrimonio gay y los derechos familiares de la población LGBTI, una posición diametralmente opuesta a la de su rival.
El oficialista ha dicho que su tendencia representa el progresismo frente al “fundamentalismo” del candidato evangélico.
Carlos Alvarado no cuenta con una gran trayectoria política, pero milita en su partido desde que tenía 22 años, y se graduó de Ciencias Políticas y de Periodismo en la Universidad de Costa Rica.
La chispa que encendió la campaña del evangélico Fabricio Alvarado y lo llevó hasta lo más alto fue una opinión consultiva emitida a inicios de enero pasado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos favorable al matrimonio homosexual y a los derechos de la población sexualmente diversa. Su dura oposición al matrimonio gay, la fecundación in vitro, el aborto, la identidad de género, así como su insistente defensa de la familia tradicional y los “valores cristianos” fueron su bandera durante toda la campaña.
En 2014 Solís lo nombró primero ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, y luego ministro de Trabajo, lo que le consolidó como uno de los hombres de confianza del presidente en el primer Gobierno del PAC, organización que rompió el bipartidismo de tres décadas en Costa Rica.
Al joven candidato oficialista en un principio no le favorecían las encuestas, que lo ubicaban quinto con solamente un 6 por ciento, pero tuvo un repunte y logró avanzar a la segunda vuelta.
Carlos Alvarado nació en San José y creció en la localidad de Pavas. Está casado con Claudia Dobles, arquitecta de profesión, con quien tiene un hijo, Gabriel, de cuatro años.
En sus tiempos de estudiante fue vocalista de diversas bandas costarricenses de rock progresivo, entre ellas “Por Partes” y “Dramática”, sabe tocar la guitarra y dice que la música “le cambió la vida”.
En 2004 comenzó a trabajar como encargado de prensa de la fracción legislativa del PAC, y dos años después pasó a ser jefe de despacho del diputado Alberto Salom.
Gracias a una beca del Consejo Británico, en 2009 se graduó como máster en Estudios del Desarrollo de la Universidad de Sussex (Inglaterra).
Cuando regresó de sus estudios en el exterior se incorporó como asesor de la campaña electoral del candidato a la presidencia Ottón Solís (2009-2010), fundador del PAC y actual diputado.
Entre 2011 y 2012 trabajó en Panamá en una empresa de transacciones, donde diseñaba y ejecutaba iniciativas comerciales para América Latina, y en 2013 se convirtió en el director de comunicación de Luis Guillermo Solís.
El candidato del PAC ha prometido luchar por bajar el déficit fiscal, construir la primera etapa de un tren eléctrico que una las principales ciudades del país y continuar obras de infraestructura que impulsa el actual Gobierno.
La mayor crítica que le hacen sus adversarios es su poca experiencia en la función pública y la política, pero Alvarado ha dicho que es un hombre preparado.
Además, pese a no estar involucrado directamente, tuvo que luchar contra las críticas al Gobierno sobre el caso de supuesta corrupción del “cementazo”, destapado en agosto pasado como un presunto tráfico de influencias en tres poderes del Estado y en bancos estatales.
Ha escrito tres novelas, “La historia de Cornelius Brown” (2006) premio joven creación de la Editorial Costa Rica; “Las posesiones” (2011) y “Temporada en Brighton” (2015). Ahora quiere escribir una nueva historia al mando del país. EFE
Fabricio Alvarado, el predicador evangélico que mezcla religión y política
San José, 30 mar (EFE/Douglas Marín).- El predicador evangélico Fabricio Alvarado disputará la Presidencia de Costa Rica este domingo con una propuesta que se ha basado en el conservadurismo, la mezcla de la religión con la política y los ataques al Gobierno actual del centroizquierdista Luis Guillermo Solís.
Prácticamente nadie veía venir el ascenso del movimiento político de Alvarado, que terminó líder en la primera vuelta con el 24,99 por ciento de los votos, y quien como diputado los últimos cuatro años tuvo protagonismo por su oposición a iniciativas relacionadas a la fecundación in vitro y derechos de las parejas homosexuales.
