Marcha Verde sería una fuerza política si el Gobierno la ignora
Si el Gobierno no hace caso a los reclamos de la Marcha Verde el movimiento podría convertirse, además de un grupo de indignados, en una fuerza política que lo desplace del poder, afirmó el profesor español y experto en transparencia, Manuel Villoria.
Indicó que el que la sociedad se haya levantado, pidiendo el cese de la corrupción y la impunidad expresa una insatisfacción ciudadana fuerte, un enfado y una sensación de indignación que los poderes están obligados a atender.
Sostuvo que el Gobierno y los poderes públicos tienen que entender que deben darle respuestas al problema de la corrupción porque si no, “pueden encontrarse con que la ola le pase por encima”. “Hay muchas personas que si encuentran a un buen líder alrededor del movimiento verde podrían apoyarlo, y en torno a él formar un partido político profundamente innovador que cambie todo el sistema político dominicano”.
Villoria señaló que de movimientos con las características de la Marcha Verde, pueden salir corrientes políticas que produzcan cambios importantes.
Puso como ejemplo el movimiento 15-M, en España, que luego dio lugar al partido Podemos, con el que se lograron importantes cambios políticos allá.
“Cuando la gente sale a la calle y se manifiesta de ese modo tan amplio, es porque hay algo detrás que es más profundo que un enfado de un día o una hora, es decir, que es algo más fuerte que puede dar lugar a cambios en el sistema político”, dijo.
Opción política distinta. Sobre todo, agregó Villoria, en momentos en que el sistema político dominicano cuenta con una oposición tan debilitada o que no existe, la Marcha Verde puede ser el fundamento de una opción política distinta a las que se conocen.
Al referirse a la opinión de politólogos que creen que los verdes se debilitarían, de convertirse en partido, dijo que podrían perder algunos elementos de esa fuerza pero ganarían otros, en base a lo que caracteriza las organizaciones políticas: la definición de estrategias, coherencia en las propuestas y en la propia generación de líderes.
Indicó que el que la sociedad se haya levantado, pidiendo el cese de la corrupción y la impunidad expresa una insatisfacción ciudadana fuerte, un enfado y una sensación de indignación que los poderes están obligados a atender.
Sostuvo que el Gobierno y los poderes públicos tienen que entender que deben darle respuestas al problema de la corrupción porque si no, “pueden encontrarse con que la ola le pase por encima”. “Hay muchas personas que si encuentran a un buen líder alrededor del movimiento verde podrían apoyarlo, y en torno a él formar un partido político profundamente innovador que cambie todo el sistema político dominicano”.
Villoria señaló que de movimientos con las características de la Marcha Verde, pueden salir corrientes políticas que produzcan cambios importantes.
Puso como ejemplo el movimiento 15-M, en España, que luego dio lugar al partido Podemos, con el que se lograron importantes cambios políticos allá.
“Cuando la gente sale a la calle y se manifiesta de ese modo tan amplio, es porque hay algo detrás que es más profundo que un enfado de un día o una hora, es decir, que es algo más fuerte que puede dar lugar a cambios en el sistema político”, dijo.
Opción política distinta. Sobre todo, agregó Villoria, en momentos en que el sistema político dominicano cuenta con una oposición tan debilitada o que no existe, la Marcha Verde puede ser el fundamento de una opción política distinta a las que se conocen.
Al referirse a la opinión de politólogos que creen que los verdes se debilitarían, de convertirse en partido, dijo que podrían perder algunos elementos de esa fuerza pero ganarían otros, en base a lo que caracteriza las organizaciones políticas: la definición de estrategias, coherencia en las propuestas y en la propia generación de líderes.
Danilo y Odebrecht. Al preguntarle si la cercanía que el abogado Rodrigo Tacla le adjudica al presidente Danilo Medina con Odebrecht, empresa que le habría recomendado como asesor a Joao Santana, daría motivos legítimos para pensar que las campañas del mandatario fueron financiadas por la multinacional, expresó no querer referirse a asuntos internos.