Su Partido Restauración Nacional solo había logrado colocar dos diputados en toda su historia, pero eso cambió en la primera ronda del 4 de febrero, cuando Alvarado pasó a la segunda vuelta y consiguió 14 diputados de los 57 que integran el Legislativo.
La chispa que encendió la campaña del evangélico Fabricio Alvarado y lo llevó hasta lo más alto fue una opinión consultiva emitida a inicios de enero pasado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos favorable al matrimonio homosexual y a los derechos de la población sexualmente diversa.
Su dura oposición al matrimonio gay, la fecundación in vitro, el aborto, la identidad de género, así como su insistente defensa de la familia tradicional y los “valores cristianos” fueron su bandera durante toda la campaña.
Fabricio Alvarado, de 43 años, anunció que un Gobierno suyo desconocería la resolución del alto tribunal continental y, además, derogará el decreto con el cual el Gobierno reactivó la fecundación in vitro tras una sentencia de la Corte Interamericana.
Nacido en San José, casado con Laura Moscoa y padre de dos niñas, recibió esta semana una advertencia del Tribunal Supremo de Elecciones para que deje de utilizar la religión en la búsqueda de votos, pues es algo prohibido por la Constitución Política y el Código Electoral.
La resolución se debe a una reunión privada, filtrada a la prensa mediante un audio, en la que el candidato le pide a 250 pastores evangélicos ayudarle a convencer a la gente en sus iglesias y también para obtener donaciones.
Fabricio Alvarado asegura que no ha mezclado la religión con la política y ha sembrado dudas sobre la imparcialidad del Tribunal Supremo de Elecciones tras la advertencia que le hizo.
Las redes sociales del candidato están llenas de comentarios de sus seguidores con alusiones a versículos de la Biblia y hay quienes afirman que Dios lo puso ahí para gobernar.
La experiencia política del candidato del evangélico partido Restauración Nacional se reduce a los 4 años como diputado en el actual periodo 2014-2018, lo que ha sido criticado por sus adversarios, además de su supuesta falta de preparación para ser presidente, ya que no tiene un título universitario.
Antes de ser diputado, Alvarado ejerció como periodista de la cadena de televisión Repretel y posteriormente se ha dedicado a su carrera como cantante de música cristiana y predicador, lo que le hace ser un buen orador y generar cercanía con la gente.
En su etapa como cantante, Alvarado hizo giras por todo el país llevando su música a templos evangélicos, una religión que profesa alrededor del 20 por ciento de la población costarricense, según algunas encuestas.
Ha centrado su campaña en la promoción de los “valores y principios” de la sociedad costarricense y presentó un nuevo plan de Gobierno el miércoles, en plenas vacaciones de Semana Santa y un día después del último debate con su rival, el oficialista Carlos Alvarado, del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana, y quien obtuvo el 21,63 por ciento de los votos en la primera vuelta.
El plan de Gobierno del evangélico, elaborado en conjunto con figuras de otros partidos políticos que le dieron su adhesión tras la primera vuelta, contiene numerosas referencias a los valores cristianos y a la moral y promete “erradicar cualquier vestigio de la ideología de genero” en el sistema educativo.
También ha anunciado la transformación del Instituto Nacional de las Mujeres en un Instituto de La Familia.
Fabricio Alvarado ha prometido luchar contra la corrupción, reducir los gastos del Gobierno y promover el desarrollo de infraestructura como carreteras, así como impulsar una “gran reforma educativa” para reforzar la capacitación de los maestros y dar herramientas de emprendimiento a los estudiantes.
El evangélico Fabricio Alvarado ha llenado de preocupación a sectores más progresistas del país, que temen que se frenen los avances en materia de derechos humanos para la población sexualmente diversa y las mujeres. EFE https://acento.com.do/2018/politica/8551118-costa-rica-elige-presidente-el-domingo-en-segunda-vuelta-entre-el-alvarado-liberal-y-el-alvarado-conservador/
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