Sin embargo, afirmó que Odebrecht conocía a todos los Presidentes de América Latina y que “las campañas cuestan mucho dinero y que hay que buscarlos de alguna forma”.
Aunque reconoce que cualquier empresa puede financiar una campaña con dinero limpio y lícito, porque crea en una persona determinada; también es cierto que ninguna compañía financia un proyecto político por amor al arte.
Sobre si es un obstáculo que cualquier investigación que involucre al Presidente o a personas de su cercanía sea llevada a cabo por un procurador designado por el gobernante, dijo que lo importante es que la persona nombrada sea honesta e independiente.
“No sé aquí hasta qué punto el procurador general sea una persona independiente, pero espero que actúe con independencia y honestidad, y que al final el Presidente no esté involucrado. Sería lo ideal”, dijo.
Investigación PGR . En lo que respecta a las investigaciones que en torno al caso Odebrecht realiza la Procuraduría General de la República (PGR), manifestó que dicho organismo debe estar sometido a una gran presión y que es probable que no esté preparada para un caso de esa magnitud y complejidad.
Indicó que para situaciones como esa es necesario contar con fiscalías especiales y fiscales que durante años se especialicen en temas de economía, que sean expertos en cómo blanquear y ocultar dinero, para que cuando surja ese tipo de caso no estén en desventaja.
Señaló que las empresas como Odebrecht tienen expertos que llevan años y años haciendo esto y saben cómo evadir impuestos, ocultar y blanquear dinero.
Corrupción y empresas. En cuanto a cómo evitar la corrupción en las empresas, entiende que se deben implementar instrumentos de control que demuestren transparencia. Dijo que la lucha contra la corrupción no solo debe ser enfocada en el sector público, porque también en las empresas privadas hay personas corrompidas y que corrompen.
Destacó que en todo acto de corrupción existen dos partes: una que paga para obtener algún beneficio y otra que recibe el pago, ya que si nadie corrompe no puede haber corrompidos.
Sin embargo, afirmó que Odebrecht conocía a todos los Presidentes de América Latina y que “las campañas cuestan mucho dinero y que hay que buscarlos de alguna forma”.
Aunque reconoce que cualquier empresa puede financiar una campaña con dinero limpio y lícito, porque crea en una persona determinada; también es cierto que ninguna compañía financia un proyecto político por amor al arte.
Sobre si es un obstáculo que cualquier investigación que involucre al Presidente o a personas de su cercanía sea llevada a cabo por un procurador designado por el gobernante, dijo que lo importante es que la persona nombrada sea honesta e independiente.
“No sé aquí hasta qué punto el procurador general sea una persona independiente, pero espero que actúe con independencia y honestidad, y que al final el Presidente no esté involucrado. Sería lo ideal”, dijo.
Investigación PGR . En lo que respecta a las investigaciones que en torno al caso Odebrecht realiza la Procuraduría General de la República (PGR), manifestó que dicho organismo debe estar sometido a una gran presión y que es probable que no esté preparada para un caso de esa magnitud y complejidad.
Indicó que para situaciones como esa es necesario contar con fiscalías especiales y fiscales que durante años se especialicen en temas de economía, que sean expertos en cómo blanquear y ocultar dinero, para que cuando surja ese tipo de caso no estén en desventaja.
Señaló que las empresas como Odebrecht tienen expertos que llevan años y años haciendo esto y saben cómo evadir impuestos, ocultar y blanquear dinero.
Corrupción y empresas. En cuanto a cómo evitar la corrupción en las empresas, entiende que se deben implementar instrumentos de control que demuestren transparencia. Dijo que la lucha contra la corrupción no solo debe ser enfocada en el sector público, porque también en las empresas privadas hay personas corrompidas y que corrompen.
Destacó que en todo acto de corrupción existen dos partes: una que paga para obtener algún beneficio y otra que recibe el pago, ya que si nadie corrompe no puede haber corrompidos.
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